Ensayos sobre la eSalud: la gamificación ¿Capacitada para poner a jugar a los actores de la eSalud?

La gamificación es una de las tendencias que más fuerte están pegando en la tecnología aplicada a la salud, en especial en los últimos meses. Los profesionales sanitarios la están apoyando, la industria, lo está haciendo y los pacientes, están también jugando. ¿O no es así?

El hecho de aprender y conocer más sobre nuestra salud y lo que nos preocupa realizándolo como un ejercicio lúdico, sin cerciorarnos de que realmente estamos aprendiendo algo cuando nos parece que estamos jugando, es una de las últimas tendencias que están irrumpiendo en la vida diaria del médico y del paciente. Empodera a ambos. Los acerca, los une. Mejora su relación. Consigue el objetivo. O al menos tiene las armas para lograrlo.




La gamificación de por sí tiene mucha fuerza, como así lo está demostrando. El arte de aprender jugando está consiguiendo el engagement ansiado que muchos actores (empresas, emprendedores, organizaciones) buscan entre su producto/objetivo y su público. Pero al pregunta que hay que hacerse es... ¿Los actores de la eSalud están capacitados para entender realmente la importancia que puede tener la gamificación? ¿La gamificación los pondrá a jugar en este nuevo terreno?

Posiblemente la semana que viene, tras el I Congreso sobre Juegos de Salud que se celebra en Madrid, tengamos más respuestas a estas preguntas. De momento lo que está claro es que algunos ya son muy conscientes del poder de la gamificación, y lo están intentando llevar a cabo, o en algunos casos, llevándolo. 

La gamificación como tal puede ser una herramienta muy buena para los actores de la eSalud, tanto los profesionales sanitarios, como para las organizaciones sanitarias, y por supuesto para los propios pacientes. También, por su faceta divulgativa, accesible y fácil, otros actores como los comunicadores de salud o los propios medios de comunicación pueden hacerse eco de una forma más fácil de lo habitual, y con ello contribuir a la sensibilización y fidelización de otros actores, ampliando así el círculo. Por lo que se intuye que tiene una capacidad alta para implicar a los profesionales sanitarios.

Implicación

Pero para que la gamificación sea un proceso exitoso a través el cual enseñar al paciente o otorgarle valores añadidos. ¿No hay que implicar más de lo habitual al profesional sanitario? Hay que alinear totalmente la concepción y el desarrollo del juego al know how empírico y al conocimiento del profesional sanitario. No basta con crear un juego enfocado a la salud, hay que ir un paso más allá y leer las necesidades y los impactos que puede tener lo que se está diseñando sobre los hábitos saludables y la salud del paciente. 

Los juegos de salud no son precisamente solo un juego. Hay que conformar un tablero encima de la mesa virtual con todos los elementos para captar la atención y conseguir que el usuario cumpla la función inicial: motivar al paciente y empoderarlo a través del juego. 

¿Crees que el profesional sanitario se debe implicar más en la gamificación? ¿Lo quiere hacer pero aún no tiene los métodos necesarios? ¿Se podría desarrollar una metodología sobre el rol del profesional sanitario en este campo?





Cinco ventajas que la gamificación aporta a la eSalud

El juego como nuevo aliado de la salud gracias al empaque de las nuevas tecnologías. Así podríamos definir la gamificación, también conocida como el empleo de mecánicas de juego en entornos y aplicaciones para potenciar la motivación, la concentración, el esfuerzo y la fidelización del usuario. Es, por tanto, una gran herramienta que aplicar en salud para influir y motivar a las personas que lo necesitan, y potencialmente puede ser un perfecto aliado para muchos actores del sistema sanitario. 

Sobre si es solo una tendencia o está de moda, ya se han dicho muchas cosas, pero, de momento, lo que está claro es que es una herramienta que en el presente existe, y se está fomentando su uso, por lo que parece que puede ser una tendencia auspiciada por las nuevas tecnologías para empoderar la salud de los pacientes. De hecho, el 28 de mayo se celebra el I Congreso de Juegos de Salud en Madrid, donde expertos se reunirán para repasar las iniciativas e incidencias más novedosas de la misma.  

