Ensayos sobre la eSalud: el uso, ¿el mayor reto al que se enfrenta la eSalud?

Hablar de motivaciones, retos, ventajas y desventajas es algo muy socorrido cuando hay que ver los pros y los contras de algún proyecto o de alguna innovación concreta. Esta conversación también se puede extrapolar -y de hecho se está haciendo- a todo lo que está aportando la tecnología aplicada a la salud, tanto en materia de proyectos concretos, como iniciativas, tendencias, aplicaciones móviles, nuevas herramientas nuevas, nuevos canales, etc… Hay que conocer muchos de estos nuevos conceptos para saber de dónde parten, para qué se hacen y qué objetivo final tienen si queremos validar cada uno de ellos y obtener más información sobre el ROI de los mismos.

Para centrarnos en el campo que nos interesa, el de la eSalud, se pueden analizar las ventajas y las desventajas, los pilares de la eSalud, lo que la mueve, las iniciativas más destacadas, tendencias, etc.. Sin embargo, lo que cuesta mucho analizar es realmente si todo lo que se está haciendo en diferentes ámbitos de la misma está sirviendo para algo. Es decir, si las diferentes iniciativas se están materializando en uso por parte el usuario final y demostrando con eso que realmente se usan, y por tanto sirven. ¿Eso las validaría? Obviamente si se usan es porque responden a las necesidades, por tanto, entendemos que sí a falta de otros indicadores más válidos de validación.

Entonces, si el uso valida las diferentes iniciativas, y entendemos que sí, ¿la meta es el uso? Según esta teoría, si una iniciativa proveniente de la eSalud se usa de una forma constante y sostenible (no tiene por qué ser masiva, pero sí tener un público concreto y usual) en un espacio de tiempo, significa que sirve al usuario. Y por tanto, si le sirve al usuario, es que su objetivo se está cumpliendo, lo que demostraría que el uso es la meta: usándola se demuestra que realmente sirve. ¿No sería así?

Ejemplo ficticio

Utilizamos un ejemplo ficticio para tratar de aclarar más esta reflexión. Una organización X apuesta por un servicio multiplataforma a través de los nuevos canales entre médicos y pacientes. Para reforzar su propuesta, apuesta por una aplicación sanitaria para poner en contacto a médicos y pacientes también en un soporte móvil. Para ello ha contado con el asesoramiento de muchos médicos y consultado a decenas de pacientes, para identificar necesidades, incluso ha realizado un estudio de mercado sobre la materia. Sin embargo, lanza la App sanitaria al mercado y en los primeros seis meses se consiguen 72 descargas, apenas 12 por mes, poco más de dos por semana. Y los usuarios con la App en su móvil, no vuelven a ella tras los primeros dos días.




A pesar de que la App desde el punto de vista estructural puede ser perfecta ¿No se considera un fracaso debido a que no ha conseguido levantar la expectación, y por tanto, el uso de los usuarios finales?  Con esto pretendemos saber si la validación de un producto puede estar en su uso, y sea éste el que nos diga lo que realmente sirve a los usuarios, por lo que hay que apostar, po lo que no, y lo que se debe modificar o desechar. 


Existen muchos proyectos dentro de lo que se considera la eSalud en los que los actores que los crean generan una fuerte y supuestamente avalada teoría en la que a priori se responde a todas las necesidades del usuario. 

Sin embargo, a la hora de poner en práctica esos proyectos, falla directamente en engagement entre el profesional sanitario-paciente, tal y como había sido concebido, o simplemente falla e engagement entre empresa-cliente. Si falla esta relación de propuesta-uso-validación ¿Realmente se están construyendo iniciativa que sirvan a los beneficiarios finales de la eSalud? La respuesta posiblemente sea no, por lo que habrá que seguir trabajando para enfocarse a resultados, que en la mayoría de los casos provengan del propio uso.

Ensayos sobre la eSalud: La importancia de tangibilizar la eSalud

Dicen que lo que no está dentro de Google, no existe. Incluso que si no sales en la primera pestaña (de las decenas que puede tener), tampoco. Algo sencillo pero a la vez duro, y que ha puesto el mundo al revés en muchos ámbitos. Ha cambiado la forma de pensar, enfocándola a resultados, y de trabajar. Con la eSalud, aunque no lo parezca, puede pasar algo parecido. Sí, la eSalud sí que existe, por supuesto, tanto lo que se ve como lo que no tiene tanta visibilidad, pero la reflexión a la que podemos llegar es otra. ¿Qué parte de la eSalud existe para el potencial paciente o usuario del modelo sanitario?


