Los 5 hospitales españoles que mejor utilizan Twitter


A pesar de que los datos de la implantación media de un hospital español en las redes sociales no superaban el 6% en 2012, no se puede decir que algunas no interesen a los centros sanitarios de nuestro país. Son muchos centros sanitarios los que están ofreciendo algún tipo de servicio a los usuarios que lo deseen a través de los canales social media, sobre todo a través de blogs, Facebook y Twitter, mayoritariamente, aunque algunos incluso se atreven por otras menos utilizadas.

Centrándonos en el caso de Twitter, cuando esta red social comenzó a hacerse popular en España hace unos años, seguro que muchos no se esperarían que algunos hospitales pudieran interesarse en abrir una cuenta, ni si quiera por utilizarla para ofrecer información a sus pacientes. Sin embargo, la realidad tecnológica ha cambiado el panorama inicial.

A fecha de febrero de 2013, los hospitales adelantados de la clase en Twitter (según cuentas oficiales) son:

1. Hospital Clínic (Barcelona) @hospitalclinic


Líder indiscutible en Twitter entre los centros sanitarios españoles, tanto en castellano como en catalán. Más de 6800 seguidores repartidos entre las cuentas -una para cada idioma- a través de las cuales el hospital informa puntualmente de su actividad.  Más de 4300 seguidores en castellano, y 2.500 en catalán a pesar de que su índice de mensajes no es tan alto como el de otros hospitales, aproximadamente 600 mensajes por cada idioma, pero muy contundentes. 


2. Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) @HSJCBCN 

El hospital materno infantil de Esplugues de Llobregat se coloca segundo en esta clasificación, gracias a su política de implantación en redes sociales, una de las mejores de este país. Su atención integral a pacientes, incidiendo en la vertiente humana, se ocupa también, y mucho, de la vertiente social media. Más de 3500 seguidores, sólo superado por la cuenta en castellano del Hospital Clínic, y subiendo a muy buen ritmo, habiendo ya lanzado más de tres mil mensajes por esta vía.


3. Clínica Teknom (Barcelona) @Clinica_Teknom

El prestigioso Centro Médico Teknom, uno de los hospitales líderes del sector sanitario privado en España, se coloca como el tercer hospital con más seguidores en Twitter, superando los 3.200, siendo uno de los que más actualiza su perfil, con consejos diarios, noticias y abundante información sobre especialidades médicas.


4. Hospital Universitario Son Espases (Palma de Mallorca) @SonEspases

El predecesor del mítico hospital de Son Dureta  se puede considerar un nativo tecnológico, ya que apenas lleva tres años abierto. Por eso mismo, apuestan por un canal como Twitter para informar constantemente de todas las mejoras e incorporaciones a un hospital que, a pesar de ser nuevo, no para de renovarse. El cuarto hospital más seguido en Twitter del país con más de 2.500 seguidores.


5. Hospital del nens (Barcelona) @HospitaldeNens

A apenas 300 followers de Son Espases, se coloca como quinto este hospital infantil con más seguidores en Twitter. Es uno de los centros pioneros en asistencia, docencia e investigación en el campo de la pediatría en nuestro país, y data de una antigüedad de más de 127 años. Su timeline es un auténtico foro de consejos para madres y padres, que no dejan de preguntar dudas sobre la salud de sus hijos.


Cuatro hospitales de la provincia de Barcelona y uno de Baleares conforman este quinteto. La Clínica Universidad de Navarra y el Consorcio Hospital Universitario de Valencia se colocan en la sexta y séptima posición respectivamente. Ningún hospital de Madrid está entre los más seguidos.  


La ‘Social Media Connection’ de los hospitales españoles

Las redes sociales están muy implantadas entre los internautas españoles. Independientemente de que más del 70% de ellos utiliza Internet para visitar alguna de sus redes sociales (datos registrados a fecha de mediados de 2012), el uso creciente de estas plataformas es cada vez mayor, y no sólo para relacionarse socialmente.

