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Publicamos el 'Primer ensayo sobre la eSalud española'

Desde hoy ya se puede adquirir el eBook 'Primer ensayo sobre la eSalud española',  escrito por Javier J. Díaz, autor de este blog, y prologado por el pediatra Jesús Garrido. El importe íntegro de los 100 primeros ejemplares irá destinado a la Fundación Recover, hospitales para África. Haz clic sobre la imagen para acceder a él.







Se publica el primer eBook sobre la eSalud española

La eSalud made in Spain sigue creciendo y fijando unas bases que sustenten el futuro. Y lo va haciendo con las piezas que poco a poco van aportando todos los actores. Precisamente 'La eSalud que queremos' quiere contribuir con el primer libro electrónico que recogerá todas las claves sobre esta materia en forma de ensayo. El eBook, un documento que pretende ser divulgativo y constructivo, profundiza y define la versión española de la eHealth y se centra en el papel que juegan en ella dos de los actores sanitarios más importantes que la componen, como son los pacientes y los profesionales sanitarios. La publicación, que se pondrá a la venta las primeras semanas de abril, tendrá un importe simbólico y solidario que irá destinado a una ONGD.

El primer ensayo sobre la eSalud de nuestro país está escrito y editado por el autor de este blog, Javier J. Díaz, y ha sido concebido como un ensayo, para hacer el libro electrónico más divulgativo y entretenido aglutinando tecnología y comunicación con la nueva relación entre el médico y paciente tras el auge de las TIC.

El libro electrónico ha sido prologado por uno de los profesionales sanitarios considerado por los especialistas como uno de los que mejor dominan los nuevos canales. El mismo, titulado 'La revolución digital en sanidad', se centra en analizar lo que ha supuesto para la sanidad la aparición de Internet desde la perspectiva de un profesional sanitario. 

Adquiere el eBook desde aquí 

Ensayos sobre la eSalud: Redes sociales y hospitales ¿Condenados a entenderse?

Todavía no tienen muy claro la mayoría de los hospitales públicos y privados en España si su presencia en las redes sociales les lleva a algún sitio. Si abriendo un perfil oficial en alguna red social realmente tiene un retorno de inversión a través de los pacientes, y si realmente ese esfuerzo les resulta útil. Los privados creen que sí, y algunos lo están haciendo ya de una (bien) u otra (mal) forma. Otros como les dejan. Y por supuesto bajo el diferente prisma de la sanidad pública (no muestra mucho interés de momento, tiene otros asuntos que resolver en la era tecnológica) o la sanidad privada (lo muestra, porque no le queda más remedio, en busca de más formas de captar pacientes y darles servicio). 

De cualquier modo, la idea no es entrar en este debate de modelos diferentes, sino analizar la relación entre un hospital y un usuario del mismo, a través de uno de los nuevos canales que existen desde hace unos pocos años, la eSalud ha habilitado las temidas, veneradas, insoportables, amadas, entretenidas y 'peligrosas', por no seguir citando adjetivos, redes sociales.



Aunque cada vez hay más hospitales con redes sociales, la mayoría de los centros hospitalarios de España no tienen presencia en ellas, o si la tienen, es como si no la tuvieran (porque no le dan uso).  Es decir, que podemos contar con los dedos de las dos manos los hospitales que están utilizando las redes sociales y los que lo están haciendo bien en nuestro país.  De los aproximadamente 800 hospitales que hay, no llegan a 100 los centros que tienen cualquier red social, algo que es un balance ciertamente pobre, si lo comparamos con otros países, como Estados Unidos. Y no es que tengamos que ser como Estados Unidos ni mucho menos, pero es que tendríamos que pretender ser un sistema sanitario moderno y con capacidad para atender al paciente en todos los canales posibles. Que es a lo que voy.

Sin embargo, ciñámonos a la realidad real, y no a la fantasiosa, y vayamos al a pregunta inicial de si las redes sociales y los hospitales están condenados a entenderse o puede ir por libre, lo que están haciendo la mayoría de los hospitales que tienen perfil en alguna red social. ¿Es posible que exista una relación entre los hospitales y los nuevos canales social media que aporte beneficios?  

Creemos que sí, y lo hacemos, porque a pesar de este párrafo anterior, algunos centros sanitarios ya están ofreciendo servicios a los pacientes a través de los nuevos canales social media, como información sanitaria de calidad e información sobre campañas sanitarias o sobre los servicios de la propia institución, lo que sí justificaría la necesidad de abrir este canal para los que aún están reticentes en hacerlo. 

Si en vez de la guía telefónica -que supongo que ya nadie mira- miramos el mapa de España, en algunas Comunidades Autónomas parecen tener muy clara la prioridad de estos nuevos canales, sin embargo, en otras, parece que esta vía todavía no les interesa ni abrir el debate. En Catalunya está clarísimo. Todos los hospitales ven que los nuevos canales les benefician, les acercan al paciente y les hacen mejorar su relación con el mismo. De una u otra manera, los hospitales puntero de la región apuntan por estos canales. 

En Madrid, por citar otra ciudad con peso y con bastante hospitales, a pesar de que se cuecen muchas cosas importantes de la sanidad española, no sucede lo mismo, como ya hemos reflejado a veces, y la innovación sanitaria está en menos volcada en su parte social. En el resto de regiones la tendencia es cambiante. En Valencia existe un interés notable, como en Andalucía, pero en otras el interés prácticamente parece no existir. 

Por esta razón, y para ver si convencemos a los más tradicionales, a continuación presentamos algunos motivos por los que consideramos que un hospital debe tener presencia activa en las redes sociales para mejorar su comunicación con su entorno, sobre todo en lo que a sus servicios y al paciente se refiere, y mejorar en la atención al paciente, al propio profesional sanitario y en definitiva, ahorrar tiempo, costes, y darle mejor servicio a los usuarios.


1.  Difundir información sobre sus serviciosLos usuarios de las redes sociales van en aumento en España, y tener abierto un canal en ellas supondría poder comunicar mejor campañas de cualquier tipo, como de vacunación, de donación de sangre, órganos o jornadas celebradas en el centro abiertas a pacientes y usuarios de la salud. 