¿Realidad?

Aunque duela reconocerlo, la mayoría de los pacientes no saben lo que es la eSalud, ni lo que implica. Si te vas a un hospital y sueltas la palabra eSalud en cualquier pasillo, en la sala de espera o en la cafetería, sientes que estás hablando en latín, y solo los que han estudio latín, o pertenecen al ámbito de la eSalud, la reconoces. No solo en esos lugares. Si te vas a cualquier parte fuera del ámbito estrictamente tecnológico-sanitario, la mayoría de las personas tampoco saben lo que es exactamente la eSalud. Algunas se lo imaginan, lo intuyen, pero no conocen el término como tal.

¿De acuerdo con estas afirmaciones?  Solo tenéis que comprobarlo por vosotros mismos. Solo tenéis que salir del ámbito de la eSalud que os rodea. Iros a un hospital, un ambulatorio, o la misma plaza del pueblo. Estamos convencidos de que el 50% de las personas que os escuchen no sabrán exactamente de qué habláis. Pero solo es una percepción. ¿Motivos? Muchos , y ya se han expuesto en este blog en otros artículos: brecha digital, poco acceso a Internet, falta de sensibilización, desconfianza, etc.

Entonces ¿Si no se conoce tanto la eSalud como podemos hacer para que se conozca, se difunda, y se entienda en un mismo entorno algo que está cada día más presente para que se perciba tal y como es? Una de las claves para resolver estas cuestiones planteadas es sin duda lo que denominamos la 'tangibilización' de la eSalud. Un concepto quizás no muy llamativo, pero importante, y explicamos por qué.

Si la eSalud se tangibilizara más para el usuario, es decir, si el usuario viera realmente que es algo tangible, y como lo es para el en su caso (cita online, consulta online, App que le resuelve una duda, médico que le ofrece información en línea de calidad y segura, segundo diagnóstico, reducción de ingresos, telemonotorización de su dolencia, fases de rehabilitacióna  distancia, servicios sanitarios más rápidos, efectivos,  etc.)  entendería en primera persona qué es la eSalud, y lo que es más importante, cómo le beneficia. Al sentirlo, aunque no de una forma física 100%, pero sí de una forma directa, que le afecte, y para bien, el usuario entendería la importancia que tiene todo lo que ofrece la tecnología aplicada a la salud.

Proceso lógico

Por tanto, y por una consecuencia lógica, el usuario/paciente, como ser humano que es, en este punto a la vez lo vería como algo positivo y crearía el hábito de usarla, por su accesibilidad y su usabilidad. De esta manera, usándola, la validaría, y marcaría el camino a otros potenciales pacientes para que replicaran su experiencia de usuario y lo comprobarán por sí mismos. Y así sucesivamente hasta introducir en el ámbito de la eSalud a más y más pacientes, para que se propagara entre ellos, y comenzarán más y más usuarios (pacientes) a notar los beneficios de la eSalud para ellos y el ahorro de costes para el sistema sanitario, mejorando la relación entre ambos y haciendo del sistema sanitario un entorno con más beneficios directos para todos.

Este proceso en el que el un usuario/paciente/profesional sanitario/persona comprueba que la eSalud es algo que le beneficia directamente y lo incorpora a su día a día es lo que denominamos la tangibilización de la eSalud. Si todo lo que puede aportar la eSalud al sistema sanitario actual se convierte en una realidad diaria usable para los potenciales pacientes, la eSalud será el auténtico motor de desarrollo el cambio que mejore el sistema sanitario, y lo hará más rápido y de una forma más eficaz.  

Herramientas para luchar contra los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud

Si hace poco hemos hablado de los obstáculos a los que se tiene que enfrentar la eSalud en su día a día para despegar y convertirse en el motor de cambio del nuevo y futuro sistema sanitario español, hoy queremos presentar herramientas que nos pueden servir para luchar contra ellos y dejarlos sin efecto.

Las herramientas a veces están más cerca de lo que nosotros creemos, y no son solo programas o estrategias, sino también actores. A continuación presentamos las que consideramos herramientas clave para luchar contra los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud y poder seguir avanzando:

1. Pacientes empoderados
Nadie los suele considerar una herramienta, pero son la máxima prueba de que la tecnología aplicada a la sanidad sirve para mejorar la atención sanitaria y la calidad en la atención y, por lo tanto, el sistema sanitario. Por eso mismo quién mejor sino ellos para comprobar que todos los obstáculos que presenta la eSalud son superables, porque este grupo de pacientes ha conseguido salvarlos. Hay que identificarlos, implicarlos e intentar replicarlos. El "cómo" ya forma parte de otro debate.

