De la misma forma
que cada final de año comienzan a aparecer cientos de artículos sobre un tema recapitulando
lo que ha dado de sí el ejercicio, a principio de año sucede lo mismo con
artículos sobre tendencias que marcarán los siguientes meses. Como si de lluvia
se tratase, inundan Internet de contenido efímero que suele perecer a los pocos
días, y con el paso de los meses, nadie contrasta para ver si algún día se
cumplió, hasta que llega final de año, y esas tendencias caen en el olvido para
dejar paso a otras. Pero ¿Avanza la eSalud?
Precisamente en
este ensayo vamos a hacer eso, contrastar este tipo de información sobre los
vaticinios de la eSalud para ver si se cumplieron o no. Y en ese caso ver también si
aportan algo al mundo de la eSalud o simplemente se trata de 'infoxicación' oportunista (y ciertamente lógica, de final y principios de año, porque al actor en la materia que
no le interesen las recapitulaciones temáticas o tendencias futuras en un tema
como la eSalud, miente deliberadamente), de presagios demasiado aventurados
para el avance del mercado o simplemente de vaticinios superficiales que no se
corresponden con la realidad de los beneficiarios de la eSalud.
De entrada, partimos
de la base de que la eSalud sí avanza. La tecnología no para de avanzar, los
pacientes online van en aumento y los otros actores de la eSalud (médicos,
instituciones) que se rodean de tecnología para mejorar su trabajo van in
crescendo. Sin embargo ¿Es oro todo lo que reluce en esta e minúscula que las
TICs han pegado a la palabra salud?
Para realizar
este ejercicio y poder responder a la pregunta que nos planteamos en el ensayo, nos vamos a
trasladar a últimos de 2012, principios de 2013, hace aproximadamente un año,
cuando muchos artículos sobre tendencias para los próximos 12 meses inundaban
los blogs de tecnología y salud. Por ejemplo, una consultora internacional
apuntaba como mayor tendencia en eSalud para 2013 la reducción de costes y la
mejora de la salud de los pacientes. Dos elementos muy importantes y básicos, en
los que se apoya la eSalud. Pero, ¿Realmente esto se ha conseguido un año
después? ¿Algún actor se ha ocupado de medirlo? ¿O es simplemente es una frase biensonante
que se repite año tras año?
A colación de
este dato, a finales de 2013 (un año después) otra consultora americana
concluía en su informe que la eSalud en 2014 será una tendencia al alza debido
a su capacidad para mejorar la atención sanitaria. Y la pregunta que nos
realizamos es ¿Con respecto a qué? ¿Al año anterior? ¿Mejorar la atención
sanitaria y mejorar la atención de los pacientes no viene a ser lo mismo? ¿La
misma tendencia dos años seguidos?
Otros ejemplos
Del mismo modo,
me traslado esta vez a principios de 2012, cuando empezó a sonar con fuerza el
concepto de la medicina personalizada por las propias TICs. Casi dos años
después, el concepto sigue siendo tendencia, revestido de otras palabras. ¿Está realmente la medicina más personalizada que hace dos años? ¿O no lo está y por
eso sigue siendo tendencia? Es ahí donde vamos y es igual de aplicable a la mejora de la atención sanitaria. La falta de medición, de
indicadores, a veces hace quedarse en capas superficiales, en este caso, a la
propia medicina personalizada, para saber si realmente la medicina, y valga la
redundancia, está más personalizada ahora que hace dos años, de la misma manera
que la eSalud ha mejorado la atención más este año que el anterior. Una
respuesta que tenemos que suponer que es sí.
¿Cómo puedo saber
si se ha avanzado en ese camino? En estos y en otro, como el de los Big Data,
tendencia año tras año, y que lo sigue
siendo, como si nada hubiera cambiado. En el fondo siento que todo lo que es
tendencia año tras año es como si no se hubiera consolidado ni aterrizado. Y
por consiguiente, que no está implantado del todo.
Nos vamos al caso
contrario, la tendencia que sí es tendencia un año y lo deja de ser al año
siguiente. Precisamente por eso, porque se ha consolidado. Esto se ve muy bien
el mercado de la mHealth. En 2012, la mayor tendencia futura para el año
siguiente apuntaba hacia el boom que iban a vivir las app móviles en el campo
de la salud (de hecho, en 2012 ya se estaba viviendo). Y se acertó: 2013 cerró
con cerca de 100.000 apps móviles disponibles y un número exagerado jamás
imaginado por muchos de descargas. Sin embargo, un año después, la tendencia ya
no es la app móvil sanitaria en sí (ya está implantada en el mercado) sino cómo
usarla para sacarle beneficio, algo que responde positivamente, en este caso, a
nuestra pregunta inicial.
Ante esta
tesitura, ¿podemos decir que avanza la eSalud? Pregunta muy peliaguda y
arriesgada pero que en cualquier caso tiene una respuesta positiva. Sí, avanza,
y lo hace porque la tecnología avanza a un ritmo frenético y la eSalud no está dispuesta a retroceder. Se puede estancar –que no es el caso-, ralentizar o seguir a un
ritmo menor del esperado, por un derrotero en el que no se creía que iba a
andar, pero sí avanza.
Sin embargo, ¿no
es hora de que la eSalud comience a aterrizar un poco más a niveles más
profundos y menos generalistas para saber y no suponer si, de alguna manera, el
actor está cada vez más integrado en sus herramientas y le está resultado más
beneficioso y atractivo el modelo que propone? Es hora quizás no de apartar las
grandes tendencias generalistas, pero sí de colocarlas en su sitio, darle el
valor que tienen y centrarse en otras estructuras más localistas para acercarse
a algo más perceptible y tangible por los beneficiarios finales.