2. Acercarse al usuarioLa sanidad, con una coyuntura poco favorable actualmente, podría apostar por una cercanía mayor tanto del usuario como con sus propios trabajadores, y conseguir que sus redes sean canales para el encuentro de las tres partes. 

3. Ofrecer información sanitaria de calidadUno de los grandes debates de la red actualmente, que podrían cerrarlo los propios hospitales, ofreciendo información sanitaria de calidad, debido a que ellos tienen el mayor know how existente, el de los médicos, a su alcance, algo que los pacientes lo verían como muy fiable, y se combatiría contra los contenidos poco fiables y de fuentes dudosas o inexistentes. Son pocos, pero algunos ya lo hacen. 

4. Crear un espacio virtual de 'Atención al cliente'Actualmente si un paciente o un usuario del sistema sanitario quiere saber algo sobre algún aspecto de un hospital tiene que ir directamente a su web y buscarlo allí exclusivamente, o intentar llamar, gastando dinero y tiempo, y en la mayoría de ocasiones sin saber muy donde a quién debe dirigirse. ¿Y si los hospitales utilizaran, por ejemplo Twitter, para canalizar las dudas de sus usuarios? ¿No sería una buena forma de darles una mejor atención de puertas para afuera? 

5. Controlar posibles crisis o situaciones extranormalesNingún hospital está exento de sufrir algunas crisis de reputación tanto on como offline o situaciones que lo pongan en el punto de mira. Una presunta negligencia puede ponerlo en el foco de la atención, por lo que realizar un ejercicio de transparencia a través de sus propias redes sociales, puede, no solo ayudarle a gestionar mejor la supuesta crisis, sino a darle un valor añadido a su actuación, y por tanto, a su imagen.  

6. Ser más transparenteUn hospital que comparte su conocimiento, su contenido, sus investigaciones o sus vivencias como actor sanitario con el resto es un hospital transparente, algo que agradecerán los usuarios. Las redes sociales bien gestionadas pueden ayudar a mejorar esa transparencia tan necesaria en la gestión para crear confianza.  

7. Crearse una buena reputación onlineEsta característica tiene un poco de las otras seis. Cuando las redes sociales no existían (y las personas se miraban a la cara mientras conversaban), lo más importante para una institución sanitaria era tener una buena reputación, que el boca a boca fuera positivo, que los pacientes, usuarios o incluso médicos hablaran bien de ellos. Para mucho era muy importante, algo que sigue sucediendo tal cual, pero en otros canales. Muchos hospitales, y sobre todos los privados, pueden aprovechar en gran medida este nuevo canal para poder generarse un 'boca a boca online' positivo que haga que los propios pacientes y sanitarios quieran ser atendidos y trabajar en ese centro. 

A veces me pregunto por qué todavía se pone en duda el papel que pueden jugar e intento desmontar esta propia reflexión buscando los puntos que podrían perjudicarles, pero con una buena gestión, que ofrezca recursos, me resulta imposible encontrarlos con la suficiente claridad para que sean una amenaza, aunque seguro los habrá.  

Otras veces me pregunto por qué algunos hospitales abren perfiles en redes sociales sin saber ni siquiera lo que pretenden en ellas. Con lo fácil que es, a veces, saberlo. 

Que cada uno saque sus propias conclusiones. 

Ensayos sobre la eSalud: Las comunidades verticales ¿Más cerca de las empresas que de los pacientes?

Miles de millones de cientos de trillones de empresas pequeñas y grandes (quizás estoy exagerando un poco) se pasan el día intentando averiguar qué hacer para atraer miles de millones de potenciales pacientes (ahora no exagero tanto) en soportes de Internet. Lejos queda ya –al menos para los citados- esos tiempos en los que el paciente y el médico solo se veían en el ambulatorio o en el hospital, y allí establecían su relación, entre ellos y entre otros actores. Todo eso ha cambiado, como reflejamos en otro de nuestros ensayos sobre la eSalud. Y está cambiando, cada día más.

Como sucede, por ejemplo, en la cooperación internacional al desarrollo, preocupa siempre que los intereses de las empresas prevalezcan a los de los beneficiarios, en nuestro caso concreto, los pacientes. En ese caso, los beneficiarios no estarían en el centro de la ayuda (asistencia) y el proceso estaría viciado. Para no cometer ese error, es tan sencillo como el hecho de situar siempre las necesidades de los pacientes en el centro del proceso, algo que la eSalud está haciendo en la mayoría de los casos. Y si no lo está haciendo, debería.



Sin embargo, hace poco, en un acto de salud 2.0 al que acudimos, captó nuestra atención una conversación en el turno de preguntas entre un emprendedor/empresario de la eSalud, y pacientes, profesionales sanitarios y comunicadores especializados. Me llamó la atención por algunas de las afirmaciones que ahí se vertieron sobre el comportamiento de los pacientes en Internet, más concretamente sobre las comunidades verticales y su uso (para los que desconozcan lo que es una comunidad vertical, resumidamente son unas comunidades virtuales online que tienen una temática concreta y que reúnen un contenido de calidad para usuarios con intereses afines y que muchas empresas crean para fidelizar a sus usuarios).

En la conversación, el emprendedor/empresario llegó a plantear que el mejor lugar para que tenga lugar la relación entre médico y paciente son las comunidades verticales, y que se debería fomentar y ‘educar’ a esos pacientes para que las usaran, proponiendo la suya como ‘paraíso’ del paciente, porque presuponía que tenía todo lo que podía necesitar, algo que me resultó muy llamativo. La posterior reflexión que me planteé es ¿Sería mejor para los pacientes en Internet moverse exclusivamente en comunidades verticales?

Sobre el papel, una comunidad vertical puede parecer el sitio perfecto con todas las herramientas para que los pacientes se informen sobre lo que necesitan en Internet. Pero ¿Realmente lo son? La especialización y la implicación que suelen ofrecer estas comunidades son dos bazas y razones a favor junto con la experiencia que puede otorgar el hecho de encontrar a personas en tu misma situación.