2. Profesionales sanitarios muy concienciados
De nuevo, quién mejor que los profesionales sanitarios que tienen claro que la tecnología mejora su trabajo, para luchar, también como el caso de los pacientes empoderados, contra el cinismo y la falta de motivación. Ellos están demostrando que querer es poder y que no hace falta que un Estado asuma la capitanía (aunque sería mejor así) de un proyecto para que este proyecto tenga alma y forma. El hecho de que haya una comunidad de médicos muy implicados en todos los ámbitos de la eSalud hace pensar que se puede seguir avanzando contra viento y marea. Figuras clave en este proceso. Necesario la concienciación de otros profesionales sanitarios para que se incluyan en el proceso.

Herramientas para luchar contra los obstáculos de la eSalud.


3. Nuevos canales para fidelizar/sensibilizar
Antiguamente había muy pocos canales para llegar a los actores del sistema sanitario. La única forma de un paciente de llegar a su médico o a algún otro actor o vicersa era a través de un proceso burocrático o personándose ellos mismos en la clínica, ambulatorio u hospital a través de una cita o urgencias. Pero eso ahora ha cambiado. Un paciente puede percibir, conocer e informarse a través de otros canales, innovadores, que han llegado gracias a Internet. Estos canales pueden actuar como engagement entre unos y otros y facilitar esa comunicación que tanto se ha echado en falta durante muchos años. Todos los nuevos canales (blogs, redes sociales, plataformas, webs de organizaciones sanitarias, soportes de usuarios, etc.) llegados gracias a la tecnología son una herramienta ultra poderosa para establecer una relación bilateral que nadie pueda romper entre todos los actores sanitarios.

4. Papel del sector privado
Igual que muchos profesionales sanitarios están muy implicados, el sector privado ha decidido ponerse el mono de trabajo y no esperar a nada ni a nadie para ejecutar el cambio. Empresas, marcas, emprendedores y startups están poniendo todos los cimientos necesarios para demostrar que la tecnología aplicada a la salud no solo es un modelo de negocio básico, sino que es también una forma de empoderar el propio sistema sanitario y hacerlo más eficiente. Y lo están haciendo reinventados por una crisis en el sector público a la que no le han dado la espalda, sino le están, posiblemente, marcando el camino. Saber canalizar esta ventaja es una gran herramienta que puede beneficiar a todos.

5. Iniciativas como las de algunas CC AA
Aunque sea a pequeña escala, algunas CC AA han decidido hacer apuestas por la tecnología aplicada a la salud para mejorar el trato con sus pacientes y la atención a estos. A pesar de no dejar de ser iniciativas y nacer algunas aisladas de un contexto global y unido, está claro que el hecho de que una CC AA decida hacerlo y marque el camino puede ser un ejemplo para el resto de CC AA y de Estados de que lo que están haciendo sí tiene sentido y sí sirve para algo, la mejor forma de luchar contra el obstáculo que supone el escepticismo. Esas iniciativas pueden ser también una herramienta para lograr luchar contra esos obstáculos.

¿Qué te parecen estas herramientas? ¿Crees que hay más? ¿Crees que el único obstáculo es el factor económico? 

Los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud

La eSalud tiene muros que hay que vencer.
Pocas veces se cuestiona si realmente la eSalud avanza o está estancada dando vueltas sobre la misma idea. En este blog lo hemos cuestionado alguna vez, pero esta vez, no queremos volver a hacerlo, sino centrarnos en los posibles obstáculos que pueden hacer que la tecnología aplicada a la salud no se implante al ritmo ansiado por la mayoría de los actores que están dentro de él.

A continuación vamos a enumerar los que consideramos algunos obstáculos que pueden frenar la implantación de la eSalud en nuestro país. Son los siguientes:

1. Acceso a Internet
A pesar de que sea una cifra que cada vez es mayor y que no para de crecer, no todos los españoles tiene acceso a Internet. Según datos de finales de 2013 hechos públicos por el Eurostat,  casi 7 de cada 10 hogares en nuestro país tiene acceso a la Red, lo que no implica que todas las personas de esos hogares tengan acceso y lo que deja fuera a otros 3 de cada 10 que no tienen acceso. Es decir, el acceso a Internet en España aún está lejos del 100%, y de que cada persona tenga pueda estar conectada directamente. Los smartphones están ayudando a cercar ese ansiado 100%, la realidad es que todavía no todo el mundo tiene acceso directo a Internet, lo que dificulta que accedan a servicios y beneficios de la eSalud de una forma plena.

