La carpeta de salud online, un tema tan recurrente cuando se habla del nuevo ePaciente, es una herramienta de gestión de la salud que desde su nacimiento se ha destinado al paciente para almacenar datos sobre su salud con un objetivo muy claro: proporcionar un resumen del historial médico de una persona y que siempre esté disponible en modo online. El paciente es el encargado de meter los datos de su salud dentro, autogestionarlos y poder consultarlos siempre cuando él quiera. Sin embargo, de momento, no ha calado tanto como se podía esperar en España, y a pesar de los esfuerzos del sector privado para que funcione, no lo ha terminado de hacer.
Pero en pleno apogeo 2.0 de la salud ¿Por qué? Sí que es cierto que la carpeta de salud entendida para los pacientes crea cierta confusión o rechazo a veces entre ellos, quizás por su parecido a otro término potente como es la historia clínica (electrónica o no). Esta, en cambio, es normalmente gestionada por las instituciones sanitarias, médicos y/o hospitales, y son estos mismos entes los que introducen la información que la compone, a diferencia con las carpetas de salud online, en las que debe ser el paciente. ¿Razón de peso?
Precisamente, la carpeta de salud fue protagonista de uno de los debates del Social Good Summit Madrid 2013 evento que dejó grandes reflexiones sobre la #eSalud. Tras recoger algunas de las afirmaciones más destacadas de los dos días del evento en este ámbito, se hicieron reflexiones muy interesantes sobre el momento actual que vive esta herramienta.
El médico-informático Fran Sánchez Laguna recurrió a los inicios de la carpeta de salud para entender por qué el paciente no la está utilizando masivamente. "Las carpetas de salud se han desinflado, se hizo muy a la carrera porque podía ser un arma excelente de concienciación bilateral en un entorno ideal".
Sánchez Laguna lanzó una pregunta básica para entender el uso actual que está teniendo. "¿Quién la va a usar? No se han planteado muchas preguntas", aseveró sobre ella. Sobre este punto, Rafael Pardo, consultor en eHealth, hizo una matización muy importante apuntando que una carpeta de salud "no es solo para los pacientes", sino para "los ciudadanos".
Miguel Ángel Mañez, director económico en el Departamento de Salud de Elda, apeló al "sistema paternalista" de nuestra sanidad muy diferente al de EE UU donde la Personal Health Record si tiene más acogida por parte de los pacientes. "Pedirle al paciente que complete datos no funciona, el paciente ve en eso que está haciendo el trabajo de los médicos y piensa 'no voy a completar mis datos por ti'", explicó Mañez.
Entonces, ¿es algo útil que no funciona porque no es el momento? ¿Ya ha sido su momento y no ha calado porque no es lo suficientemente útil? ¿Se ha concebido como si fuera un proceso 1.0 cuando el paciente demanda algo más 2.0? ¿Qué opinan los pacientes de todo esto? O quizás, como bien apuntó Fran Sánchez Laguna ¿Estamos ante un caso de obsolescencia programada en #eSalud? ¿Quizás el primero en la #eSalud?
El debate sigue abierto.
Pero en pleno apogeo 2.0 de la salud ¿Por qué? Sí que es cierto que la carpeta de salud entendida para los pacientes crea cierta confusión o rechazo a veces entre ellos, quizás por su parecido a otro término potente como es la historia clínica (electrónica o no). Esta, en cambio, es normalmente gestionada por las instituciones sanitarias, médicos y/o hospitales, y son estos mismos entes los que introducen la información que la compone, a diferencia con las carpetas de salud online, en las que debe ser el paciente. ¿Razón de peso?
Precisamente, la carpeta de salud fue protagonista de uno de los debates del Social Good Summit Madrid 2013 evento que dejó grandes reflexiones sobre la #eSalud. Tras recoger algunas de las afirmaciones más destacadas de los dos días del evento en este ámbito, se hicieron reflexiones muy interesantes sobre el momento actual que vive esta herramienta.
El médico-informático Fran Sánchez Laguna recurrió a los inicios de la carpeta de salud para entender por qué el paciente no la está utilizando masivamente. "Las carpetas de salud se han desinflado, se hizo muy a la carrera porque podía ser un arma excelente de concienciación bilateral en un entorno ideal".
Sánchez Laguna lanzó una pregunta básica para entender el uso actual que está teniendo. "¿Quién la va a usar? No se han planteado muchas preguntas", aseveró sobre ella. Sobre este punto, Rafael Pardo, consultor en eHealth, hizo una matización muy importante apuntando que una carpeta de salud "no es solo para los pacientes", sino para "los ciudadanos".
Miguel Ángel Mañez, director económico en el Departamento de Salud de Elda, apeló al "sistema paternalista" de nuestra sanidad muy diferente al de EE UU donde la Personal Health Record si tiene más acogida por parte de los pacientes. "Pedirle al paciente que complete datos no funciona, el paciente ve en eso que está haciendo el trabajo de los médicos y piensa 'no voy a completar mis datos por ti'", explicó Mañez.
Entonces, ¿es algo útil que no funciona porque no es el momento? ¿Ya ha sido su momento y no ha calado porque no es lo suficientemente útil? ¿Se ha concebido como si fuera un proceso 1.0 cuando el paciente demanda algo más 2.0? ¿Qué opinan los pacientes de todo esto? O quizás, como bien apuntó Fran Sánchez Laguna ¿Estamos ante un caso de obsolescencia programada en #eSalud? ¿Quizás el primero en la #eSalud?
El debate sigue abierto.