Para entender qué puede aportar la gamificación a un sistema sanitario empoderado gracias a la tecnología, vamos a apuntar algunas ventajas que aporta la gamificación hoy día a la relación entre los actores sanitarios:

1. Llega a todos los públicos
La gamificación tiene una segmentación muy amplia, y se puede utilizar para llegar a públicos de todas las edades, tanto personas mayores, como adultos, como adolescentes. No se centra en una horquilla completa, sino que aborda varias. 

2. Aumenta el engagement con el paciente
El usuario, en este caso el paciente, se sitúa en el centro, y precisamente con la gamificación se puede incitar a participar en la acción que le proponemos sobre su enfermedad o dolencia y diseñar mecánicas que realmente le motiven. Un usuario motivado, aumentará su implicación con lo que está haciendo. 

3. Ayuda a prevenir enfermedades
Si consideramos que el 90% de los jóvenes españoles dedican dos horas al día como mínimo a navegar por Internet, la utilización de técnicas de gamificación podrían ser una palanca para prevenir enfermedades y para la educación para la salud. Y es algo que se podría extrapolar no solo a adolescentes.

4. Maximiza la difusión
El usuario comparte nuestro contenido y lo difunde, aumentando la presencia del actor que ha impulsado la iniciativa de gamificación y de las personas potenciales pacientes que pueden estar interesados en ese contenido. El efecto viral de nuevo juega un papel clave. 

5. Fomenta el aprendizaje y educa en salud

Siempre se utilizan juegos para que los niños aprendan conceptos generales de la vida, como contar, unir, relacionar, etc. Ese valor del juego se puede extrapolar a la gamificación para fomentar, jugando, el aprendizaje de aspectos de alguna enfermedad, y educar en salud, sea a la edad que sea. Cuánta más información adquirida, mejor. Y si encima se puede entender muchas cosas jugando, mucho mejor.

¿Crees que hay más ventajas? ¿Cuáles son? ¿Te parece que es algo más que una moda pasajera? 


Ensayos sobre la eSalud: Salud vs. eSalud ¿Quién es la meta de quién?

A veces, por más que te preguntes cosas, no obtienes respuestas claras. Al contrario, te surgen más y más cuestiones a las que hay que darle respuesta para ver si realmente se obtienen las respuestas que estamos buscando. En el caso de este blog, tras realizar una serie de entrevistas en el serial Respuestas a la eSalud -que nos llevó a escribir Ensayos sobre la eSalud y a publicar un eBook sobre la materia-, aún nos surgen muchas dudas, a pesar de las múltiples respuestas que hemos obtenido y varias reflexiones, tanto nuestras como de lectores, con las que nos hemos enfrentado.

La última cuestión que nos ha salido a relucir tras un debate en Linkedin ha sido la siguiente: ¿La meta de la eSalud es la salud o la meta de la salud es la eSalud? ¿Queda clara la pregunta? Que nadie se alarme, que no es un trabalenguas, pero tampoco es una cuestión tan sencilla como pueda parecer.



Vamos a abordar la doble cuestión por partes, analizándola y simplificándola. Partimos de la base de que tanto la salud como la eSalud, tienen una meta y unos objetivos concretos, pero comunes. De ahí, reducimos la cuestión a ¿La meta de la eSalud es la salud? Según un argumento de Miguel Ángel Valero en respuesta a un artículo publicado por nosotros en el grupo de Linkedin ‘Accesibilidad,telemedicina y eSalud, la meta de la eSalud, y por tanto, todo lo que se está haciendo y consiguiendo aplicando la tecnología a la salud, debe ser la salud. Resumiendo: crear eSalud para conseguir llegar a la salud. 

Valero, Jefe de Departamento de Ingeniería y Arquitecturas Telemáticas en la Universidad Politécnica de Madrid y experto en la materia, explicaba que “las TIC en salud tienen una sola meta: mejorar el estado integral del bienestar físico, psicológico y social de una persona” y afirmaba que “el uso de la eSalud es un medio para hacerla realidad, la meta es la salud de cada persona”. ¿Todos de acuerdo con esta afirmación? A nosotros nos parece una afirmación lógica y muy bien argumentada.