Otros factores

Sin embargo, estos tres factores a favor, tienen algunos factores menos favorables en contra. Primero de todo, el enfocar a una comunidad vertical a los pacientes conlleva marcarles el camino, sacarlos de su 'zona de confort' en Internet y llevarlos a un terreno donde no se sienten tan cómodos, en  contra de sus necesidades primarias y a favor de las necesidades empresariales. 

Además, imponer o intentar que se usen va en contra de las necesidades que ellos mismos se marcan. Los pacientes prefieren elegir en Twitter o en Facebook a quién le preguntan, algo que no se escapa a nadie. Luego ellos ya deciden si le preguntan por ahí o través de una web o un blog.

Las comunidades verticales presuponen en el campo de la salud que el paciente quiere tenerlo todo en el mismo lugar, cuando no tiene por qué ser así. En definitiva, el paciente de un mundo físicamente delimitado hasta el extremo donde se lucha (y se paga) por el último centímetro de espacio no quiere oír hablar de fronteras en Internet.

Una empresa dedicada a la eSalud que apueste por las comunidades verticales como mejor y única vía para el paciente se estará olvidando de que el usuario es el que decide en última instancia donde va, y el que marca el camino que surge de sus propias necesidades, y no de las empresariales propias para su propio beneficio. Y por tanto, se está alejando de él y no lo está situando en el centro.  Un paciente que quiera poner un tuit para preguntar algo, lo quiere hacer libremente en Twitter, y no en otro lado. Y eso es un punto que hay que asumir ya. Es más, ya debería estar asumido.

Por tanto, ¿No debemos dejar a un lado los razonamientos lógicos que pueda hacer una  empresa concreta e intentar alinearlas con las necesidades del propio paciente? Los pacientes en Internet observan las herramientas que tienen y utilizan las que más le interesan. Será mucho mejor intentar construir herramientas interesantes que hacer interesantes las que a pesar de los esfuerzos no lo están siendo.


Ensayos sobre la eSalud: Los nuevos canales para el paciente ¿Igual de válidos?

Aunque a veces no somos conscientes de ello, en apenas unos años la tecnología ha revolucionado nuestras vidas, y por consiguiente, nuestro comportamiento. A la vez, Internet ha democratizado el mundo virtual (ya que el real por desgracia sigue sin estar tan democratizado como debería) en el que tantos usuarios dan rienda suelta tanto a sus pensamientos como a sus necesidades.

Hablando de necesidades, una de las cosas que más ha conseguido la tecnología aplicada a la salud ha sido poner encima de la mesa las verdaderas necesidades de los pacientes, en este caso, las han puesto ellos mismos gracias a las herramientas que le han otorgado. Esta situación ha hecho que los canales tradicionales en los que se veían médico y paciente, se dupliquen, guste o no a muchos actores sanitarios. Por tanto, al pregunta que nos hacemos es ¿Son válidos estos nuevos canales que la eSalud ha proporcinado para los pacientes y los ePacientes?

Para responderla, primero de todo, debemos responder a otra: ¿Dónde se ven ahora médico y paciente además de la vía tradicional que se había seguido hasta la irrupción de la tecnología? Está claro que para responder a esta pregunta, la primera respuesta que se te viene a la cabeza si estás dentro del porcentaje de población con acceso a Internet es en la propia red. Sin embargo, hoy día, Internet es tan amplio que necesitamos (y vamos) acotar esos canales.  

Un canal que se ha destapado como muy interesante para los pacientes ha sido el espacio que han ofrecido las redes sociales. Sí, Facebook, Twitter, Google + y otras redes sociales han supuesto una auténtica autopista abierta para el paciente, que puede buscar, localizar y preguntar directamente a médicos, terapeutas u actores sanitarios, sin tener que recurrir a intermediarios, y ni mucho menos, sin tener que moverse físicamente. Esto ha hecho que algunos de los propios actores sanitarios se hayan adaptado a estos canales para dar una mejor respuesta.

Otro canales

Otro canal de máxima relevancia, que venía ya desde hace algunos años consolidándose, es el de la blogosfera como punto de encuentro entre unos y otros. Los pacientes han mostrado el interés por información médica de calidad, y muchos profesionales sanitarios y empresas lo  están haciendo ya desde hace tiempo a través de blogs, conformando lo que se denomina como la blogosfera sanitaria. Dentro de esa blogosfera el paciente no solo puede acceder al médico, por ejemplo, sino también que este puede anticiparse a él, y ofrecer la información que el paciente puede necesitar. La ventaja que la blogosfera le llevaba a las Redes Sociales debido a su previo nacimiento le ha servido para atraer a gran número de ellos, que bucean encontrando el rincón en Internet que les resuelva las dudas.

Un tercer canal que ha explotado en los últimos 24 meses ha sido el de la tecnología móvil a través de las aplicaciones sanitarias. Quizás carece de la vertiente social de los otros dos, y a pesar de la cantidad de Apps que existen (trillones, y aquí creo que no estoy exagerando), todavía no goza de tanta fiabilidad por parte del paciente ni de los propios profesionales sanitarios en muchos casos. Además de acusar una falta de legislación, su talón de Aquiles ahora mismo, contra el que está compitiendo a la vez que pone techo a una burbuja, que muy posiblemente se tendrá que aclarar.

Otro canal no tan popular ni tan implantado (o al menos no con tanta masificación) es el qeu han habilitado las consultas online. Pero matizamos mucho esta afirmación, porque este canal puede incluirse dentro de los citados y ser a la vez un subcanal. La consulta online se puede hacer por una red social, por un blog, por una App o por la propia mensajería electrónica (email) o por otro soporte (videoconferencia, Skype, etc.), pero… ¿Tendrá toda la seguridad que puede tener una consulta tradicional con un médico o una gestión con una organización sanitaria? ¿Es capaz de estar a ese nivel?


Si hacemos esa consulta a través de una cuenta de Twitter, posiblemente no. Si lo hacemos a través de un mail de Gmail, posiblemente tampoco. Y si utilizamos una App sanitaria sin saber quién está detrás, aún menos. Sin embargo, la consulta online puede ser un muy buen canal para mejorar la relación entre médico y paciente si se hace a través de los soportes adecuados con las formas adecuadas, en los que prevalezca la seguridad por ambas partes, tanto por el médico, como por el paciente.










