A pesar de que gracias a la versatilidad de la web nunca es tarde para conducir por el buen camino en un proyecto de salud, hoy queremos resumir algunas claves para construir una web de salud que sea sólida y esté enfocada en el usuario:
Dedícale horas a tu proyecto. Existe una máxima mundial que normalmente nos olvidamos de ella: las prisas no son buenas consejeras. Y eso repercute negativamente en nuestro proyecto. Hacer las cosas rápido sin dedicarle el tiempo necesario no es algo positivo para un proyecto web. Hay que pensarlo bien, informarse de todo lo que nos pueda afectar, imaginárselo, consultar con otras personas, etc. En definitiva, dedicar un tiempo en focalizar cómo queremos hacer algo y dejar lo de "deprisa y corriendo" para otro tipo de cosas. Es fundamental sentarse a pensar las cosas y ponerlas en orden con un buen cronograma de acciones, recursos y objetivos.
Pule tu estructura. Como ya hemos dicho, los proyectos web son un auténtico work in progress, versátiles y abiertos a cambios en cualquier momento. Por eso es necesario que trabajemos en una estructura sólida que esté pensada en el usuario que llega buscando contenidos de la página. Un menú de navegación eficaz que distribuya los contenidos a la vista del usuario es totalmente necesario para que los usuarios no huyan despavoridos por falta de sintonía con nuestra forma de presentar la información.
Diseña pensando en el usuario. Un error habitual en muchas webs es apostar por un diseño que no está centrado en el usuario, sino en otros actores o factores. Como ya hemos explicado en este blog, este tipo de diseño es una filosofía que tiene por objeto la creación de productos que resuelvan necesidades concretas de sus usuarios finales, es decir, los pacientes, consiguiendo la mayor satisfacción y mejor experiencia de uso posible con el mínimo esfuerzo de su parte, lo que les hará identificar la página web con un lugar que les sirve y les satisface, para volver a él en más ocasiones. Un error muy común en proyectos web de eSalud es saltarse este paso y diseñar pensando en uno mismo y no en su público.
Apuesta por el marketing de contenidos. Otro aspecto a resaltar a la hora de construir una web es la importancia de dotarla de un contenido útil y de calidad que atraiga al usuario/paciente y que que consiste en acceder a los usuarios ofreciendo información enfocada a los intereses de los usuarios (pacientes u actores sanitarios, en nuestro caso) para posteriormente captarlos y volverlos adictos a sus páginas, y así poder establecer una relación con ellos de confianza. Ningún profesional sanitario que quiera estar presente en Internet puede darle la espalda y debe planificarlo desde un principio.
Mejora consultando a expertos. No todo el mundo puede saber de todo, y en muchas ocasiones, contar con asesoramiento o consultoría externa de un experto nos puede hacer coger un atajo hacia el éxito. Muchos proyectos web sobre salud se empeñan en intentar encontrar la fórmula del éxito exclusiva, y pasan los años y la siguen buscando sin encontrarla mientras han perdido un tiempo precioso que podían haber aprovechado. A veces, lo más inteligente es consultar expertos para que marquen el rumbo al proyecto o mejores aspectos concreto de él, para conseguir ese empujón que a muchos proyectos web sobre salud les falta.
Si aplicas estos cinco pasos seguro que tu proyecto web mejora y eso repercute en la usabilidad de tu web, su diseño y su navegación, por lo que repercutirá directamente en tu usuario, que recordemos que al tratarse de una web de salud es tu paciente.