El auge de Klout estuvo (y está) repleto de defensores de esta herramienta de medición de reputación online en todos los campos, pero también suscitó (y suscita) muchas críticas de los más cínicos que veían un índice muy específico y sin utilidad real aplicada, al menos de una forma práctica. Por no hablar de su transparencia en criterios de puntuación del Klout Score.
La eSalud y los actores que la conforman, profesionales sanitarios en gran parte, tampoco fueron ajenos a este 'combate' dual entre los que idolatraban Klout, pasaban mucho tiempo en él y reflejaban su Klout en todos los soportes posibles, y lo que renunciaban a formar parte de un índice que calificaban de "poco transparente" en algunos parámetros concretos que no todos están dispuestos a utilizar.
En esta tesitura, que todavía se mantiene (aunque en menor medida que hace unos años), y tras preguntar qué aporta Klout a un profesional sanitario, queremos analizar ahora si realmente Klout tiene una utilidad real o realmente es más una herramienta de egolatría personal, también en la eSalud. En otras palabras ¿A alguien le ha cambiado la vida Klout? o ¿Te puede hundir tu reputación online no estar?
Defensores de Klout
Más allá del fácil e insípido debate de que solo utilizan Klout los que tiene un alto porcentaje y de que no quieren saber nada de él los que tienen una baja puntuación (acabado cuando varios expertos en social media e influencers de esta red decidieron abandonarla o no apostar por ella), Klout no puede ser ajeno a una realidad: Mejora la reputación online.
Si un profesional sanitario tiene un Klout Score alto aparecerá en varias de sus listas filtradas por actividades y se considerará un influencer por el buen uso en la gestión de redes sociales que hace. En su forma de saber explotar-monetizar esa situación estará su ganancia y la respuesta a la cuestión planteada líneas arriba. Cambiar la vida no, pero sí que puede cambiar algo si se saben jugar algunas bazas.
Críticos con Klout
Sin embargo, existe otra forma de concebir esta herramienta (y aquí están gran parte de las críticas). Klout plantea incógnitas sobre su uso que nunca ha conseguido disipar, aunque sí reducir. La forma de analizar los más de 400 parámetros que analiza y de aplicarlos a cada perfil presenta una falta de transparencia de su algoritmo. Otra es el hecho de que Klout no te tiene en cuenta si no juegas con sus variables. Y este último punto incluye una doble crítica. Si no haces las cosas como ellos quieren o como te marcan, no cuentas. Debes entrar en su juego para jugar en el Klout Score. Una barrera que contradice a los principios de muchos nuevos entornos, precisamente que no haya barreras.
En esta tesitura, Klout tiene una utilidad real para un profesional sanitario si se la sabe buscar y si quiere focalizarse a trabajar los parámetros que la propia herramienta tiene en cuenta. Una vez recogido los frutos de ese trabajo, existen varias formas de intentar sacarle rendimiento, al menos, en forma de visibilidad e imagen. Sin embargo, en la búsqueda de ese rendimiento se pueden cometer errores que conviertan esa posible utilidad real en un ejercicio de egolatría personal que acabe explotando al propio profesional sanitario en la cara.
En Internet existen muchos lugares en los que labrarse una reputación online positiva. Klout no es vinculante a otras opiniones fuera de su propio ámbito. No estar en él no significa no existir pero estar tampoco significa perder el tiempo, al revés, invertirlo si le encuentras una utilidad real.
La eSalud y los actores que la conforman, profesionales sanitarios en gran parte, tampoco fueron ajenos a este 'combate' dual entre los que idolatraban Klout, pasaban mucho tiempo en él y reflejaban su Klout en todos los soportes posibles, y lo que renunciaban a formar parte de un índice que calificaban de "poco transparente" en algunos parámetros concretos que no todos están dispuestos a utilizar.
En esta tesitura, que todavía se mantiene (aunque en menor medida que hace unos años), y tras preguntar qué aporta Klout a un profesional sanitario, queremos analizar ahora si realmente Klout tiene una utilidad real o realmente es más una herramienta de egolatría personal, también en la eSalud. En otras palabras ¿A alguien le ha cambiado la vida Klout? o ¿Te puede hundir tu reputación online no estar?
Defensores de Klout
Más allá del fácil e insípido debate de que solo utilizan Klout los que tiene un alto porcentaje y de que no quieren saber nada de él los que tienen una baja puntuación (acabado cuando varios expertos en social media e influencers de esta red decidieron abandonarla o no apostar por ella), Klout no puede ser ajeno a una realidad: Mejora la reputación online.
Si un profesional sanitario tiene un Klout Score alto aparecerá en varias de sus listas filtradas por actividades y se considerará un influencer por el buen uso en la gestión de redes sociales que hace. En su forma de saber explotar-monetizar esa situación estará su ganancia y la respuesta a la cuestión planteada líneas arriba. Cambiar la vida no, pero sí que puede cambiar algo si se saben jugar algunas bazas.
Críticos con Klout
Sin embargo, existe otra forma de concebir esta herramienta (y aquí están gran parte de las críticas). Klout plantea incógnitas sobre su uso que nunca ha conseguido disipar, aunque sí reducir. La forma de analizar los más de 400 parámetros que analiza y de aplicarlos a cada perfil presenta una falta de transparencia de su algoritmo. Otra es el hecho de que Klout no te tiene en cuenta si no juegas con sus variables. Y este último punto incluye una doble crítica. Si no haces las cosas como ellos quieren o como te marcan, no cuentas. Debes entrar en su juego para jugar en el Klout Score. Una barrera que contradice a los principios de muchos nuevos entornos, precisamente que no haya barreras.
En esta tesitura, Klout tiene una utilidad real para un profesional sanitario si se la sabe buscar y si quiere focalizarse a trabajar los parámetros que la propia herramienta tiene en cuenta. Una vez recogido los frutos de ese trabajo, existen varias formas de intentar sacarle rendimiento, al menos, en forma de visibilidad e imagen. Sin embargo, en la búsqueda de ese rendimiento se pueden cometer errores que conviertan esa posible utilidad real en un ejercicio de egolatría personal que acabe explotando al propio profesional sanitario en la cara.
En Internet existen muchos lugares en los que labrarse una reputación online positiva. Klout no es vinculante a otras opiniones fuera de su propio ámbito. No estar en él no significa no existir pero estar tampoco significa perder el tiempo, al revés, invertirlo si le encuentras una utilidad real.