Según lo explicado, entonces entendemos que si la meta de la eSalud, y de todo lo que se está haciendo en este campo, es la salud, estamos afirmando que la meta de la eSalud es conseguir un estado de bienestar físico, mental y social de las personas con las herramientas tecnológicas que la propia eSalud aporta. ¿Todos de acuerdo? 

Otra pregunta

Sin embargo, queremos darle la vuelta para ver las cosas desde otra perspectiva y abordar la segunda parte de la cuestión que nos hacíamos ¿La meta de la salud es la eSalud? Es decir, el objetivo de la salud es llegar a un sistema de eSalud que sea capaz de responder a todo lo que la salud propone y cumplir sus objetivos, pero mejorándolos y optimizándolos.  

La eSalud, ¿no podría ser una meta de la salud para llegar a implementar toda la tecnología que la eSalud le puede aportar y lo que eso conllevaría en cuanto a beneficios para todos los actores del círculo sanitario? ¿No sería también la eSalud una meta?

Y bajo estas dos premisas, si la eSalud llega a su meta (la salud) y la salud también (la eSalud), ¿no estaríamos ante un gran avance en un sistema sanitario que sería capaz de ofrecer una atención mejor gracias a la tecnología, y por tanto, mejorar la calidad en la atención? ¿Sería el momento de despejar la controvertida ‘e’ como algunos expertos han afirmado ya?

¿Qué pensáis? ¿Tenéis más argumentos para responder a estas preguntas? ¿Quién es la meta de quién? ¿Son metas mutuas? 

Ensayos sobre la eSalud: el uso, ¿el mayor reto al que se enfrenta la eSalud?

Hablar de motivaciones, retos, ventajas y desventajas es algo muy socorrido cuando hay que ver los pros y los contras de algún proyecto o de alguna innovación concreta. Esta conversación también se puede extrapolar -y de hecho se está haciendo- a todo lo que está aportando la tecnología aplicada a la salud, tanto en materia de proyectos concretos, como iniciativas, tendencias, aplicaciones móviles, nuevas herramientas nuevas, nuevos canales, etc… Hay que conocer muchos de estos nuevos conceptos para saber de dónde parten, para qué se hacen y qué objetivo final tienen si queremos validar cada uno de ellos y obtener más información sobre el ROI de los mismos.

Para centrarnos en el campo que nos interesa, el de la eSalud, se pueden analizar las ventajas y las desventajas, los pilares de la eSalud, lo que la mueve, las iniciativas más destacadas, tendencias, etc.. Sin embargo, lo que cuesta mucho analizar es realmente si todo lo que se está haciendo en diferentes ámbitos de la misma está sirviendo para algo. Es decir, si las diferentes iniciativas se están materializando en uso por parte el usuario final y demostrando con eso que realmente se usan, y por tanto sirven. ¿Eso las validaría? Obviamente si se usan es porque responden a las necesidades, por tanto, entendemos que sí a falta de otros indicadores más válidos de validación.

Entonces, si el uso valida las diferentes iniciativas, y entendemos que sí, ¿la meta es el uso? Según esta teoría, si una iniciativa proveniente de la eSalud se usa de una forma constante y sostenible (no tiene por qué ser masiva, pero sí tener un público concreto y usual) en un espacio de tiempo, significa que sirve al usuario. Y por tanto, si le sirve al usuario, es que su objetivo se está cumpliendo, lo que demostraría que el uso es la meta: usándola se demuestra que realmente sirve. ¿No sería así?

Ejemplo ficticio

Utilizamos un ejemplo ficticio para tratar de aclarar más esta reflexión. Una organización X apuesta por un servicio multiplataforma a través de los nuevos canales entre médicos y pacientes. Para reforzar su propuesta, apuesta por una aplicación sanitaria para poner en contacto a médicos y pacientes también en un soporte móvil. Para ello ha contado con el asesoramiento de muchos médicos y consultado a decenas de pacientes, para identificar necesidades, incluso ha realizado un estudio de mercado sobre la materia. Sin embargo, lanza la App sanitaria al mercado y en los primeros seis meses se consiguen 72 descargas, apenas 12 por mes, poco más de dos por semana. Y los usuarios con la App en su móvil, no vuelven a ella tras los primeros dos días.