Usabilidad

Decidir cuál de estos nuevos canales es mejor o peor sin tener en cuenta factores relativos a la seguridad, privacidad, profesionalidad y seguridad del paciente posiblemente sería cometer un error inicial que viciara un proceso que todavía no está cerrado. El éxito de cada canal debe estar en su propio uso y en saber identificar los riesgos que puede entrañar cada uno, para salvarlos.

Actualmente, el camino de la usabilidad de estos canales lo está marcando claramente el paciente y está obligando a los propios actores sanitarios a adecuarse a ellos si quieren dar una atención adecuada a las necesidades del paciente. En este punto, la importancia de hacerlo se triplica en la sanidad privada, que debe acertar para llegar más y mejor a esos pacientes, por su posible conversión a usuarios futuros, o lo que es lo mismo, ingresos.

Se podría decir que estos son los nuevos canales más llamativos de la salud para el ePaciente, pero realmente lo son también para el paciente tradicional, siempre y cuando los quiera usar, y sin tener que ser en sus 360ª un ePaciente de libro, o para ir más acorde con el término, de eBook. 

Ensayos sobre la eSalud: ¿Se están aprovechando todas las oportunidades que existen?

Una de las oportunidades más claras que ofrece la eSalud, en la que todas las voces coinciden, es la poder mejorar la comunicación entre un triángulo al que ya hemos hecho referencia entre el profesional sanitario, la organización sanitaria y el paciente, algo que muchos entienden como una revolución de la sanidad tal si la comparamos tal y como se concebía hace unos pocos años atrás. La eSalud ha abierto un nuevo canal de comunicación entre los pacientes con los servicios de salud.


El hecho de mejorar esa comunicación 'empodera' (ese término tan mal traducido y que tanto está sonando en este ámbito y en otros muchos) al paciente y le ofrece al médico la posibilidad de mejorar su atención gracias a las nuevas herramientas que la tecnología le ofrece, estableciendo una relación actualizada, que personaliza más la medicina y acerca a ambos en varios canales hasta ahora no usados. Hasta aquí creo que todos más o menos de acuerdo. 

Esta nueva dimensión de la relación entre médico y paciente, que antes se limitaba a la consulta presencial en atención primaria, las urgencias o las consultas con los especialistas, ha hecho que se fortalezcan varios frentes en su relación, que se pueden entender como auténticas oportunidades que brinda la eSalud a los actores sanitarios para mejor su atención. Recopilamos a continuación algunas de las oportunidades que entendemos que pueden ser, de entrada, más provechosas:

1. Comunicación directa a tiempo real: el paciente tiene vía libre para consultar dudas acerca de su enfermedad, medicación, incluso pedir un diagnóstico inmediato o un segundo diagnóstico. Eliminar la barrera espacio-tiempo puede ser un pequeño paso para la tecnología pero un gran paso para el usuario.
2. Asistencia mejorada a pacientes crónicos: el paciente que tiene una enfermedad crónica con la que tiene que convivir el resto de sus días ha encontrado el aliado perfecto para que no quedarse al margen del sistema, y seguir recibiendo los cuidado que necesita en la medida adecuada. La tecnología le ha devuelto al paciente crónico la relevancia que nunca debió perder. 
3. Asistencia a pacientes dependientes: con un país cada vez más envejecido, no dar a salida a las demandas cada vez más crecientes de la población de mayores dependientes, podría suponer una grieta en el sistema sanitario. Sin embargo la eSalud, a través de la telemedicina empoderada con los últimos avances, mejora la atención médica o asistencial de este tipo de pacientes.  
4. Rehabilitación a distancia: una medida que todavía no se termina de contemplar como la más importante en nuestro país, pero que podría suponer una mejora en la atención para el paciente, y un increíble ahorro de costes mejorando la calidad en la atención para la organización sanitaria.  Mediante dispositivos tecnológicos el paciente realiza la actividad repetitiva y progresiva que el fisioterapeuta le aconseje. Por su parte, al especialista le permite llevar un control del progreso alcanzado por el paciente. 

Estas cuatro oportunidades que brinda la eSalud, ¿son realmente oportunidades reales? ¿Quién está haciendo más por ellas? ¿Marcan los pacientes la necesidad con su 'empoderamiento'?  O lo que es más importante ¿Se están aprovechando? 

Desde la perspectiva de los pacientes, pueden encontrar ya soluciones a los tres primeros casos. Quizás nos con la diversidad que desearían, pero sí que existen actualmente sistemas que le pueden hacer la vida más fácil si su demanda va enfocada a los casos citados. Diferentes soluciones se ofrecen por los actores sanitarios hoy día desde diferentes prismas que ensamblan esa nueva relación entre ambos en estas tres dimensiones citadas. Y que van a ir a más en los próximos años con casi toda seguridad.

Desde la perspectiva de los actores sanitarios, sobre todo en la sanidad privada y obviando el punto 4, se están ofreciendo también ya soluciones, en intensidad menor, sobre todo en los puntos 2, y 3. Los profesionales sanitarios están destacando en el punto 1 sobre las propias organizaciones, mientras que el punto 4 se presenta en España todavía como una oportunidad llena de retos. Está claro, según las experiencias de otros países, que la rehabilitación cardíaca mejora la vida de un paciente que ha padecido un mal cardíaco más que un paciente que no accede a ella. Sin embargo, y con el impulso que la tecnología le podría dar a este punto, aún no se está aprovechando del todo. Una tecla que todavía no se está tocando, o al menos, como se debería. 


Ensayos sobre la eSalud: ¿Un triángulo de oportunidades sanitarias?

Pacientes, profesionales e instituciones.
Se habla de eSalud, se define la eSalud, se enmarcan sus cualidades y las tendencias que van a marcar el futuro de la misma en un círculo visioso que cada vez parece que va a más, pero corre el riesgo de seguir siendo eso, un círculo, bucle, que no se transforme realmente en algo tangible de una forma rápida y eficaz ni para el médico ni para el paciente. De momento no está pasando. El sector privado está llevando el timón y marcando las pautas de todos los caminos que el sector público también podría seguir de una forma más intensa si se pusiera a ello.

