Cada 20 de octubre desde hace 13 años se celebra el Día Mundial para la prueba del VIH, una jornada enfocada a concienciar al mundo entero y a sus ciudadanos de la importancia de realizarse la prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana más allá de las declaraciones de intenciones. Según los últimos del informe 'Vigilancia Epidemiológica del VIH y sida en España' de 2015 se notificaron casi 3.500 nuevos diagnósticos. Se estima que el 30% de las personas con VIH desconocen que son portadores.
En esta tesitura, el mensaje de hay que hacerse la prueba para conocer el estado serológico y evitar seguir aumentado las nuevas transmisiones debe difundirse, divulgarse, explicarse y llevarse a los canales necesarios, online y offline, para que sea efectivo. Sin embargo, las campañas estatales, que desde hace años sufren recortes, se limitan a medios de comunicación como radio y televisión, que no pasan por su mejor momento de audiencia. La pregunta es ¿No es el momento de ir canales y a nichos que sean más efectivos?
En cualquier caso, el camino para abordar el problema está marcado: gracias a las pruebas de VIH, diagnosticar nuevos positivos y conseguir más beneficios tanto para la persona que tiene VIH (con un tratamiento que sea efectivo) como para la sociedad (sobre la que pararán las nuevas transmisiones). Según el Dr. Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infeccionas del Hospital Ramón, si se tratara a todas las personas con VIH en España, en 2020 no habría nuevos diagnósticos. Entonces ¿Qué hay que hacer para que eso suceda?
Campaña 2016
Como ya abordamos el año pasado, la tecnología se está aliando con la prevención, y su papel para concienciar y sensibilizar a las personas de la importancia de un diagnóstico precoz es totalmente clave para seguir reduciendo la expansión del VIH. CESIDA ha presentado la campaña de este año en España focalizada en la importancia de hacerse la prueba para conseguir un diagnóstico precoz también en lugares cercanos, cómodos como asociaciones, que aseguren el anonimato y la confidencialidad.
En un mundo muy tecnológico, se echa de menos que no todas las acciones sean tan tecnológicas como el mismo. Es decir, se siguen haciendo pósters, flyers, presentaciones, ruedas de prensa, spots en televisión, pasando desde hace unos años también a youtube, pero los datos no mejoran desde hace años ya que se mantienen rondan los 3.500 nuevos diagnósticos por año, y el objetivo 0 de 2020 parece improbable al menos a día de hoy.
Retomamos la pregunta inicial: ¿No se pueden hacer realmente más acciones en más canales manteniendo lo que ya se hace o reestructurar en función de las necesidades reales? La parte de la respuesta la tiene el presidente de CESIDA, Juan Ramón Barrios, que apuntan la necesidad de tener una dotación de recursos. "Se ha recortado más del 80% y así no se pueden conseguir objetivos".
Problema - solución
Para el Dr. Santiago Moreno, el problema está claro: "Hay gente con VIH que no está diagnosticada y gente diagnosticada que no está tratada". Además, apunta, en algunos casos se agudiza: "Hay muchos diagnósticos tardíos que lo que hacen es que el tratamiento sea menos eficaz. En España entre el 35-40% de todas las personas que debutan con de este tipo de diagnóstico". En ese sentido, el Dr. Moreno apunta también que tras realizar un estudio en Madrid sobre 4000 personas concluyeron que entre 20.000 y 25.000 personas pueden tener VIH y no saberlo, con las consecuencias que eso puede tener.
Como solución, Moreno, tajante, explica que también está muy clara. "Hay que hacer campañas de mentalización para que se hagan la prueba. Personas con VIH en tratamiento no seguirían transmitiendo el VIH. Habrá que pensarlo bien pero el Estado tiene fácil encontrar una solución". Barrios apuntala este vía con la posibilidad de que el médico ofreciera "pruebas rutinarias de forma voluntaria" y que globalmente se "desdramatice la prueba del VIH".
Nuevos canales: Apps
De momento, parece que no está como primordial en la agenda estatal que los telediarios dediquen tiempo a concienciación social fuera del Día Mundial de la Prueba del VIH y las escuelas, institutos y universidades dediquen más tiempo a concienciar sobre la materia. Ni mucho menos utilizar nuevos canales, para conseguir llegar a esos usuarios o esos lugares geográficos en los que los datos ponen muy lejano el objetivo 2020.
Sin embargo, sí que está clara otra vía: con el poder de la segmentación de los datos. Definiendo edad, género, lugar geográfico, etc. de los nuevos positivos para poder realizar acciones concretas en los considerados segmentos más críticos, como por ejemplo, ciudades en las que hubiera un porcentaje alto de población que no conoce su estado serológico tras un estudio previo.
La presencia de campañas en webs, apps de prevención, genéricas o de contactos u otros lugares con soportes que hacen 13 años no existían donde la labor de difusión puede ser crucial en materia de prevención, y se puede llegar a ellos de una forma fácil y directa gracias a los avances tecnológicos porque el VIH hoy día está considerada una enfermedad de transmisión sexual. Empezando por el propio WhatsApp. "Ojalá hubiera Apps que contribuyeran a la concienciación social y fueran un método efectivo", concluye Moreno.
