"No todas las personas perciben de la misma manera. Algo muy evidente pero de lo que no siempre se es consciente".
Con esta reflexión retomamos el pulso tras el verano.
Los actores que están dentro del círculo de la eSalud tienen muy claro que la tecnología es una gran aliada para mejorar la calidad de vida, tratamiento, diagnóstico, etc., pero... ¿Y los que están fuera? ¿Lo perciben de la misma manera? Es difícil de ver para los actores de ambos lados (los que están fuera y los que están dentro) lo que sucede en el otro, y entenderlo, aunque a veces nos parezca lo contrario. Una afirmación que puede chocar a muchos pero si no fuera así, realmente no habría dos lados.
La tecnología, en general, supone para muchos todavía una barrera que en muchos casos no tienen la intención de derribar. Y en particular, si la aplicamos a la salud, se convierte en un muro que para muchos no es infranqueable, sino que simplemente no quieren franquearlo. Esta situación existe, y está mucho más cerca de los defensores y prescriptores de la eSalud de lo que nos creemos.
La tecnología, desde su nacimiento, siempre ha sido algo frío, impersonal, poco cercano. Sin embargo, el auge de las TIC más recientemente ha introducido el factor comunicación, y por tanto, el factor comprensión, que lleva a la vez el factor cercanía incrustrado. Eso ha hecho que la tecnología, en el campo de la salud, consiga hacer algo en lo que muchos posiblemente hace 15 años no creían: verla como algo cercano, que incluso puede ser casi intrínseco a la persona, ya que se nace y se crece (los más jóvenes) con ello en su día a día.
Sin embargo, el debate sobre si algún día se verá intrínseco o no, es prematuro. El debate sobre el que nos debemos centrar es por qué algunas personas ven todavía el hecho de usar la tecnología para mejorar la vida de alguien como algo estigmatizado, lo que supone un auténtico lastre para la eSalud ¿Creéis que no sucede?
Hace poco leía que un dentista explicaba que todos los pacientes saben que usar el hilo dental es muy positivo para los dientes y encias, pero la mayoría de sus pacientes no lo usa, por lo que el porcentaje es bajísimo. En cambio es altísimo el porcentaje de pacientes que acuden a él por no usarlo. Un claro ejemplo de algo que se sabe que es positivo pero que no se hace.
Argumentos anti eSalud
En la eSalud seguro que tenemos muchos ejemplos como este, pero por alguna razón, la introducción de la tecnología a la vida diaria, se esquiva. ¿No hace eso también que esquivemos una mejor calidad de vida? Esta pregunta se me planteó este verano al ver en primera persona como algunos padres rechazaban rotundamente que sus hijos, afectado por diabetes tipo 1, utilizaran una bomba de insulina porque, según dijeron, "no querían que estuvieran conectados a una máquina" o "no fueran considerados robots". Solo por ese motivo, no porque no funcione o no les vaya bien. Sin haberlo probado... Tal cual el estigma del "loco" porque va al psicologo o el "sidoso" porque tiene una enfermedad venérea.
La reflexión que se me presenta desde ese momento es ¿Así ven las propuestas de la tecnología para mejorar el tratamiento y calidad de vida de sus hijos? Está claro que si a eso le sumamos las personas que no quieren ni oir hablar de la rehabilitación a distancia "porque hay que ir al hospital a que te vea el médico", la consulta online "porque no se cura a través de un ordenador" o los wearables "porque no me voy a poner una tontería en el brazo para medir nada" tenemos una barrera clara, que no deja de ser un estigma sobre la concepción de la tecnología para una parte del paciente del presente, y del que será en el futuro.
Aunque nos parezca que la tecnología no es un estigma ni un lastre para la eSalud (porque para nosotros no lo es) debemos pensar que no todas las personas perciben de la misma manera. Y reflexionar sobre cómo abordar a las que no lo hacen para hacerles entender que la realidad ha cambiado. Y va a cambiar mucho más.
¿Crees que la tecnología en la eSalud es percibida como un estigma aún para muchas personas? ¿Crees que no?