Las redes sociales comienzan a unir a centros y pacientes.Las búsquedas sobre información de salud no paran de crecer y los internautas han empezado a utilizar los Social Media para consultar datos que antes miraban en una enciclopedia, o más recientemente en blogs o en buscadores, con Google a la cabeza. 

Datos o consejos sobre enfermedades, médicos, consultas, noticias, preguntas y opiniones de otros internautas comienzan a ser muy habituales en las redes. 

De hecho, se estima que más de un tercio de los españoles utiliza Internet para buscar información sobre salud, por lo que queda clara la demanda creciente que existe sobre este asunto en la Red.

Sin embargo, si miramos a un ente concreto como son los hospitales españoles nos podemos formular la siguiente pregunta: ¿Están lo suficientemente implantados en Internet para dar respuesta a toda esta demanda creciente de información? El Observatorio Permanente de las TICs en Salud, promovido por la Universidad Politécnica de Valencia, trabaja diariamente para contabilizar la implantación de las redes sociales en 789 hospitales de nuestro país. De su estudio se desprenden datos que nos pueden dar muchas pistas para responder a la pregunta formulada. 

Redes Sociales


Según sus datos, 71 hospitales, tanto públicos como privados, disponen de una página abierta en Facebook. Si sumamos los hospitales dependientes de estos centros, la cifra asciende a 75 de un total de 789, de lo que podíamos extraer que un 10% de los centros tienen aproximadamente implantación Social Media.

La segunda red social más implantada es Twitter. La red del pajarito hablador tiene entre sus cuentas a 54 hospitales españoles, algo menos de un 7%. En tercer lugar se sitúa YouTube, que un excelente medio audiovisual para difundir contenidos sanitarios, que usan 41 hospitales, o lo que viene a ser lo mismo, aproximadamente un 5%.  Google Plus tampoco arranca en este sector, con seis hospitales únicamente con perfil en ella, mientras que otras redes como Slideshare la usan cinco hospitales; Linkedin, cuatro; Pinterest, dos; y Vimeo y Tumblr, uno.

Páginas web


La implantación de las redes sociales en los hospitales es cada vez mayor.
Sin embargo, las cifras son más altas si atendemos al número de hospitales que tienen una web propia, un total de 410 centros (447 contando centros dependientes). En cambio, 310 de los 789 centros todavía no tienen web. Mientras, 76 hospitales (que llega hasta 92 sumando dependientes) sí han apostado por tener presencia online gracias a una página abierta en Wikipedia.  

Por tanto, podemos concluir que aunque han sido muchos los hospitales que en los últimos tiempos han dado el paso a tener presencia online para en la manera de lo posible poder atender las demandas de información de los pacientes, todavía hay mucho trabajo por realizar para conseguir una buena conexión entre las redes sociales de los hospitales y los usuarios de las mismas, para conseguir una interacción positiva ente ambos actores que aporte satisfacciones por los dos lados. 

¿Qué apps sanitaria me puede resultar más útil?


La falta de regularización y el vacío legal no provoca que las aplicaciones sanitarias que hay ahora mismo en el mercado sean deficitarias, lo único que hace que el usuario que las usa no tenga la certeza de que lo que está usando realmente mejorará su salud sin ningún perjuicio para ella, como podría suceder en algunos casos.


Además de algunos criterios que se deben seguir a la hora de calificar si una aplicación sanitaria es segura, y que ya hemos apuntado en otro artículo de este blog,  podíamos enumerar algunas razones en las que fijarse que, a falta de legislación, nos digan u orienten sobre cuáles pueden ser más útiles que otras, de todas las que hay en el mercado actual, tanto español como internacional.


Los comentarios. Mientras más valoraciones positivas de otros usuarios que la hayan usado tenga, mejor será esa aplicación. El boca a boca, el efecto viral de algo que funciona, hay que tenerlo en cuenta. Pregunta, consulta y busca algo que te indique que se está usando con éxito.

 La capacidad de resolver problemas. Una aplicación que solo sirva para almacenar información, pero no resuelva ninguna cuestión que el usuario pueda plantear, no tiene sentido como tal. Debe ofrecer respuestas a preguntas.


