La insípida 'zona de confort' de las instituciones sanitarias en las redes sociales

Más allá del debate de tener presencia en las redes sociales si eres una institución sanitaria, o no tenerla, existe un debate posterior para las organizaciones que sí han decidido abrirse un perfil en cualquier red social, ya sea Facebook, Twitter o alguna otra. Existe otro debate, no por posterior menos importante, que se centra en analizar si realmente una vez que se tiene presencia en redes sociales existe una zona de confort en la que se quedan las propias instituciones sanitarias. ¿Es así?

La zona de confort es una expresión muy utilizada en psicología, y las redes sociales, precisamente permiten trazar muy bien un perfil psicológico de la persona que está detrás de ellas. Viene a ser la zona metafórica en la que se encuentran las instituciones sanitarias cuando están en un entorno en el que dominan (los canales tradicionales que no son las redes sociales, donde todo es cómodo y no requiere tanto esfuerzo ni tanto riesgo). En un bucle en el que conozcamos los problemas a los que nos enfrentamos, lejos del riesgo. 

Aplicada a este caso, nos referimos al acomodo del que gozan algunas instituciones sanitarias en materia de redes sociales una vez que crean un perfil, y en el que dejan de tener todas las iniciativas necesarias para que realmente cumplan una función que vaya más allá de una estrategia de mínimos, por miedo a tener un problema o realizar acciones nuevas o desconocidas y que requieran conocimientos que no se tienen o situaciones a los que no se han enfrentado. Lo que ratificaría le peligro de salir de la zona de confort, por tanto, de no utilizar las redes sociales más allá de lo que se hacía antes de que existieran.  


Las redes sociales de las instituciones sanitarias ¿Realmente audaces? (II)

¿Son las redes sociales de las instituciones sanitarias realmente audaces para conseguir que sus mensajes impacten? Así concluíamos ayer la primera parte de nuestro artículo en el que intentábamos analizar si realmente se podría arriesgar un poco más, innovar, atreverse a cambiar el tono utilizado o acercarse más a los usuarios de las redes sociales de las instituciones sanitarias españolas.

Cuando hablamos de instituciones sanitarias españolas nos referimos a hospitales públicos, hospitales privados, clínicas, órganos de gobierno como Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Secretarías Generales, Delegaciones de Gobierno, Direcciones Generales, etc. 




La mayoría de ellas tienes una amplia presencia en Internet, a través de los nuevos canales como son algunas redes sociales. Sin embargo, en casi todos los casos, la presencia es exclusivamente para cumplir el expediente. Su forma de comunicar, de aportar y de lanzar el mensaje no va más allá del mensaje tradicional y es incapaz de adaptar el mensaje por un lado a los nuevos canales, y por otro, a los usuarios que están en ellos. Sigue habiendo esa distancia pre TIC, que las TIC han echado abajo en muchos casos. Sigue habiendo ese miedo a hacer algo que reciba alguna crítica. 

Falta de...

Quitando algunos casos muy contados (sobre todo en hospitales privados y alguno que otro público), en la mayoría de instituciones sanitarias españolas se ha volcado sus comunicaciones en las redes sociales, sin noticias de ningún tipo de innovación en la forma de comunicar. ¿Falta de audacia? ¿Falta de confiar en un equipo que lo haga? ¿Falta de recursos? ¿Falta de ganas? ¿Indiferencia? 

Las redes sociales de las instituciones sanitarias españolas ¿Realmente audaces? (Acto I)

En plena efervescencia de empresas, personas, instituciones (en definitiva marcas),que no paran de intentar llamar la atención de cualquier forma sobre su comunicación a través de redes sociales, ha saltado muchas veces a la palestra el debate sobre dónde está realmente el límite para innovar o hacer cosas nuevas a través de los nuevos canales para, finalmente, ofrecer un mensaje que cale a la audiencia sin pasar la frontera del sentido común, entendiendo que como audiencia, el usuario que está detrás de la red social. Es decir, la persona.  