A pesar de que la App desde el punto de vista estructural puede ser perfecta ¿No se considera un fracaso debido a que no ha conseguido levantar la expectación, y por tanto, el uso de los usuarios finales?  Con esto pretendemos saber si la validación de un producto puede estar en su uso, y sea éste el que nos diga lo que realmente sirve a los usuarios, por lo que hay que apostar, po lo que no, y lo que se debe modificar o desechar. 


Existen muchos proyectos dentro de lo que se considera la eSalud en los que los actores que los crean generan una fuerte y supuestamente avalada teoría en la que a priori se responde a todas las necesidades del usuario. 

Sin embargo, a la hora de poner en práctica esos proyectos, falla directamente en engagement entre el profesional sanitario-paciente, tal y como había sido concebido, o simplemente falla e engagement entre empresa-cliente. Si falla esta relación de propuesta-uso-validación ¿Realmente se están construyendo iniciativa que sirvan a los beneficiarios finales de la eSalud? La respuesta posiblemente sea no, por lo que habrá que seguir trabajando para enfocarse a resultados, que en la mayoría de los casos provengan del propio uso.

Ensayos sobre la eSalud: La importancia de tangibilizar la eSalud

Dicen que lo que no está dentro de Google, no existe. Incluso que si no sales en la primera pestaña (de las decenas que puede tener), tampoco. Algo sencillo pero a la vez duro, y que ha puesto el mundo al revés en muchos ámbitos. Ha cambiado la forma de pensar, enfocándola a resultados, y de trabajar. Con la eSalud, aunque no lo parezca, puede pasar algo parecido. Sí, la eSalud sí que existe, por supuesto, tanto lo que se ve como lo que no tiene tanta visibilidad, pero la reflexión a la que podemos llegar es otra. ¿Qué parte de la eSalud existe para el potencial paciente o usuario del modelo sanitario?


¿Realidad?

Aunque duela reconocerlo, la mayoría de los pacientes no saben lo que es la eSalud, ni lo que implica. Si te vas a un hospital y sueltas la palabra eSalud en cualquier pasillo, en la sala de espera o en la cafetería, sientes que estás hablando en latín, y solo los que han estudio latín, o pertenecen al ámbito de la eSalud, la reconoces. No solo en esos lugares. Si te vas a cualquier parte fuera del ámbito estrictamente tecnológico-sanitario, la mayoría de las personas tampoco saben lo que es exactamente la eSalud. Algunas se lo imaginan, lo intuyen, pero no conocen el término como tal.

¿De acuerdo con estas afirmaciones?  Solo tenéis que comprobarlo por vosotros mismos. Solo tenéis que salir del ámbito de la eSalud que os rodea. Iros a un hospital, un ambulatorio, o la misma plaza del pueblo. Estamos convencidos de que el 50% de las personas que os escuchen no sabrán exactamente de qué habláis. Pero solo es una percepción. ¿Motivos? Muchos , y ya se han expuesto en este blog en otros artículos: brecha digital, poco acceso a Internet, falta de sensibilización, desconfianza, etc.

Entonces ¿Si no se conoce tanto la eSalud como podemos hacer para que se conozca, se difunda, y se entienda en un mismo entorno algo que está cada día más presente para que se perciba tal y como es? Una de las claves para resolver estas cuestiones planteadas es sin duda lo que denominamos la 'tangibilización' de la eSalud. Un concepto quizás no muy llamativo, pero importante, y explicamos por qué.

Si la eSalud se tangibilizara más para el usuario, es decir, si el usuario viera realmente que es algo tangible, y como lo es para el en su caso (cita online, consulta online, App que le resuelve una duda, médico que le ofrece información en línea de calidad y segura, segundo diagnóstico, reducción de ingresos, telemonotorización de su dolencia, fases de rehabilitacióna  distancia, servicios sanitarios más rápidos, efectivos,  etc.)  entendería en primera persona qué es la eSalud, y lo que es más importante, cómo le beneficia. Al sentirlo, aunque no de una forma física 100%, pero sí de una forma directa, que le afecte, y para bien, el usuario entendería la importancia que tiene todo lo que ofrece la tecnología aplicada a la salud.

