Cuando hablamos de tangibilización de la eSalud, un término al que ya nos hemos referido alguna que otra vez en este blog, hablamos de ese proceso en el que un usuario/paciente/profesional sanitario/persona comprueba que la eSalud es algo que le beneficia directamente de forma tangible, para incorporarlo a su día a día con el fin de proporcionar una atención de mejor calidad y más personalizada. Soluciones para que problemas del día a día dejen de serlo. Mientras antes empecemos a definirlas, más pronto se implantarán.
A pesar de que el debate de la eSalud y su impacto en los usuarios va en crecimiento, y que existe un alto número de proyectos que están luchando por ser tangibles y que cada día interesan más a la sociedad en general, la realidad es que todavía hay muchos otros a los que les cuesta demostrar que son realmente útiles en el día a día a los actores de la eSalud y que no se quedan en la novedad inicial por diferentes barreras.
Precisamente por esto, en este contexto, la eSalud sigue necesitando más casos de éxito, proyectos tangibles, avalados por números y datos, que se perciban como realidad que mejoran la calidad en la atención de los pacientes, y no solo conclusiones teóricas, sino también casos prácticos aplicados a la realidad diaria, que sigan indicando el camino hacia dónde dirigirse con más claridad.