Como casos más llamativos -y por cercanos- citamos dos muy recurrentes, que además tuvieron algún 'rifirrafe' muy sonado en 2013: las redes sociales de la Policía Nacional, la cuenta más seguida del mundo o la división española de Media Markt. Ambos instituciones/empresas, una pública, otra privada, decidieron hace ya unos años dar una vuelta de tuerca a sus redes sociales. Los primeros, utilizando un lenguaje muy cercano al usuario, respondiendo a cualquier duda y convirtiendo su timeline en una lista de consejos e información útil (de verdad) para sus usuarios, transformando a la misma Policía, esa con imagen habitual de ente al que temer, en un colega que te avisa de lo que puede pasar, de tú a tú. Sin intermediarios. 

5 razones por las que un hospital debe estar en las redes sociales

En algún momento, un hospital se ha planteado tener presencia en redes sociales. Algunos de ellos han decidido responder en positivo a esa pregunta y abrir perfil en redes sociales motivos por diferentes objetivos (o eso esperamos). Sin embargo, otros habrán decido no estarlo. En otros casos ni se lo habrán planteado. Por eso, queremos abordar hoy un artículo apuntando motivos por los que se justifica la presencia de un hospital en las redes sociales. 

En este sentido, apuntamos algunas razones por la que un hospital debe estar en las plataformas sociales dando servicio también por ese canal a sus usuarios. Ahí van: 

Generar marca Es importante que la propia institución sea capaz de construir una imagen de lo que supone a la sociedad para la que trabaja. Es su labor está desarrollar un conjunto de atributos y valores que quieren que sean percibidos como únicos, distintos y coherentes por los consumidores. Es decir, generando una marca el usuario/paciente obtendría una garantía de que los servicios son reales. Para generar marca en un medio online, las redes sociales apoyan esta construcción. El hospital que quiera generar marca con su sello propio, no debe dejarlas de lado. 

De la telemedicina latente a la patente: la fase de tangibilización

Cuando hablamos de tangibilización de la eSalud, un término al que ya nos hemos referido alguna que otra vez en este blog, hablamos de ese proceso en el que un usuario/paciente/profesional sanitario/persona comprueba que la eSalud es algo que le beneficia directamente de forma tangible, para incorporarlo a su día a día con el fin de proporcionar una atención de mejor calidad y más personalizada. Soluciones para que problemas del día a día dejen de serlo. Mientras antes empecemos a definirlas, más pronto se implantarán.

A pesar de que el debate de la eSalud y su impacto en los usuarios va en crecimiento, y que existe un alto número de proyectos que están luchando por ser tangibles y que cada día interesan más a la sociedad en general, la realidad es que todavía hay muchos otros a los que les cuesta demostrar que son realmente útiles en el día a día a los actores de la eSalud y que no se quedan en la novedad inicial por diferentes barreras. 

Precisamente por esto, en este contexto, la eSalud sigue necesitando más casos de éxito, proyectos tangibles, avalados por números y datos, que se perciban como realidad que mejoran la calidad en la atención de los pacientes, y no solo conclusiones teóricas, sino también casos prácticos aplicados a la realidad diaria, que sigan indicando el camino hacia dónde dirigirse con más claridad. 


Ensayos sobre la eSalud: ¿Existe miedo escénico a las Redes Sociales?

La comunicación entre todos los actores de la eSalud se ha revelado como básica en los últimos años, teniendo lugar en nuevos canales y por ende en 'nuevos terrenos'. Sin embargo, y a pesar de que cada vez fluye más gracias, entre otras cosas, a las redes sociales -por citar algunas-, hay todavía actores como instituciones, hospitales u otro tipo de organizaciones sanitarias que no terminan de ver clara la utilidad de algunos canales para conseguir una comunicación que llegue más y que aporte más valor a su día a día y su relación con otros actores. 




Aproximadamente, más del 82% de los usuarios de Internet utilizan las redes sociales, pero algunas instituciones sanitarios siguen sin estar presentes activament en ellas. La razón  ¿Recelo? ¿Miedo? ¿Respeto? ¿Falta de recursos? ¿Desconfianza? ¿Qué es lo que sucede para que algunas organizaciones sanitarias digan NO al uso activo de las redes sociales como herramientas para entablar un canal directo con sus usuarios y potenciales pacienes (la sociedad en general)? Algunas no tienen redes sociales, otras las tienen y no las usan, otras las tienen y las usan sin utilizar su potencial con una estrategia basada en mínimos y evitando cualquier tipo de interacción o conversación ¿Justo lo contrario de lo que deberían hacer?