No veo la tecnología como algo frío, la veo como un instrumento,
como una herramienta. Y como toda herramienta puede ser más o menos útil, más o
menos fría según quién la utilice. Depende en definitiva de nosotros. Cuando
yo empecé a estudiar medicina, no existía Internet y durante la residencia
usábamos el correo postal o el teléfono fijo para comunicarnos con los
pacientes. Ahora convivimos personas de diferentes generaciones, las que
nacieron cuando no existía Internet, ni teléfonos móviles y los que usan
teléfonos inteligentes desde la cuna. Ya no
necesitamos ir a una hemeroteca y pasarnos horas buscando la información que
necesitamos. Con nuestro portátil o nuestro móvil, desde el sofá de casa, y en
un solo clic tenemos al alcance miles de artículos. ¿Les
ocurre igual a los pacientes? Claro que sí. Eso es
lo que ha cambiado. El acceso a la información. Probablemente somos la última
generación que ha crecido sin tener información de primera mano sobre salud.
Tu blog es un
ejercicio de medicina, dermatología y humanidad. ¿Concibes tu día a día sin él?
Eso lo contesto con algo que escribí en el blog: “Trabajar con enfermedades de la piel es un gran reto. El
tegumento, el pelo, las uñas, las mucosas, son la frontera, que no la barrera,
que nos separa y a la vez nos acerca al exterior. Escribo este blog para compartir mis experiencias sobre el lado
humano de la medicina, buscando un equilibrio entre trabajo y vida. Ya que
detrás de cada enfermedad siempre hay una persona que sufre y un profesional
que intenta escuchar y ayudar.”
"Probablemente somos la última generación que ha crecido sin tener información de primera mano sobre salud"
¿Crees que la medicina
vive su propia burbuja 2.0 o la tecnología ha venido para quedarse?
Decía Al Gore que “Internet es una nueva
forma de sociedad orientada a las personas”. Esto no es una moda pasajera, es una nueva era. El que sea 2.0 o
3.0 depende de nosotros y de la utilidad que le encontremos. Se trata de
personas conectadas con otras personas para compartir conocimiento y crecer
juntos. Si no lo hacemos así, lo haremos de otra forma. Pero tengo claro que
cada vez será mejor. El
profesor de Antropología evolutiva de la Universidad de Oxford, Robin Dunbar, decía que «Pertenecemos a la especie más social de las que
habitan en el planeta», es por eso que siempre intentaremos estar conectados.
Las Apps en
dermatología están recibiendo muy buenas críticas por parte de los propios
médicos. ¿Has utilizado alguna? ¿Crees que pueden aportar algo al diagnóstico y
al posterior tratamiento?
La dermatología es una especialidad eminentemente “visual”. Los
dermatólogos trabajamos con imágenes, ya sea en directo o a través de fotos.
Creo que las Apps servirán en un futuro para que haya un mejor y más rápido
acceso a la consulta del dermatólogo. Lo que es cierto es que hasta este
momento los intentos por crear Apps que diagnostiquen por sí solas sin la
participación de los “ojos” y la experiencia de un especialista han fracasado.
Han sido probadas y se ha visto que no son fiables. En mi caso, como dermatóloga, he usado Apps generales, no de
dermatología, pero creo que podemos llegar a desarrollarlas.
¿Qué es lo que más te
apasiona de la nueva relación entre el médico y el paciente que ha
proporcionado la tecnología aplicada a la salud?
La inmediatez, la rapidez de acceso a la información. El poder
educar en salud de forma no presencial.
"Los intentos por crear Apps que diagnostiquen por sí solas sin la participación de los “ojos” y la experiencia de un especialista han fracasado"
¿Crees que la mayoría
de los pacientes son conscientes de la nueva vía que se les ha abierto gracias
a Internet y a las nuevas plataformas online, Apps, etc?
Creo que no. En
el “Informe de los ciudadanos ante la eSanidad de 2012 del Observatorio Nacional de las
telecomunicaciones” se llega a la conclusión de que somos los profesionales y
especialistas de medicina las fuentes a las que recurren los ciudadanos de
manera más habitual para obtener información sobre temas sanitarios, no a
Internet. En
este mismo estudio ven que son los medios de comunicación y las personas cercanas
(amigos, familiares) las utilizadas como fuente por aproximadamente la mitad de
la ciudadanía (54,2% y 48,9% respectivamente). Internet solo lo usa un
29% de la población. Sorprendentemente
para los que nos movemos por aquí, Internet es la fuente menos fiable para los
ciudadanos (3,85 puntos de valoración media), puntuación debida en gran parte
al elevado peso que suponen los no internautas sobre el total de la población.
Cómo médico presente y consciente del valor de las nuevas tecnologías,
¿Qué esperas ver en los próximos años en tu campo?
Espero ver
muchas cosas. Pacientes realmente empoderados, conscientes y responsables de su
propia salud. Los teléfonos
inteligentes y las nuevas tecnologías harán que los hospitales sean
innecesarios. El cuidado de la salud se hará en colaboración entre el paciente
y el médico. Las tecnologías permitirán un nuevo tipo de atención médica
“personalizada”, orientada a pacientes individuales en lugar de a la población
en general. Podremos
hacer un seguimiento de los pacientes y su salud con la ayuda, por ejemplo, de
un teléfono inteligente, y los médicos actuaremos como consultores, como
intérpretes de los datos del paciente. Los pacientes serán dueños de la
información sobre su salud y serán capaces de participar activamente en su
propio cuidado.