Las redes sociales de las instituciones sanitarias españolas ¿Realmente audaces? (Acto I)

En plena efervescencia de empresas, personas, instituciones (en definitiva marcas),que no paran de intentar llamar la atención de cualquier forma sobre su comunicación a través de redes sociales, ha saltado muchas veces a la palestra el debate sobre dónde está realmente el límite para innovar o hacer cosas nuevas a través de los nuevos canales para, finalmente, ofrecer un mensaje que cale a la audiencia sin pasar la frontera del sentido común, entendiendo que como audiencia, el usuario que está detrás de la red social. Es decir, la persona.  


Como casos más llamativos -y por cercanos- citamos dos muy recurrentes, que además tuvieron algún 'rifirrafe' muy sonado en 2013: las redes sociales de la Policía Nacional, la cuenta más seguida del mundo o la división española de Media Markt. Ambos instituciones/empresas, una pública, otra privada, decidieron hace ya unos años dar una vuelta de tuerca a sus redes sociales. Los primeros, utilizando un lenguaje muy cercano al usuario, respondiendo a cualquier duda y convirtiendo su timeline en una lista de consejos e información útil (de verdad) para sus usuarios, transformando a la misma Policía, esa con imagen habitual de ente al que temer, en un colega que te avisa de lo que puede pasar, de tú a tú. Sin intermediarios. 



Los segundos, decidieron aprovechar cualquier resquicio de oportunismo para colarse entre el espacio que hay entre la actualidad y el ruido en redes sociales, extrapolando sus mensajes en otros canales y espíritu a las redes sociales a la perfección. Y también lo han conseguido en muchas ocasiones, colocando su mensaje en un lugar idóneo y consiguiendo que cale mucho más que cualquier otro. ¿Profesionales brillantes con estrategias milimetradas? ¿Casualidades? ¿Más cerca de lo primero que de lo segundo?

Conclusiones ¿extrapolables? 

Lo que sí que podemos hacer es intentar extraer conclusiones que sirvan a las instituciones sanitarias para que sus mensajes por redes sociales sean capaces de calar, impactar y llegar tanto como los de esta institución y empresa, siempre que, por supuesto, se salven las distancias, y se tenga en cuenta que el usuario final en redes sociales de una institución sanitaria es un paciente o un potencial paciente, con lo que eso conlleva. En el caso que nos ocupa, se trataría de mensajes son información sanitaria, importante, y que necesitan el máximo impacto para ejercer el efecto más amplio posible. 

Por tanto, es el momento de reflexionar sobre muchos aspectos que hagan valorar si se está haciendo todo lo posible en un campo en el que hay mucho recorrido ¿Existen actualmente instituciones sanitarias capaces de colar un mensaje sobre algún aspecto importante y con utilidad para sus usuarios entre los más viralizados del día en España?

¿Están aprovechando los resquicios que la actualidad deja para poder colar en ellos campañas, mensajes, comunicados u otras informaciones que necesitan difusión por la importancia que tienen para la población? ¿Alguna institución sanitaria es capaz de conseguir un TT sanitario enfocado a la población en general más allá de #UnDíaMundialDeX que llame la atención y sensibilice a la población sobre algún tema de interés sanitario? ¿Son las redes sociales de las instituciones sanitarias realmente audaces para hacerlo? ¿Creéis que las instituciones sanitarias lo está haciendo ya sin aprovechar ninguna percha de actualidad como por ejemplo la crisis del ébola o el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA? ¿Recordáis alguna campaña sanitaria de prevención o divulgación con calado alto pensada y focalizada en redes sociales o transmedia como si ha pasado con otras? 

Continúa en el Acto II