En redes sociales se le conoce como 'La mamá pediatra' gracias a su blog Diario de una mamá pediatra, una auténtica biblia para muchas madres y padres primerizos apasionados de la red que buscan en ese lugar soluciones prácticas y consejos para los problemas de salud de sus hij@s. Amalia Arce, médico pediatra y Responsable de eSalud en la Fundació Hospital de Nens de Barcelona, no disfruta solo escribiendo en su blog, sino que también lee y aprende de otros.
Llevas ya varios años en la blogsfera con un blog muy visitado, ¿crees que deberían existir más blogs sobre medicina de los que hay actualmente en nuestro país?
Creo que participar en la blogsfera es una opción personal. A mí me gusta leer blogs de otros profesionales y aprender de ellos de esa manera, pero no tengo claro si debe medirse cuantitativamente la potencia de esta herramienta comunicativa. En cualquier caso me parece una buena forma de comunicación médico-paciente y también entre profesionales.
¿Cuál es el principal obstáculo de un médico para superar la barrera tecnológica?
¿Cuál es el principal obstáculo de un médico para superar la barrera tecnológica?
Pues seguramente el argumento de muchos, es la falta de tiempo. La medicina es una profesión eminentemente asistencial y que sin embargo requiere tiempo para otras facetas como, por ejemplo, la formación continuada o tareas que son más bien administrativas y organizativas. Para la mayoría de profesionales el tiempo dedicado puramente a la asistencia deja poco margen para otras labores. Además, en muchos casos el médico utiliza la tecnología para otros ámbitos de su vida y sin embargo tiene barreras (algunas autoimpuestas, otras generadas por las propias organizaciones) para utilizar la tecnología en su vida profesional.
"En muchos casos el médico utiliza la tecnología para otros ámbitos de su vida pero tiene barreras para utilizarla en su vida profesional"
¿Te has encontrado a médicos que no se quieran subir al carro 2.0?
Por supuesto que los hay. De hecho la mayoría "no se suben a ese carro". La verdad es que yo no les digo nada.... Creo que hay que dejar que cada uno ejerza la profesión como crea conveniente dentro de unos estándares de calidad. No creo que un médico que no crea o al que no le guste el mundo 2.0 sea peor profesional. Lo que sí es cierto, es que determinadas herramientas se irán incorporando a la práctica clínica y habrá que acostumbrarse a integrarlas.
La generación actual de padres y madres ¿Sabe canalizar toda la información médica a la que tiene acceso en la Red?
Pues hay gente más capaz y otra menos. Pero no sólo pasa con la información que hay en la red. También puede ocurrir con la información que hay en otros medios (televisión, prensa escrita, etc). Hay que mantener cierto espíritu crítico para canalizar la información y para poder interpretarla de forma adecuada. Quizá uno de los papeles que deberíamos adoptar los profesionales es poder ayudar en este ejercicio de búsqueda y análisis.
¿Qué has aprendido de ellos en este nuevo canal?
Aprendo de los padres y de las madres en la Red y también de los padres y madres que veo en las consultas. Miles de cosas, es difícil describirlas. Porque al final no hay tanta diferencia entre la vida "virtual" y la vida "real".
"Hay que mantener cierto espíritu crítico para canalizar la información y para poder interpretarla de forma adecuada"
¿Qué proyectos de pediatría consideras básicos para que un hospital los desarrolle en un entorno 2.0?
Seguramente la idea sería plantear llevar al 2.0 y a los canales digitales todo aquello que se hace de forma convencional. Hay diferentes opciones, pero la idea sería establecer nuevos canales de comunicación con los pacientes, tanto en temas clínicos y propiamente médicos, como desde el punto de vista administrativo y organizativo. Potenciar algunos canales como las redes sociales y los contenidos audiovisuales resulta interesante. Igualmente contagiar a los diferentes estamentos profesionales en el uso de las nuevas tecnologías.
Cómo pediatra, ¿Qué rol le das a las aplicaciones sanitarias actuales?
La verdad es que manejo pocas aplicaciones en mi práctica profesional en el día a día. Me parece que el boom es inabarcable y al final, es preciso poner límite y descargar lo que realmente vaya a ser necesario. En mi caso utilizo, sobre todo, aplicaciones relacionadas con los fármacos, especialmente en situaciones críticas y para interacciones farmacológicas (lactancia, etc.). Reconozco que hay proyectos muy interesantes, pero creo que todavía falta ligar los dos extremos en muchos casos, es decir, que pacientes y profesionales interaccionen mediante las aplicaciones (por lo menos en Pediatría).
¿Crees que pueden llegar a ser peligrosas si no se utilizan con prudencia?
Supongo que estáis al corriente de las iniciativas por acreditar las aplicaciones. Aunque no sé si ello comportará un uso "responsable" por parte de los pacientes. En cualquier caso, es complicado ponerle puertas al campo y seguramente hasta que los profesionales no estén más implicados (al igual que ocurre con los contenidos web) haya cierto riesgo. No obstante, no me gustan los mensajes apocalípticos.