Ante esta tesitura, se habla mucho de bases, de lo que engloba la eSalud, pero no se habla tanto de los beneficios que trae consigo su implantación. O no tanto como se debería. ¿Por qué pasa esto? ¿Todavía no es tangible para muchas personas y beneficiarios directos de la aplicación de la tecnología a la salud? ¿Qué tiene que pasar para que tanto la Administración Pública como la sanidad privada aprovechen (más, si ya lo están haciendo) estas oportunidades de mejora para el sistema que nos ofrece la era tecnológica en la que vivimos?

La Comisión Europea (es decir, la propia Unión Europea), ya mostró a a través de un informe el año pasado que había que apostar por la eSalud para no poner el riesgo el futuro del sistema sanitario, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya se ha ocupado hace unos años de definir las virtudes de la eSalud, mostrando su interés por la implantación de la misma en todo el mundo, algo que se presume todavía ciertamente lejano.

En España, la situación no está mucho más definida en el sector público, más focalizado ahora mismo en otras guerras sociales que en la propia revolución que se está viviendo en la sanidad gracias a la era tecnológica. Sin embargo, eso no impide que desde hace un par de años ya se puedan decir que están claramente definidos los cuatro grandes grupos de públicos de la eSalud:

1. Potenciales usuarios: todo el mundo susceptible de necesitar un servicio sanitario.
2. Pacientes: las personas que lo están utilizando, las asociaciones de pacientes, etc.
3. Profesionales: todo el profesional sociosanitario de la sociedad que genera los servicios sanitarios
4. Organizaciones sanitarias: hospitales, administraciones públicas, etc.


En definitiva, cuatro frentes abiertos para mejorar la calidad sanitaria en nuestro país que deberían deberían definir y ser el eje de la forma de la implantación de la tecnología en la salud, todos como grandes beneficiarios de lo que supone la misma: un nuevo canal de comunicación entre el triángulo que forman 1) usuario/pacientes (tanto si son potenciales como si lo están siendo en ese momento) con profesionales (médicos, enfermeros, etc.) e instituciones sanitarias

En este punto, habría que hacerse una pregunta de suma importancia. ¿Quién podría hacer mover este eje para que funcione y el triángulo se convierta en una rueda? Los servicios sanitarios trabajando conjuntamente con las asociaciones de pacientes ¿Podría ser una alternativa? 

La eSalud está dando lugar a un escenario constante, virtualmente optimizado, conectado, y eficaz, en el que no es necesario compartir un mismo espacio físico para que se de esa relación beneficiosa entre los cuatro grandes grupos citados, algo que nunca antes había sucedido, y que eso no excluya  precisamente el poder compartir ese escenario si tanto paciente como resto de grupos lo desean, y que mejore los canales de comunicación y, por tanto, la relación entre paciente-médico-instituciones que acabe mejorando la atención y por tanto la satisfacción y el resultado. Entonces, ¿estamos ante una oportunidad real?




‘Ensayos sobre la eSalud:’ ¿Avanza la eSalud?

De la misma forma que cada final de año comienzan a aparecer cientos de artículos sobre un tema recapitulando lo que ha dado de sí el ejercicio, a principio de año sucede lo mismo con artículos sobre tendencias que marcarán los siguientes meses. Como si de lluvia se tratase, inundan Internet de contenido efímero que suele perecer a los pocos días, y con el paso de los meses, nadie contrasta para ver si algún día se cumplió, hasta que llega final de año, y esas tendencias caen en el olvido para dejar paso a otras. Pero ¿Avanza la eSalud?

Precisamente en este ensayo vamos a hacer eso, contrastar este tipo de información sobre los vaticinios de la eSalud para ver si se cumplieron o no. Y en ese caso ver también si aportan algo al mundo de la eSalud o simplemente se trata de 'infoxicación' oportunista (y ciertamente lógica, de final y principios de año, porque al actor en la materia que no le interesen las recapitulaciones temáticas o tendencias futuras en un tema como la eSalud, miente deliberadamente), de presagios demasiado aventurados para el avance del mercado o simplemente de vaticinios superficiales que no se corresponden con la realidad de los beneficiarios de la eSalud.

De entrada, partimos de la base de que la eSalud sí avanza. La tecnología no para de avanzar, los pacientes online van en aumento y los otros actores de la eSalud (médicos, instituciones) que se rodean de tecnología para mejorar su trabajo van in crescendo. Sin embargo ¿Es oro todo lo que reluce en esta e minúscula que las TICs han pegado a la palabra salud?

Para realizar este ejercicio y poder responder a la pregunta que nos planteamos en el ensayo, nos vamos a trasladar a últimos de 2012, principios de 2013, hace aproximadamente un año, cuando muchos artículos sobre tendencias para los próximos 12 meses inundaban los blogs de tecnología y salud. Por ejemplo, una consultora internacional apuntaba como mayor tendencia en eSalud para 2013 la reducción de costes y la mejora de la salud de los pacientes. Dos elementos muy importantes y básicos, en los que se apoya la eSalud. Pero, ¿Realmente esto se ha conseguido un año después? ¿Algún actor se ha ocupado de medirlo? ¿O es simplemente es una frase biensonante que se repite año tras año?

A colación de este dato, a finales de 2013 (un año después) otra consultora americana concluía en su informe que la eSalud en 2014 será una tendencia al alza debido a su capacidad para mejorar la atención sanitaria. Y la pregunta que nos realizamos es ¿Con respecto a qué? ¿Al año anterior? ¿Mejorar la atención sanitaria y mejorar la atención de los pacientes no viene a ser lo mismo? ¿La misma tendencia dos años seguidos?