Proceso lógico

Por tanto, y por una consecuencia lógica, el usuario/paciente, como ser humano que es, en este punto a la vez lo vería como algo positivo y crearía el hábito de usarla, por su accesibilidad y su usabilidad. De esta manera, usándola, la validaría, y marcaría el camino a otros potenciales pacientes para que replicaran su experiencia de usuario y lo comprobarán por sí mismos. Y así sucesivamente hasta introducir en el ámbito de la eSalud a más y más pacientes, para que se propagara entre ellos, y comenzarán más y más usuarios (pacientes) a notar los beneficios de la eSalud para ellos y el ahorro de costes para el sistema sanitario, mejorando la relación entre ambos y haciendo del sistema sanitario un entorno con más beneficios directos para todos.

Este proceso en el que el un usuario/paciente/profesional sanitario/persona comprueba que la eSalud es algo que le beneficia directamente y lo incorpora a su día a día es lo que denominamos la tangibilización de la eSalud. Si todo lo que puede aportar la eSalud al sistema sanitario actual se convierte en una realidad diaria usable para los potenciales pacientes, la eSalud será el auténtico motor de desarrollo el cambio que mejore el sistema sanitario, y lo hará más rápido y de una forma más eficaz.  

Herramientas para luchar contra los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud

Si hace poco hemos hablado de los obstáculos a los que se tiene que enfrentar la eSalud en su día a día para despegar y convertirse en el motor de cambio del nuevo y futuro sistema sanitario español, hoy queremos presentar herramientas que nos pueden servir para luchar contra ellos y dejarlos sin efecto.

Las herramientas a veces están más cerca de lo que nosotros creemos, y no son solo programas o estrategias, sino también actores. A continuación presentamos las que consideramos herramientas clave para luchar contra los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud y poder seguir avanzando:

1. Pacientes empoderados
Nadie los suele considerar una herramienta, pero son la máxima prueba de que la tecnología aplicada a la sanidad sirve para mejorar la atención sanitaria y la calidad en la atención y, por lo tanto, el sistema sanitario. Por eso mismo quién mejor sino ellos para comprobar que todos los obstáculos que presenta la eSalud son superables, porque este grupo de pacientes ha conseguido salvarlos. Hay que identificarlos, implicarlos e intentar replicarlos. El "cómo" ya forma parte de otro debate.

2. Profesionales sanitarios muy concienciados
De nuevo, quién mejor que los profesionales sanitarios que tienen claro que la tecnología mejora su trabajo, para luchar, también como el caso de los pacientes empoderados, contra el cinismo y la falta de motivación. Ellos están demostrando que querer es poder y que no hace falta que un Estado asuma la capitanía (aunque sería mejor así) de un proyecto para que este proyecto tenga alma y forma. El hecho de que haya una comunidad de médicos muy implicados en todos los ámbitos de la eSalud hace pensar que se puede seguir avanzando contra viento y marea. Figuras clave en este proceso. Necesario la concienciación de otros profesionales sanitarios para que se incluyan en el proceso.

Herramientas para luchar contra los obstáculos de la eSalud.


3. Nuevos canales para fidelizar/sensibilizar
Antiguamente había muy pocos canales para llegar a los actores del sistema sanitario. La única forma de un paciente de llegar a su médico o a algún otro actor o vicersa era a través de un proceso burocrático o personándose ellos mismos en la clínica, ambulatorio u hospital a través de una cita o urgencias. Pero eso ahora ha cambiado. Un paciente puede percibir, conocer e informarse a través de otros canales, innovadores, que han llegado gracias a Internet. Estos canales pueden actuar como engagement entre unos y otros y facilitar esa comunicación que tanto se ha echado en falta durante muchos años. Todos los nuevos canales (blogs, redes sociales, plataformas, webs de organizaciones sanitarias, soportes de usuarios, etc.) llegados gracias a la tecnología son una herramienta ultra poderosa para establecer una relación bilateral que nadie pueda romper entre todos los actores sanitarios.

