Medicina personalizada por allí, medicina personalizada por aquí... Hace un par de años, quizás más, que no paro de escuchar este término y ver cómo se escribe de él, por aquí y por allí y por todos los sitios. Siempre lo he visto como un work in progress perfecto para seguir mejorando la relación entre médico y paciente. Más que nada porque este tipo de medicina supone dar al paciente lo que necesita, exactamente cuando lo necesita, y posiblemente como lo necesita, satisfaciendo su necesidad y por tanto, adaptándose a la perfección a él, lo que se traduciría en un sistema sanitario totalmente perfecto, si realmente se consigue hacer eso. Suena bien, ¿no?
Sin embargo, debemos bajar a La Tierra porque la gran duda surge en ver cómo sería esa medicina personalizada, quién la llevará a cabo y quiénes serán los auténticos beneficiarios de la misma. Este último punto, parece claro: los pacientes. Este grupo de pacientes que demanda cada vez una atención más concreta, y que ahora, gracias a la tecnología, está recibiendo esa atención, o por lo menos, teniendo acceso a recibirla mucho más fácilmente que antes. Así que por aquí parece que vamos en buen camino.
El año pasado no sé si fue el auge de la medicina personalizada, pero sí fue el auge de hablar de ella y contar los millones de bondades que tiene. Una de las razones radica en que con los avances que se están dando en el estudio del ADN, unidos a los avances tecnológicos y la rapidez de ambos, se está duplicando el poder de procesar la información, la disminución de costes, por lo que es mucho más fácil ahora descubrir vínculos entre las variaciones de las secuencias de ADN de cada persona y las enfermedades humanas. En definitiva, la medicina personalizada es aquella que trata al individuo más allá de su contexto genético-molecular y que abarca el intento de comprender el entorno psicosocial de cada paciente para así trazar una hoja de ruta terapéutica que vaya más allá del ADN y de cómo responderá el fármaco o los fármacos recetados en función del genoma. ¿Os queda claro? A mi no, al menos del todo.
Vuelvo a intentar traer el término a La Tierra. Cuando se habla de medicina personalizada ¿De qué se habla? ¿De una definición de libro que muchos usuarios (pacientes) no saben aún como les puede afectar en su día a día? Si a mi, como usuario o ePaciente, me preguntan que si creo en la medicina personalizada y me la explican como yo he hecho en el anterior párrafo, soy incapaz de comprender como se va a traducir esa relación en mi atención médica. ¿Voy a ir al médico y van a estudiar mis genes? ¿El problema está en mi entorno psico-social? ¿Me debo preocupar si me quedo al margen? ¿Vivimos entonces en una medicina estandarizada?
Y vuelvo a hacerme la misma pregunta pero esta vez enfocándola de otra manera ¿Cómo me afecta la medicina personalizada? Ahí puede estar la respuesta de la practicidad de esta medicina para el usuario y para fortalecer, acercar y, en definitiva, beneficiar a la relación entre el paciente y los actores sanitarios.
Visión futurista
En este punto, el otro día tuve una visión que me hizo pensar cómo podría ser la medicina personalizada real del futuro, la que todos amantes de las TICS imaginamos, con la que fantaseamos y posiblemente, la que queremos. MI visión se convirtió en una fantasía tecnológica-sanitaria mientras veía una película que habla de la relación entre un humano y un sistema operativo (Her), en la que un programa diseñado por el hombre cubre todas las carencias afectivas e intelectuales del mismo.
Más allá de la historia de amor 'tecnológico-hipster' de la película que no viene al caso, ¿Será posible que la medicina algún día haga eso? ¿Podrá un sistema operativo creado por el hombre cubrir las dudas/necesidades sanitarias del ser humano y darle las respuestas adecuadas como si de un médico de atención primaria se tratase? ¿Será eso, si sucede, la verdadera medicina personalizada? ¿Se está haciendo ya? Puede parecer algo osado, pero me imagino la medicina personalizada así, pudiendo resolver las dudas que tenga, acceder la información fiable que necesito de primera mano y sentirme acompañado por un médico siempre que lo necesite,y no llenando párrafos y párrafos de lo que es y para lo que sirve.
¿Demasiada ciencia-ficción? Creo que la tecnología nos permite soñar con conceptos que muy pronto pueden ser realidad.