La blogsfera sanitaria se ha convertido en una auténtico almacén de información sanitaria. Internet es relativamente joven, pero la cantidad de contenido de salud que existe y, sobre todo, el que se sigue creando día a día, desborda a cualquier persona y puede incluso hasta llegar a caer en la temida desinformación, algo peligroso debido al campo del que hablamos, la salud, porque podría acabar llevando al usuario a la propia ignorancia, justo al contrario de lo que se pretende.
Cada vez más personas buscan en Internet, y cada vez se busca más información sobre salud. Pero... ¿Se hace bien? ¿Cómo se debe buscar información sanitaria de calidad en la Red? Vamos a dar algunas pautas que el usuario puede llevar a cabo fácilmente para que pueda filtrar con más facilidad y seguridad la información que busca:
Información sobre los autores.
Es una de las cosas que debe hace el usuario. Ver quién lo ha escrito. Si es un médico, sino lo es. La identificación de la fuente (el autor) es básica. Sobre todo que sea un médico o una organización sanitaria. Es importante este punto porque a veces los usuarios solo dan validez a la información que les interesa o la que quieren leer, aunque no tenga fuente.
Referencias sobre el contenido.
Otro punto básico es ver que todo lo que se cita tiene referencias o enlaces para ampliar y ver que está argumentado. Saber la fuente de la información es un valor añadido enorme.
Identificación del portal web.
No hay que leer solo el artículo o mirar quién lo ha escrito, también hay que ver quién está detrás de ese portal o blog, qué empresa o entidad lo avala, a quién pertenece o si tiene copyright. Es decir, si una información no tiene identificado su autor, pero está dentro de una página de una potente farmacéutica o de un hospital, es fiable.
Entorno seguro.
Dominio .org, copyright, certificaciones médicas (WMA) o logotipos de patrocinadores. Buscar una de estas tres cosas en la web en la que localizamos información sanitaria puede ser un buen termostato para ver si realmente esa información es segura.
Actualización.
Si se cumplen los cuatro requisitos anteriores, posiblemente la información será de calidad alta. Sin embargo, como todos sabemos, la medicina avanza rápido, y es posible que algunos artículos, sean sobre tratamientos que pueden haber variado en la actualidad desde el día que se escribieron. Ver que la información es reciente es un valor muy positivo para seleccionar información sanitaria de calidad.
'Responsabilidad' del usuario.
El usuario debe actuar con responsabilidad con él mismo, y unificar todos estos criterios de calidad. Debe esforzarse por realizar un filtrado con calidad. ¿Cómo? Aplicando estas pautas y sabiendo que no es necesario que toda la información que consulte deban cumplirlas todas (aunque sería lo ideal), pero sí algunas. Está claro que una información sanitaria en una página que no tiene a ningún responsable detrás o que no identifica el autor, ni ofrece ninguna certificación, ni actualización, no está ofreciendo una información segura, y debe descartarse como fuente. Todo lo que hay en Google no vale.
¿Crees que aplicando estos criterios se asegura el acceso a una información sanitaria de calidad? ¿Echas alguno más en falta? ¿Se busca bien la información sobre salud en Google?
Fuente: Elaboración propia y textos universitarios de biblioteconomía y documentació. 23.12.2009.
También te pude interesar:
Cada vez más personas buscan en Internet, y cada vez se busca más información sobre salud. Pero... ¿Se hace bien? ¿Cómo se debe buscar información sanitaria de calidad en la Red? Vamos a dar algunas pautas que el usuario puede llevar a cabo fácilmente para que pueda filtrar con más facilidad y seguridad la información que busca:
Información sobre los autores.
Es una de las cosas que debe hace el usuario. Ver quién lo ha escrito. Si es un médico, sino lo es. La identificación de la fuente (el autor) es básica. Sobre todo que sea un médico o una organización sanitaria. Es importante este punto porque a veces los usuarios solo dan validez a la información que les interesa o la que quieren leer, aunque no tenga fuente.
Referencias sobre el contenido.
Otro punto básico es ver que todo lo que se cita tiene referencias o enlaces para ampliar y ver que está argumentado. Saber la fuente de la información es un valor añadido enorme.
Identificación del portal web.
No hay que leer solo el artículo o mirar quién lo ha escrito, también hay que ver quién está detrás de ese portal o blog, qué empresa o entidad lo avala, a quién pertenece o si tiene copyright. Es decir, si una información no tiene identificado su autor, pero está dentro de una página de una potente farmacéutica o de un hospital, es fiable.
Entorno seguro.
Dominio .org, copyright, certificaciones médicas (WMA) o logotipos de patrocinadores. Buscar una de estas tres cosas en la web en la que localizamos información sanitaria puede ser un buen termostato para ver si realmente esa información es segura.
Actualización.
Si se cumplen los cuatro requisitos anteriores, posiblemente la información será de calidad alta. Sin embargo, como todos sabemos, la medicina avanza rápido, y es posible que algunos artículos, sean sobre tratamientos que pueden haber variado en la actualidad desde el día que se escribieron. Ver que la información es reciente es un valor muy positivo para seleccionar información sanitaria de calidad.
'Responsabilidad' del usuario.
El usuario debe actuar con responsabilidad con él mismo, y unificar todos estos criterios de calidad. Debe esforzarse por realizar un filtrado con calidad. ¿Cómo? Aplicando estas pautas y sabiendo que no es necesario que toda la información que consulte deban cumplirlas todas (aunque sería lo ideal), pero sí algunas. Está claro que una información sanitaria en una página que no tiene a ningún responsable detrás o que no identifica el autor, ni ofrece ninguna certificación, ni actualización, no está ofreciendo una información segura, y debe descartarse como fuente. Todo lo que hay en Google no vale.
¿Crees que aplicando estos criterios se asegura el acceso a una información sanitaria de calidad? ¿Echas alguno más en falta? ¿Se busca bien la información sobre salud en Google?
Fuente: Elaboración propia y textos universitarios de biblioteconomía y documentació. 23.12.2009.
También te pude interesar: