Cinco cosas que el paciente oncológico no debe hacer si busca información en Internet



La búsqueda de información sobre salud por parte de los pacientes en Google va en aumento desde hace ya algunos años. El usuario paciente, cuando se le detecta una enfermedad -si no lo ha hecho ya antes-, se lanza a Internet a intentar resolver dudas normalmente con la información que encuentra. Con los pacientes oncológicos sucede lo mismo.

Por ese motivo, cuando los especialistas en oncología reciben las visitas de sus pacientes, se encuentran con un paciente informado, sobreexpuesto a mucha información y que en muchos de los casos ya ha realizado muchos juicios de valor sobre su propia enfermedad, incluso antes de hablar con su propio médico. En muchas otros casos, totalmente desinformado y repleto de dudas por las que no tendría que estar preocupándose.

¿Se puede luchar contra esa situación? ¿De qué forma un profesional sanitario especialista en oncología combate, evita o cambia la actitud del paciente oncológico para que no busque de forma aleatoria en Internet? ¿Hay fórmulas? De momento, no existe una fórmula mágica a aplicar para que el paciente consulte Internet de una forma correcta para no desviarse de la información rigurosa y veraz.

En este primero artículo de nuestra serie sobre 'El paciente oncológico y su relación con Internet' queremos enumerar 5 acciones que el paciente oncológico no debe hacer si busca información sobre su enfermedad en Internet:

1. Consultar las dudas en Google. Si eres un paciente oncológico y tienes dudas sobre tu salud, lo mejor que puedes hacer es acudir a tu oncólogo y no acudir a una página que no está personalizada. Tu oncólogo te conoce a ti y a tu caso, y te dará una respuesta adecuada a ti. El Dr. Google no siempre puede medir la calidad de la información que aloja, y la información está muy prejuiciada ya de por sí, por lo que en Google se amplía ese prejuicio, y se personaliza mucho en otros casos, que no tiene por qué se el tuyo. 
2. Caer en comparaciones con otros pacientes. Al hilo de la primera acción comentada, los especialistas no recomiendan totalmente las comparaciones con otros pacientes. Parte de la información que puede interesar a pacientes oncológicos en Internet puede venir de experiencias con otros pacientes. Analizar un caso personal comparándolo con el caso de otra persona, es un error. No todos los casos son iguales ni se desarrollan igual. Es un error tremendo realizar esta acción.   
3. Realizar comentarios hirientes en canales abiertos. Una de las acciones más negativas que puede hacer un paciente oncológico en Internet es realizar comentarios hirientes que dramaticen situaciones de la enfermedad. Claro está que para muchas personas padecer un cáncer es una de las experiencias más traumáticas de la vida, pero el hecho de realizar un comentario de este tipo en un foro, una red social, un blog, etc. puede hacer que llegue a otros pacientes en un futuro, que lo lean y que les afecte negativamente. Esta acción es totalmente poco recomendable.   
4. Dejarse llevar por recomendaciones generales. Cuando en Internet se busca información, muchas veces se entra en contacto con otros pacientes oncológicos en diversos lugares de la red. Por eso es importante saber que no hay que caer en recomendaciones generales y exhortativas cuando se hable con otros pacientes, ni dejarse llevar por ellas si se leen. Cada paciente es un mundo, y los sermones y recomendaciones que han ayudado a otros no tienen por qué ayudarte a un paciente oncológico. Cada paciente es un mundo.  
5. Filtrar mal los comentarios. El paciente oncológico debe aprender a filtrar algunos comentarios que pueden ser perjudiciales y que no están relacionados con su caso. El no saber hacerlo le puede crear emociones negativas que lo alejarán del realismo que necesita para tratar su enfermedad. Su médico siempre le ayudará a ello. 



Estas son algunas de las acciones que el paciente oncológico no debe hacer si busca información sobre su enfermedad en Internet. ¿Recomiendas alguna más?

Este artículo ha sido escrito con la colaboración de la psicooncóloga Marta de la Fuente, del MD Anderson Cancer Center de Madrid.