Los profesionales sanitarios que deciden compartir sus
conocimiento en la Red no son todavía tantos como los que podrían ser, pero
sobre los que hay, ya se puede establecer, a grandes rasgos, una clasificación.
Existe un primer grupo que engloba a los que, conscientes del auge de Internet, deciden ir por la vía rápida para figurar pero sin adentrarse demasiado. Colaborar con alguna web o soporte digital sin profundizar más allá. Una columna, un post semanal, mensual o alguna indicación dando consejos u ofreciendo soluciones a problemas comunes suele ser su aportación a la web social.
Existe un primer grupo que engloba a los que, conscientes del auge de Internet, deciden ir por la vía rápida para figurar pero sin adentrarse demasiado. Colaborar con alguna web o soporte digital sin profundizar más allá. Una columna, un post semanal, mensual o alguna indicación dando consejos u ofreciendo soluciones a problemas comunes suele ser su aportación a la web social.
Podríamos catalogar a un segundo grupo configurado por
profesionales sanitarios muy proactivos, que deciden empezar una aventura
online abriendo su propio blog, un lugar en los que comentar aspectos que se
encuentran en su quehacer profesional diario, y que pueden servir a otros
pacientes que tengan el mismo problema. Así, los internautas que lleguen a
estas páginas podrán obtener información de un profesional y contrastarla con
la que ya tengan, sobre todo si no está obtenida de fuentes sanitarias fiables.
El tercer grupo sería una prolongación del segundo. Los más arriesgados. Por diferentes motivos deciden ir un poco más allá y apostar por completo por las TICs en su trabajo desde el inicio. Están decididos a trazar una relación transversal entre las necesidades de los demandantes de información sanitaria en la red, y su sabiduría y diagnósticos. Unirlos en el tiempo y en el espacio a través de herramientas que establezcan una relación en la Red lo más idéntica posible a la que se estable en una consulta física, pero con un soporte tecnológico entre ambos. Me refiero a los profesionales que se atreven a dar un paso al frente y abrir consultas online.
Accesibilidad
Sin embargo, la realidad no va tan rápido como a muchos les
gustaría. Gran parte de los profesionales sanitarios no ven todavía accesible
un mundo en el que algunos (pocos, pero cada vez más) ya se mueven como pez en
el agua. Abandonar su consulta tradicional (aunque sea sacrificar algunas horas
a la semana) para enfocarse en algo tan virtual supone un escalón demasiado
grande para muchos de ellos, que prefieren seguir tal y como lo están haciendo.
Al menos, de momento, y mirando de reojo lo que hacen sus compañeros que sí han
decidido dar el paso. Quizás algún día deciden dar ese salto e imitarlos, pero
en la coyuntura actual, son reacios a ello.
Aún así, ¿por qué cada vez hay más médicos que se atreven a comenzar a atender online a sus pacientes? Y lo que es más llamativo ¿Por qué no ofrecerles a los pacientes que demandan tanta información en Internet la fiabilidad sobre lo que necesitan y evitar que la tengan de otras fuentes menos precisas?
Web interactiva
La web interactiva da la oportunidad a los profesionales
sanitarios que quieran colmar esa demanda existente para que lo hagan. Una
doctora, un enfermero, una farmacéutica, etc., ya puede resolver todas esas
preguntas de pacientes dudosos que llenan foros y blogs en Internet desde su
propio ordenador. Pero no hacerlo como otro usuario -alguien anónimo que dice
saber de lo que habla-, sino como un Doctor o un especialista en la materia.
La web 2.0 otorga esa oportunidad que muchos no quieren desaprovechar. Un profesional sanitario puede abrir un blog, montar un portal web o abrir una consulta online para atender todas esas dudas y responder tal y como lo hace en su consulta física, pero desde su propio ordenador, para llegar a todas las casas de los pacientes. En esta relación, ambos ganan.