2.  Brecha digital
El creciente acceso a Internet desenmascara otro factor importante, que viene a ser un obstáculo también: la brecha digital. Es decir, la diferencia entre aquellos que tienen acceso a Internet y pueden disfrutar de los servicios ofrecidos en la Red y los que están excluidos de esos servicios. La brecha digital no termina de cerrarse y sigue habiendo grandes desigualdades entre comunidades de personas y geográficas, que hay que atajar para mejorar el acceso a Internet. Si acabamos con la brecha digital mejoraremos el acceso a Internet, y viceversa. 

3. Analfabetización digital
El índice de analfabetización en España apenas existe ya. Según la Unión Europea, en España en 2010 solo había un 2% de personas que no sabían leer ni escribir. Sin embargo, el índice de analfabetización digital es muy distinto. Que una persona tenga acceso a Internet no quiere decir que sepa usarlo y entender cómo funciona la Red.  La realidad es que existen personas con acceso a Internet que no saben utilizar las posibilidades o desconocen el potencial en todos los bandos de actores del círculo de la eSalud. Los que ya son conscientes de que este factor existe, tienen mucha ventaja. Y los que no lo son o no quieren serlo, están estancados dando la espalda a la realidad. 

4. Pocos nativos tecnológicos
Se consideran nativos tecnológicos o digitales todas las personas que han nacido tras el desarrollo de la tecnología, sobre todo a partir de los años 80 y 90. No hay una fecha concreta, aunque hay teorías que datan los nativos digitales los nacidos después 1979, cuando se dice que empezó a utilizarse tecnología que se usa hoy día y luego verían durante su niñez en los hogares. El caso es que un nativo digital tiene la ventaja de estar habituado al a tecnología y a integrarla en su vida diaria, entiendo la función que realiza. Sin embargo, España es el país más envejecido de Europa, por lo que a pesar de que cada vez que nace una nueva persona ya se puede considerar un nativo tecnológico, la mayoría de los españoles aún no lo son, y tendrán que pasar todavía algo de tiempo para que se impongan, y con ello se acabe con la brecha digital y mejore el acceso a Internet. 

5. Poca implicación de algunos actores
Tras cuatro puntos apoyados en la objetividad relativa que pueden aportar algunos datos, este factor no deja de ser subjetivo. Se ha puesto en duda varias veces la escasa participación de algunos actores de la eSalud en el proceso de implantación de la tecnología en la salud. Por el motivo que sea, como por ejemplo, edad. Tanto por parte de los profesionales sanitarios como de los pacientes. Existe un número considerable de profesionales sanitarios que prefiere no identificarse con ese proceso o hacerlo de una forma mínima, al igual que existen pacientes que todavía prefieren huir de canales o vías en las que la tecnología puede tener presencia para establecer su relación con el sistema sanitario en la mayoría de sus acciones. O enfocarlo de otra manera, existen pacientes que está fuera del acceso a Internet o profesionales sanitarios muy alejados de los nativos digitales. Negar que este punto existe puede ser un error para las iniciativas de eSalud.

6. Coyuntura actual del sector público
El sector sanitario público lleva unos años, como otros sectores, muy afectado por la crisis económica y coyuntural que se ha vivido en el mundo en los últimos años. En esta tesitura, en España ha tenido que afrontar varios recortes. A pesar de que la tecnología se ve como una fortaleza para el propio sector público, aún no es una prioridad, y aunque se han hechos avances, se podrían hacer muchas más cosas si el propio sector público encabezara el proceso, algo que de momento no está pasando, ya que está siendo el sector privado el que está apostando de verdad por la tecnología como motor de cambio en la salud.

7. Burbujas de ideas
A pesar de que se vive una auténtica revolución de ideas e iniciativas en muchos campos relacionados con la eSalud, como es el campo de las Apps sanitarias,  puede ser que los árboles no nos dejen ver el bosque. Muchos proyectos puede alejar a la eSalud de la línea de la calidad y la eficiencia necesaria para seguir avanzando. El caso de la burbuja de las Apps sanitarias lo refleja bien. Un mercado muy creciente donde no todas sirven, y la mayoría apenas tienen pocas descargas, y solo un % bajo se usan con asiduidad. 