Pero no solo en estos lugares, sino llevando su importancia al imaginario social, incluso al mundo digital con información rigurosa, actualizada y sin tabúes que pueda 'empoderar' o informar a ese usuario que por diferentes motivos no se hacen la prueba sin entender que es mucho mejor hacérsela. Para ellos y para todos.
En esta tesitura, el mensaje de hay que hacerse la prueba para conocer el estado serológico y evitar seguir aumentado las nuevas transmisiones debe difundirse, divulgarse, explicarse y llevarse a los canales necesarios, online y offline, para que sea efectivo. Sin embargo, las campañas estatales, que desde hace años sufren recortes, se limitan a medios de comunicación como radio y televisión, que no pasan por su mejor momento de audiencia. La pregunta es ¿No es el momento de ir canales y a nichos que sean más efectivos?
En cualquier caso, el camino para abordar el problema está marcado: gracias a las pruebas de VIH, diagnosticar nuevos positivos y conseguir más beneficios tanto para la persona que tiene VIH (con un tratamiento que sea efectivo) como para la sociedad (sobre la que pararán las nuevas transmisiones). Según el Dr. Santiago Moreno, jefe de Servicio de Enfermedades Infeccionas del Hospital Ramón, si se tratara a todas las personas con VIH en España, en 2020 no habría nuevos diagnósticos. Entonces ¿Qué hay que hacer para que eso suceda?
Campaña 2016
Como ya abordamos el año pasado, la tecnología se está aliando con la prevención, y su papel para concienciar y sensibilizar a las personas de la importancia de un diagnóstico precoz es totalmente clave para seguir reduciendo la expansión del VIH. CESIDA ha presentado la campaña de este año en España focalizada en la importancia de hacerse la prueba para conseguir un diagnóstico precoz también en lugares cercanos, cómodos como asociaciones, que aseguren el anonimato y la confidencialidad.
Retomamos la pregunta inicial: ¿No se pueden hacer realmente más acciones en más canales manteniendo lo que ya se hace o reestructurar en función de las necesidades reales? La parte de la respuesta la tiene el presidente de CESIDA, Juan Ramón Barrios, que apuntan la necesidad de tener una dotación de recursos. "Se ha recortado más del 80% y así no se pueden conseguir objetivos".
Problema - solución
Para el Dr. Santiago Moreno, el problema está claro: "Hay gente con VIH que no está diagnosticada y gente diagnosticada que no está tratada". Además, apunta, en algunos casos se agudiza: "Hay muchos diagnósticos tardíos que lo que hacen es que el tratamiento sea menos eficaz. En España entre el 35-40% de todas las personas que debutan con de este tipo de diagnóstico". En ese sentido, el Dr. Moreno apunta también que tras realizar un estudio en Madrid sobre 4000 personas concluyeron que entre 20.000 y 25.000 personas pueden tener VIH y no saberlo, con las consecuencias que eso puede tener.
Como solución, Moreno, tajante, explica que también está muy clara. "Hay que hacer campañas de mentalización para que se hagan la prueba. Personas con VIH en tratamiento no seguirían transmitiendo el VIH. Habrá que pensarlo bien pero el Estado tiene fácil encontrar una solución". Barrios apuntala este vía con la posibilidad de que el médico ofreciera "pruebas rutinarias de forma voluntaria" y que globalmente se "desdramatice la prueba del VIH".
Nuevos canales: Apps
De momento, parece que no está como primordial en la agenda estatal que los telediarios dediquen tiempo a concienciación social fuera del Día Mundial de la Prueba del VIH y las escuelas, institutos y universidades dediquen más tiempo a concienciar sobre la materia. Ni mucho menos utilizar nuevos canales, para conseguir llegar a esos usuarios o esos lugares geográficos en los que los datos ponen muy lejano el objetivo 2020.
Sin embargo, sí que está clara otra vía: con el poder de la segmentación de los datos. Definiendo edad, género, lugar geográfico, etc. de los nuevos positivos para poder realizar acciones concretas en los considerados segmentos más críticos, como por ejemplo, ciudades en las que hubiera un porcentaje alto de población que no conoce su estado serológico tras un estudio previo.
La presencia de campañas en webs, apps de prevención, genéricas o de contactos u otros lugares con soportes que hacen 13 años no existían donde la labor de difusión puede ser crucial en materia de prevención, y se puede llegar a ellos de una forma fácil y directa gracias a los avances tecnológicos porque el VIH hoy día está considerada una enfermedad de transmisión sexual. Empezando por el propio WhatsApp. "Ojalá hubiera Apps que contribuyeran a la concienciación social y fueran un método efectivo", concluye Moreno.
Pero no solo en estos lugares, sino llevando su importancia al imaginario social, incluso al mundo digital con información rigurosa, actualizada y sin tabúes que pueda 'empoderar' o informar a ese usuario que por diferentes motivos no se hacen la prueba sin entender que es mucho mejor hacérsela. Para ellos y para todos.