Fácil de usar e intuitiva. Es muy importante que se entienda rápido y no haya que darle muchas vueltas. No debe ser muy difícil de entender, ni mucho menos confundir. Si fuera así, descendería su uso, y por tanto, no sería buena aplicación.


Actualizada con frecuencia. Debe tener mejoras constantes, es decir, debe reinterpretar el tópico de 'actualizarse o morir'. Nuevas versiones cada cierto periodo de tiempo. Si no se actualiza, se queda atrasada y denota que la empresa que está detrás no está trabajando en ella.


Inteligible. Si la información que ofrece es correcta, pero no llega a la persona porque no la entiende o la entiende mal, no tendrá sentido porque su función final puede verse minorizada por la dificultad en la comprensión.


 Seriedad para no confundir ni alarmar. La búsqueda de información, aunque sea a través de una aplicación, podría llevar al paciente a pensar que está enfermo. Una aplicación que no ofrezca una información fiable, no cumplirá su función y por tanto no será útil.

Cómo saber si una apps sanitaria es segura si no existe legislación


Muchas aplicaciones sanitarias son seguras, pero no existe certificación.

Mucho se está hablando de la burbuja de aplicaciones sanitarias y la poca o inexistente certificación de las mismas. Desde la entrada del smartphone, cada vez más personas las están usando. Ante un mercado que no para de emerger, la pregunta patente que se hacen cada vez más tanto profesionales sanitarios como usuarios de esas aplicaciones es la misma: ¿Son seguras? Mientras tanto, la latente que deberían hacerse ambos y también las Instituciones sanitarias es: ¿Responden a alguna necesidad del paciente o sólo buscan tener muchas descargas?


Son muy pocos los médicos que recomiendan aplicaciones a sus pacientes, pero muchos los pacientes que no paran de bajarse aplicaciones de diversa índole: desde controles de tensión o aviso para medicación hasta las que responden a preguntas sobre la salud de un bebé, de un enfermo adulto, etc. Algunas tienen muchos usuarios y consiguen una popularidad muy alta, que les da a la vez mucho prestigio pero, ¿eso las convierte en seguras?


En un país en el que se regula casi todo, existe un enorme vacío legal en lo que a certificación de aplicaciones sanitarias se refiere. Ni instituciones sanitarias, ni Gobierno central ni Comunidades Autónomas parece que vayan de momento a preocuparse por este aspecto. Y aunque lo hicieran a partir de mañana, ya lo dice el sabio refranero popular español: “Los asuntos de Palacio, van despacio”.

Mientras que eso no suceda o no exista, por ejemplo, un sello al que adherirse para obtener certificación, para saber si una apps sobre salud es segura hay que seguir, como mínimo, estos cinco criterios:

  • Tener referencias. Saber si la respalda alguna institución público o privada.
  • Conocer la procedencia. Hay que cerciorarse que la misma aplicación identifica al equipo médico o las personas que están detrás. Es necesario conocer en qué país está el remitente, y si hay alguien detrás de ella identificado.
  • Confidencialidad. Algunas aplicaciones, cuando se descargan acceden automáticamente a cualquier dato del teléfono del paciente, sin este en la mayoría de los casos saberlo. Por eso hay que estar seguros de los permisos que tiene esa aplicación en cuanto al acceso a nuestra información, como fotos o datos de la agenda telefónica. Tanto el sistema del Iphone como el de cualquier otro Smartphone  no cesan de almacenar información privada sobre nosotros y podría ser peligroso que una aplicación sanitaria no segura acceda a ella.
  • Actualización. La medicina avanza muy rápido y que haya aplicaciones sanitarias con más de un año de vida sin actualizaciones pueden convertirse en trampas de salud para sus usuarios.
  • Sentido común. El criterio más importante de todos. Una aplicación no deja de ser una aplicación por muy útil que sea. Algunas sirven para dar información, y otras para ayudar, pero en ningún momento sustituyen a  una consulta al médico, algo que se debe tener en cuenta.