8. Falta de indicadores
Tener indicadores en la eSalud sería una buena forma para saber si lo que se está haciendo se está haciendo bien y avanzar por un camino más seguro con cierta certeza basada en datos, como se hace en otros ámbitos. De momento, existen pocos y eso crea cierta incertidumbre que no suma en el procesoLos indicadores no son otra cosa que cuantificadores que dejan ver algún dato de acuerdo a un elemento para cuantificar la dimensión que realmente tiene lo analizado y poder compararlo en diferentes periodos de tiempo para saber si ha crecido o ha decrecido en relación a varias que han sido preestablecidas.

Este listado no es una declaración de pesimismo contra la eSalud, todo lo contrario, pretende ser una identificación de factores a tener en cuenta para abordarlos y poder construir un modelo sanitario más efectivo con el apoyo de la eSalud.

¿Conoces algún factor más? ¿Cuáles son? ¿Por qué?

Los actores que mueven el círculo de la eSalud

De la eSalud y lo que supone ya hemos hablado muchas veces, del nuevo escenario en el que está sucediendo todo el movimiento de tecnología aplicada a la eSalud, también, pero... ¿Quiénes son los actores que la componen? ¿Están todos representados? Siempre se habla de pacientes, profesionales sanitarios, e instituciones como actores más llamativos. Sin embargo, ¿son solo esos? ¿Hay más?

A continuación vamos a representar los que consideramos como los principales actores de la eSalud y el rol que ocupan en el escenario actual:

Potenciales pacientes: Todas las personas susceptibles de recibir servicios del sistema sanitario apoyado por la tecnología en algún momento de su vida. Se sitúan en el centro de la eSalud, como los pacientes de la salud. Sin ellos, ningún sistema sanitario tendría sentido.
Pacientes 2.0: Pacientes empoderados, pacientes que utilizan la eSalud, pacientes conscientes de que la tecnología aplicada a la salud puede mejorar el rendimiento de un sistema sanitario... Los que son conscientes de ello, que ya han implementado la eSalud en sus vidas y de alguna manera pueden contribuir a atraer a otros pacientes para que confíen en la tecnología aplicada a la eSalud y aprovechen las ventajas que ésta otorga. Claves y esenciales para fidelizar al resto. Son el mejor ejemplo de lo poderoso que puede ser el futuro y lo beneficioso para ellos. 
Profesionales sanitarios: Todos los profesionales que trabajan en el ámbito de la salud, tanto médicos, como enfermeros, fisioterapéutas, celadores, etc. Cualquier personal sociosanitario que participe en el proceso y que utilice la tecnología en su día a día. Y que por supuesto, crea en que con ella se mejora el sistema sanitario.  
Organizaciones sanitarias: Las organizaciones sanitarios y Administraciones locales, regionales y nacionales que velan por la salud de los ciudadanos de una localidad, región o Estado, y que lo hacen con iniciativas impulsadas con incentivos tecnológicos para mejorar su servicio. Un actor decisivo en cuanto a implementar iniciativas de éxito que lleguen a la mayoría de los potenciales pacientes y el que debería ser motor de desarrollo de los demás. 



Sector privado: Las empresas del sector privado y los emprendedores que a través de diferentes iniciativas independientes están luchando contra viento y marea para implementar sus ideas y hacer que iniciativas enfocadas a pacientes y a profesionales sanitarios mejores la atención de la sanidad y en definitiva mejoren la calidad de la atención, y a la vez el propio sistema sanitario. Empresas y muchas startups que están desarrollando ideas y conceptos que puede revolucionar el sistema sanitario en pocos años. 

Comunicadores: Un actor que no se tiene tanto en cuenta y que puede jugar un papel muy importante. Los comunicadores, los nuevos canales y medios de comunicación que con su labor de difusión, explicación e información generan confianza para que los potenciales pacientes sean conscientes de los beneficios de la eSalud. Un papel en otra época pre-tecnológica jugado por el denominado cuarto poder, los medios de comunicación tradicionales, hoy día demasiado politizados y vendidos a los poderes fácticos como para poder jugar este papel por sí solos, y demasiado alejados del día a día de los usuarios de a pie, beneficiarios de la eSalud. Este actor engloba a los nuevos medios online nacidos al auspicio de Intenet, los especialistas de la blogosfera y los nuevos comunicadores especializados. 

La labor de concienciación de todos los actores representados en el círculo exterior para lograr que los potenciales pacientes sientan que un sistema sanitario mejorado con la tecnología les beneficia es esencial para que el proceso tenga éxito. Deben participar en las labores de concienciación y sensibilización, cada uno desde su rol, para que la eSalud sea percibido como algo que mejora el sistema sanitario y que beneficia a todos.