1. Presencia online
Requisito fundamental porque un médico 2.0 debe estar en las web social y ser afín a las redes sociales, y no verlas como algo que le dan más trabajo fuera de su horario, sino como un nuevo canal a través del cual educar y tratar al paciente. Si no tiene presencia online, no se puede considerar como tal. Este punto hay que entenderlo de base.
2. Interactuar con y para el paciente
Si un profesional sanitario no emite mensajes pensados para el paciente, para que este los entienda a la perfección, no está cumpliendo su función. Los médicos que a través de los canales 2.0 escriben para ellos mismos en un lenguaje lejano y técnico, no son puramente médicos online porque no cumplen esa función. Deben dirigirse al paciente haciendo uso de las TICs.
3. Información de calidad
Tanto ofrecer enlaces donde los pacientes puedan encontrar información de interés (previamente supervisados por él mismo) como generar información interesante para el paciente sobre la especialidad que domina. Debe saber extrapolar su sabiduría a una plataforma a la cual el paciente pueda llegar de forma sencilla. Este punto es clave, porque sino lo consigue, perderá impacto en el paciente, y por tanto, no cumplirá su función.
4. Ser accesible a través de cita o consulta online
El punto culminante de la presencia de un médico online es el misma que en una consulta presencial: poder resolver una duda. Ya sea a través de plataformas externas, participando con su conocimiento para resolver consultas, como a través de Skype o de otras vías. El médico 2.0 tiene que demostrar que puede servir al paciente resolviéndole dudas o aconsejando sobre lo que necesita.
5. Poseer un blog sobre la temática
Este requisito es quizás el menos indispensable de todos, pero no por ello menos importante. Está claro que un médico puede ser 2.0 sin tener blog, ya sea porque resuelve dudas u ofrece información en otras plataformas sociales, pero un verdadero médico 2.0 sabrá disponer de un espacio en la blogsfera para afianzar su conocimiento y ofrecérselo a los pacientes, hablando de lo que realmente les preocupa a los mismos y ofreciendo soluciones de primera mano a problemas que se encuentra hasta hace unos años, en la consulta presencial, y ahora pueden aparecer en Internet.
Estos 5 requisitos (existen más) pueden ser no suficientes por sí solos, por lo que en algunos casos deben complementarse unos con otros, ya que un médico por tener un blog no puede considerarse ya de entrada 2.0, o por atender una consulta online, sino debe demostrar es que capaz de utilizar las herramientas que la web social le pone a su disposición y el poder de las TICs para realizar su función de cara a los pacientes.
¿Estás de acuerdo con estos requisitos? ¿Crees que un médico que reflexiona en un blog se le puede considerar 2.0 o hace falta algo más? ¿Echas de menos algún requisito importante? Te invitamos a que sigas añadiendo ideas a este artículo. Todas serán bienvenidas.
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