En definitiva, la mayoría de las aplicaciones sanitarias, sobre todo las más populares, son seguras mientras no se demuestre lo contrario, pero no existe certificación internacional nacional aún que las homologue. Por tanto, el uso seguro requerirá mucho sentido común.


Tipología de los ‘eHealth Doctors’: el poder ‘in crescendo’ de la web social


Los profesionales sanitarios que deciden compartir sus conocimiento en la Red no son todavía tantos como los que podrían ser, pero sobre los que hay, ya se puede establecer, a grandes rasgos, una clasificación.


Las sanidad y la tecnología van de la mano en el mundo del futuro.
Existe un primer grupo que engloba a los que, conscientes del auge de Internet, deciden ir por la vía rápida para figurar pero sin adentrarse demasiado. Colaborar con alguna web o soporte digital sin profundizar más allá. Una columna, un post semanal, mensual o alguna indicación dando consejos u ofreciendo soluciones a problemas comunes suele ser su aportación a la web social.  

Podríamos catalogar a un segundo grupo configurado por profesionales sanitarios muy proactivos, que deciden empezar una aventura online abriendo su propio blog, un lugar en los que comentar aspectos que se encuentran en su quehacer profesional diario, y que pueden servir a otros pacientes que tengan el mismo problema. Así, los internautas que lleguen a estas páginas podrán obtener información de un profesional y contrastarla con la que ya tengan, sobre todo si no está obtenida de fuentes sanitarias fiables.

El tercer grupo sería una prolongación del segundo. Los más arriesgados. Por diferentes motivos deciden ir un poco más allá y apostar por completo por las TICs en su trabajo desde el inicio. Están decididos a trazar una relación transversal entre las necesidades de los demandantes de información sanitaria en la red, y su sabiduría y diagnósticos. Unirlos en el tiempo y en el espacio a través de herramientas que establezcan una relación en la Red lo más idéntica posible a la que se estable en una consulta física, pero con un soporte tecnológico entre ambos. Me refiero a los profesionales que se atreven a dar un paso al frente y abrir consultas online.


Accesibilidad


La accesibilidad a Internet es muy importante para la eHealth.
Sin embargo, la realidad no va tan rápido como a muchos les gustaría. Gran parte de los profesionales sanitarios no ven todavía accesible un mundo en el que algunos (pocos, pero cada vez más) ya se mueven como pez en el agua. Abandonar su consulta tradicional (aunque sea sacrificar algunas horas a la semana) para enfocarse en algo tan virtual supone un escalón demasiado grande para muchos de ellos, que prefieren seguir tal y como lo están haciendo. Al menos, de momento, y mirando de reojo lo que hacen sus compañeros que sí han decidido dar el paso. Quizás algún día deciden dar ese salto e imitarlos, pero en la coyuntura actual, son reacios a ello.

Aún así, ¿por qué cada vez hay más médicos que se atreven a comenzar a atender online a sus pacientes? Y lo que es más llamativo ¿Por qué no ofrecerles a los pacientes que demandan tanta información en Internet la fiabilidad sobre lo que necesitan y evitar que la tengan de otras fuentes menos precisas?


Web interactiva


La accesibilidad a Internet es muy importante para la eHealth.La web interactiva da la oportunidad a los profesionales sanitarios que quieran colmar esa demanda existente para que lo hagan. Una doctora, un enfermero, una farmacéutica, etc., ya puede resolver todas esas preguntas de pacientes dudosos que llenan foros y blogs en Internet desde su propio ordenador. Pero no hacerlo como otro usuario -alguien anónimo que dice saber de lo que habla-, sino como un Doctor o un especialista en la materia.

La web 2.0 otorga esa oportunidad que muchos no quieren desaprovechar. Un profesional sanitario puede abrir un blog, montar un portal web o abrir una consulta online para atender todas esas dudas y responder tal y como lo hace en su consulta física, pero desde su propio ordenador, para llegar a todas las casas de los pacientes. En esta relación, ambos ganan.