Otros ejemplos

Del mismo modo, me traslado esta vez a principios de 2012, cuando empezó a sonar con fuerza el concepto de la medicina personalizada por las propias TICs. Casi dos años después, el concepto sigue siendo tendencia, revestido de otras palabras. ¿Está realmente la medicina más personalizada que hace dos años? ¿O no lo está y por eso sigue siendo tendencia? Es ahí donde vamos y es igual de aplicable a la mejora de la atención sanitaria. La falta de medición, de indicadores, a veces hace quedarse en capas superficiales, en este caso, a la propia medicina personalizada, para saber si realmente la medicina, y valga la redundancia, está más personalizada ahora que hace dos años, de la misma manera que la eSalud ha mejorado la atención más este año que el anterior. Una respuesta que tenemos que suponer que es sí.

¿Cómo puedo saber si se ha avanzado en ese camino? En estos y en otro, como el de los Big Data, tendencia año  tras año, y que lo sigue siendo, como si nada hubiera cambiado. En el fondo siento que todo lo que es tendencia año tras año es como si no se hubiera consolidado ni aterrizado. Y por consiguiente, que no está implantado del todo.









Nos vamos al caso contrario, la tendencia que sí es tendencia un año y lo deja de ser al año siguiente. Precisamente por eso, porque se ha consolidado. Esto se ve muy bien el mercado de la mHealth. En 2012, la mayor tendencia futura para el año siguiente apuntaba hacia el boom que iban a vivir las app móviles en el campo de la salud (de hecho, en 2012 ya se estaba viviendo). Y se acertó: 2013 cerró con cerca de 100.000 apps móviles disponibles y un número exagerado jamás imaginado por muchos de descargas. Sin embargo, un año después, la tendencia ya no es la app móvil sanitaria en sí (ya está implantada en el mercado) sino cómo usarla para sacarle beneficio, algo que responde positivamente, en este caso, a nuestra pregunta inicial.

Ante esta tesitura, ¿podemos decir que avanza la eSalud? Pregunta muy peliaguda y arriesgada pero que en cualquier caso tiene una respuesta positiva. Sí, avanza, y lo hace porque la tecnología avanza a un ritmo frenético y la eSalud no está dispuesta a retroceder. Se puede estancar –que no es el caso-, ralentizar o seguir a un ritmo menor del esperado, por un derrotero en el que no se creía que iba a andar, pero sí avanza.


Sin embargo, ¿no es hora de que la eSalud comience a aterrizar un poco más a niveles más profundos y menos generalistas para saber y no suponer si, de alguna manera, el actor está cada vez más integrado en sus herramientas y le está resultado más beneficioso y atractivo el modelo que propone? Es hora quizás no de apartar las grandes tendencias generalistas, pero sí de colocarlas en su sitio, darle el valor que tienen y centrarse en otras estructuras más localistas para acercarse a algo más perceptible y tangible por los beneficiarios finales.  

Ensayos sobre la eSalud: Radiografía de la primera pestaña de Google

La primera pestaña de Google suele ser la meta para muchos actores de Internet. Es el objetivo máximo, el escaparate que necesitan para comunicar su mensaje y captar a sus adeptos para venderles sus 'productos' o simplemente, un lugar en el que han llegado por la fórmula de un algoritmo que supuestamente pocos conocen a la perfección.

La visibilidad que puede dar estar entre las 10 entradas que el buscador rey muestra en sus búsquedas es algo que por desgracia muy pocos puedes disfrutar. Esa visibilidad se suele traducir en visitas, que justifican, en muchos casos, la existencia de publicaciones, servicios y productos, entre otros.

Cuatro primeras entradas en Google por eSalud a 13/2/14.
Si buscamos en el buscador por eSalud (según estaban colocadas el 10 de febrero), podemos hacer una clara radiografía, ya que en 2014, solo han intercambiado sus puestos. De las 10 entradas que muestra Google por eSalud, la , inamovible desde hace años, es la definición de wikipedia. Una página no excesivamente completa, pero que es la referencia de la búsqueda de la palabra en castellano para muchos, y que está hecha, libremente, por los propios usuarios, como wiki real que es, con administradores múltiples.

Presencia LATAM

De las otras nueve, cinco son de América Latina, cuatro de ellas de portales institucionales: la 2ª es un portal de Perú; la 7ª una entrada de un portal universitario de Colombia; y la la 8ª y la 9ª entrada pertenecen a la Organización Panamericana de la Salud (PAOH).  La 5ª, por su parte, es una presentación de slideshare sobre un informe que aborda la tecnología aplicada a la salud realizado por una empresa de Chile, y que ha entrado hoy mismo en el Top 10 relegando a una tercera entrada de la PAOH. Esto pone de manifiesto que la mitad de entradas en la primera pestaña de Google proceden directamente de Latinoamérica, mostrando la fuerza de las búsquedas y la generación de contenido desde fuentes institucionales del mercado hispanohablante. 

Entradas ¿fantasma?

Los otros cuatro restantes tienen diferentes vocaciones. La entrada que se ve en la pestaña de Google, en el podium desde hace bastante tiempo también, llama mucho la atención. Es propiedad de Movistar, pero bajo su antiguo nombre de Telefónica, y viene a hacer las veces de portal de eSalud, desde el que supuestamente promueve el desarrollo de servicios innovadores en el area de esalud y posiciona su imagen. Sin embargo algunos enlaces no funcionan y no parece tener ninguna conexión actualizada con ninguna acción ni de Movistar ni de la Fundación Telefónica. 

7 últimas entradas de la 1ª pestaña de Google por eSalud a 12/2/2014.
La 6ª y la 10ª entrada pertenecen a la Fundación sin ánimo de lucro FeSalud, y su revista sobre la materia, que llevan casi un año sin ninguna actualización, y da la sensación de ser un proyecto abandonado, aunque no lo esté, algo que desconocemos.

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La 4ª posición  es para este blog, (el único entre los 10 primeros). Llama la atención ver algunos blogs, agencias y noticias sobre eSalud, bastantes más actualizados, cargados de contenido interesante y con más publicaciones mensuales que las entradas de la primera pestaña, en la segunda. La desactualización en términos de eSalud parece no importarle mucho, al menos de momento y visto lo visto, al algoritmo americano. Seguiremos informando sobre lo mucho (o poco) que cuesta mantenerse en ella para algunos. 


Ensayos sobre la eSalud: ¿Qué papel juega la telemedicina en ella?

Más de una vez leo, escucho y veo que se habla de telemedicina y eSalud indistintamente, incluso a veces se engloba un término dentro del otro, o viceversa, por lo que se trata como si fuera lo mismo o casi lo mismo. Creo que esta situación, dentro de lo que cabe, es hasta normal. Quizás muchos de los que usan estos términos realmente no se han parado a pensar lo que significa exactamente cada uno. O todo lo contrario, sí lo saben, y por eso los usan. En mi caso me he parado a pensar muchas veces en el punto que diferencia los dos términos, he incluso he definido en algún artículo de este blog la telemedicina como un pilar de la eSalud, pero sin profundizar mucho, y siempre desde un punto de vista estructural.  
La telemedicina ha revolucionado la medicina desde su inicio.

Sin embargo, ha llegado el momento en el que me pregunto varias cosas a las que siento que ya le tengo que dar una respuesta. Pero como no sé si mi respuesta será realmente la correcta, voy a intentar aplicar la duda metódica de Descartes -con permiso de los amantes de la filosofía- para intentar responderlas y buscar una evidencia indubitable que me lleve a resolver estas dos reflexiones: ¿Realmente es lo mismo un término que otro y los puedo utilizar indistintamente o son independientes? ¿Tienen diferentes funciones y, por tanto, distintos matices? 

Empecemos por la telemedicina. Una forma muy sencilla de definirla -quizás demasiado general-, sería "medicina a distancia". Obviamente vendría definida así por su prefijo 'tele' (del griego, lejos). Sin embargo, en algunas definiciones del término, nos encontramos que viene directamente referido como e-Salud e incluso se cuestiona su simultaneidad. 

Para resolver mi primera reflexión, debo contestar primero a esta cuestión: ¿Es lo mismo una cosa que la otra? De nuevo, para responder a esta pregunta debo dudar de que se sean lo mismo ambos y hacerme automáticamente otra pregunta más: ¿Toda la eSalud supone estrictamente realizar una medicina a distancia? Mi respuesta en este caso es negativa, por lo que entiendo que son términos con un significado diferente que no se deben utilizar indistintamente para hablar con propiedad, por lo que respondería mi primera reflexión.

Sin embargo, estas preguntas me llevan a otra que me surja otra: ¿Es posible realizar telemedicina sin aplicar las TIC? Esta pregunta es más compleja. Aunque la respuesta pueda parecer a primera vista también negativa, hay que remontarse a los inicios de la telemedicina, a principios de siglo XX, porque aunque sea un término que ahora se asocie directamente a las TIC, y por tanto, a la eSalud, es anterior o ambos. Ya existía telemedicina muchos antes de la era tecnológica.


Una doctora rodeada de tecnología en su mesa de trabajo.
Es por este razonamiento tan sencillo que considero la telemedicina como un aspecto fundamental de lo que es, primero, la salud, y de lo que están siendo la eSalud, sobre todo reforzado tras el nacimiento de las TICs y la aplicación de las mismas a la salud. La función de la telemedicina se ha reforzado, ampliado y mejorado gracias a las TICs, como le ha pasado a otros aspectos de la medicina, que forman parte de la sistema sanitario. 

Dicho esto, puedo llegar al a conclusión de que la eSalud engloba a toda la estructura de la sanidad que está apoyada por las TIC, sean o no a distancia. Es ahí exactamente donde está la matización del término entre telemedicina y eSalud,y es ahí donde responde a mi segunda reflexión inicial. 

Es más, me atrevo a poner un ejemplo práctico, muy simple, y diría que hasta muy criticable. Si eliminamos los 'prefijos' a ambas palabras, nos quedamos con 'salud' y con 'medicina'. ¿Son lo mismo estas dos palabras? Evidentemente no. La medicina, la ciencia que estudia la salud, sirve para curar, es decir, para apoyar al estado de bienestar físico y mental del ser humano. Por tanto, aplicando las leyes de la lógica (y me apoyo ahora en otro filósofo Aristóteles, de nuevo con permiso), la telemedicina sirve para implementar una parte de la eSalud, y por tanto, mejorar la salud del ser humano usando -hoy día- la tecnología, pero siempre que sea a distancia. 

Increíble en el mundo de los filósofos citados, realidad en la era tecnológica en la que vivimos. 

Ensayos sobre la eSalud: 10 beneficios que aporta al sistema sanitario

Los beneficios de la eSalud.
Todas las tendencias en el ámbito de la sanidad apuntan a que el 2014 será el gran año de la eSalud. Muchos artículos cerrando 2013 y abriendo 2014 apuntaron hacia este principio. Sin embargo, ¿qué aporta la eSalud realmente a todos los actores implicados en ella (instituciones, personal sanitario, pacientes)? 
Contestar a esta pregunta puede ser un largo debate con respuestas muy diferentes, pero a continuación vamos a enumerar algunos beneficios que consideramos que aporta la eSalud:

1. Ofrece mejores resultados en varios ámbitos. Sobre todo para realizar prevención y pronóstico de enfermedades a través de lo que aportan las nuevas tecnologías. 
2. Personaliza mucho más el sistema sanitario. Los pacientes dejan de ser un único número para tener nombre y apellidos. Su información está más accesible y ellos pueden acceder a más servicios e información que antes. 
3. Registros médicos más accesible de los datos del paciente. Se acaba con la barrera espacio/temporal hasta ahora limitada. 
4. Empoderamiento de los ciudadanos. Ciudadanos que son pacientes que pueden influir en la evolución, adaptación y decisión de las políticas y servicios relacionados con la atención de salud. Pueden mostrar sus necesidas y hacerlas llegar más fácilmente y de una forma más directa.
5. Soporte a politicas sanitariasPermite dar un adecuado soporte a cualquier política sanitaria relacionada con las necesidades de los ciudadanos, con la prestación de cuidados o con la gestión telemática de servicios
6. Garantiza el derecho de los ciudadanos a la atención sanitaria. Sin importar su condición personal.
7. Facilita la movilidad geográfica. No importa donde estén, puedes recibir atención si tener que desplazarse a un punto físico concreto. 
8. Favorece un marco de igualdad de oportunidades para todos. Por su accesibilidad.
9. Seguimiento seguro. Permite realizar un seguimiento médico del paciente, a tiempo real, almacenando de una forma segura los datos sobre su salud.
10. Mejora la rapidez en la atención y la accesibilidad. Puedes evitar esperar para acceder a una consulta o a un segundo diagnóstico.

¿Crees que hay más beneficios? ¿Cuáles? ¿Qué crees que nos hemos dejado por el camino?

Ensayos sobre la eSalud: una definición en 1000 palabras

El término eSalud, traducción de eHealth, y que hace referencia a la salud electrónica (e), empieza a utilizarse de una manera digamos que masiva. Más de un millón de entradas en Google y muchos artículos, informes, blogs y términos en algunas redes sociales que empiezan a copar Internet sobre una palabra que ni siquiera está reconocida por la RAE. Sin embargo, ante tanto uso, cuando hablamos de eSalud, ¿seríamos capaz de definir lo que significa? ¿De explicar exactamente que es? ¿A qué nos referimos? ¿Se utiliza correctamente?

Ante esa tesitura que nos hemos encontrado, vamos a intentar profundizar en el mismo término aclarando el concepto en la medida de lo posible y de una forma constructiva y sencilla. Si buscamos en Google, la máxima referencia para este término en búsquedas en castellano viene dada por Wikipedia. Su entrada sobre eSalud tiene dos definiciones para explicar el concepto. La primera está extraída del Informe eEspaña 2006, de la Fundación Orange y reza así:


"La eSalud se define como la aplicación de las Tecnologías de Información y Comunicación en el amplio rango de aspectos que afectan el cuidado de la salud desde el diagnóstico hasta el seguimiento de los pacientes, pasando por la gestión de las organizaciones implicadas en estas actividades. En el caso concreto de los ciudadanos, la eSalud les proporciona considerables ventajas en materia de información, incluso favorece la obtención de diagnósticos alternativos. En general, para los profesionales, la eSalud se relaciona con una mejora en el acceso a información relevante, asociada a las principales revistas y asociaciones médicas, con la prescripción electrónica asistida y, finalmente, con la accesibilidad global a los datos médicos personales a través de la Historia Clínica Informatizada"
Y la segunda, de la Revistaesalud.com, editada por la Fundación para la Salud:
“La eSalud no es un modo alternativo o adicional de atención sanitaria como consecuencia de la aplicación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), sino formas diferentes de prestar servicios ordinarios; en muchos casos, de forma más eficiente y efectiva, y en otros, de forma más equitativa, gracias al potencial de cambio que las mismas facilitan, para poder mejorar: la accesibilidad, rapidez en la atención, reducción de tiempos de respuesta, implantación de alertas, ahorro de costes, precocidad diagnóstica, mejora de la efectividad diagnóstica o terapéutica, mejora en la calidad del servicio, etc."

A estas dos citas se les podría achacar que provienen de fuentes sin tanto peso dentro de un contexto internacional. Si nos vamos a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la eSalud, a la que define como cibersalud, significa lo siguiente:

"El apoyo que la utilización costoeficaz y segura de las tecnologías de la información y las comunicaciones ofrece a la salud y a los ámbitos relacionados con ella, con inclusión de los servicios de atención de salud, la vigilancia y la documentación sanitarias, así como la educación, los conocimientos y las investigaciones en materia de salud"
Pero ¿Puede estar la clave fuera de las definiciones? ¿Son realmente necesarias? El blog de AItor Guitarte Somos Medicina publico un artículo en el que se posicionaba bastante crítico con la marea de definiciones de eSalud que copan Internet. 
"Hay que dejar de perder el tiempo definiendo, ya que la eSalud la vamos creando cada día. La incorporación de nuevas vías de comunicación con pacientes sólo es una anécdota curiosa porque en su base, la eSalud seguirá naciendo de ese interés por compartir conocimientos. No importa que sea mHealth, Medicina2.0, HCE, telemedicina, etc. Lo relevante es que sepamos adaptar las herramientas de las que disponemos en cada momento para atender e informar de la mejor manera posible"
Obviando, de momento, esta última reflexión, los tres términos anteriores citados (nada parcos en palabras) ¿No son demasiado lejanos para el usuario que se encuentra por primera vez esta palabra o que la ha leído muchas veces sin saber realmente definirla? ¿No son muy abstractos o teóricos?  Para entender y facilitar la comprensión del concepto, vamos a desmontarlo. Desconstruirlo para volverlo a construir.  

Empecemos por la misma morfología de la palabra esalud, compuesta por e + salud, que hace referencia a una traducción spanglish de eHealth (electronic-health), que traducido viene a ser 'salud electrónica'. Y si en esta fórmula virtual despejamos la 'e', como si fuera una ecuación, nos quedamos con la propia palabra salud. De nuevo, según la OMS definió en 1948, la salud es:

 "Un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”

Sin embargo, años más tarde, en 1992, un investigador amplió la definición de la OMS, y agregó un final que consideró necesario transcurrido 44 años:

 "...y en armonía con el medio ambiente" 

Por ende, desde la entrada de la tecnología en la salud, el concepto se debería volver a ampliar a:

"Un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento, y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades, en armonía con el medio ambiente y en consonancia con las nuevas tecnologías de la información y comunicación"

Esto ratificaría esa idea del artículo de Guitarte citado anteriormente en el que deja ver que una definición se va creando cada día y no de repente. Por tanto, y como conclusión de esta reflexión, proponemos una definición de eSalud corta, concreta, sencilla y de fácil comprensión, para seguir clarificando el concepto, que es de lo que creemos que se trata: 

"La aplicación de la tecnología a la salud para mejorar las herramientas de los actores que intervienen en el proceso sanitario con el fin de mejorar la calidad de la atención de los pacientes"
Es solo una definición que queremos aportar para seguir poniendo las bases de la eSalud española y entender su dimensión, lo que está aportando, lo que puede aportar, y lo beneficioso que puede ser su implantación en la relación entre médicos y pacientes.