4. Papel del sector privado
Igual que muchos profesionales sanitarios están muy implicados, el sector privado ha decidido ponerse el mono de trabajo y no esperar a nada ni a nadie para ejecutar el cambio. Empresas, marcas, emprendedores y startups están poniendo todos los cimientos necesarios para demostrar que la tecnología aplicada a la salud no solo es un modelo de negocio básico, sino que es también una forma de empoderar el propio sistema sanitario y hacerlo más eficiente. Y lo están haciendo reinventados por una crisis en el sector público a la que no le han dado la espalda, sino le están, posiblemente, marcando el camino. Saber canalizar esta ventaja es una gran herramienta que puede beneficiar a todos.

5. Iniciativas como las de algunas CC AA
Aunque sea a pequeña escala, algunas CC AA han decidido hacer apuestas por la tecnología aplicada a la salud para mejorar el trato con sus pacientes y la atención a estos. A pesar de no dejar de ser iniciativas y nacer algunas aisladas de un contexto global y unido, está claro que el hecho de que una CC AA decida hacerlo y marque el camino puede ser un ejemplo para el resto de CC AA y de Estados de que lo que están haciendo sí tiene sentido y sí sirve para algo, la mejor forma de luchar contra el obstáculo que supone el escepticismo. Esas iniciativas pueden ser también una herramienta para lograr luchar contra esos obstáculos.

¿Qué te parecen estas herramientas? ¿Crees que hay más? ¿Crees que el único obstáculo es el factor económico? 

Los obstáculos a los que se enfrenta la eSalud

La eSalud tiene muros que hay que vencer.
Pocas veces se cuestiona si realmente la eSalud avanza o está estancada dando vueltas sobre la misma idea. En este blog lo hemos cuestionado alguna vez, pero esta vez, no queremos volver a hacerlo, sino centrarnos en los posibles obstáculos que pueden hacer que la tecnología aplicada a la salud no se implante al ritmo ansiado por la mayoría de los actores que están dentro de él.

A continuación vamos a enumerar los que consideramos algunos obstáculos que pueden frenar la implantación de la eSalud en nuestro país. Son los siguientes:

1. Acceso a Internet
A pesar de que sea una cifra que cada vez es mayor y que no para de crecer, no todos los españoles tiene acceso a Internet. Según datos de finales de 2013 hechos públicos por el Eurostat,  casi 7 de cada 10 hogares en nuestro país tiene acceso a la Red, lo que no implica que todas las personas de esos hogares tengan acceso y lo que deja fuera a otros 3 de cada 10 que no tienen acceso. Es decir, el acceso a Internet en España aún está lejos del 100%, y de que cada persona tenga pueda estar conectada directamente. Los smartphones están ayudando a cercar ese ansiado 100%, la realidad es que todavía no todo el mundo tiene acceso directo a Internet, lo que dificulta que accedan a servicios y beneficios de la eSalud de una forma plena.

2.  Brecha digital
El creciente acceso a Internet desenmascara otro factor importante, que viene a ser un obstáculo también: la brecha digital. Es decir, la diferencia entre aquellos que tienen acceso a Internet y pueden disfrutar de los servicios ofrecidos en la Red y los que están excluidos de esos servicios. La brecha digital no termina de cerrarse y sigue habiendo grandes desigualdades entre comunidades de personas y geográficas, que hay que atajar para mejorar el acceso a Internet. Si acabamos con la brecha digital mejoraremos el acceso a Internet, y viceversa. 

3. Analfabetización digital
El índice de analfabetización en España apenas existe ya. Según la Unión Europea, en España en 2010 solo había un 2% de personas que no sabían leer ni escribir. Sin embargo, el índice de analfabetización digital es muy distinto. Que una persona tenga acceso a Internet no quiere decir que sepa usarlo y entender cómo funciona la Red.  La realidad es que existen personas con acceso a Internet que no saben utilizar las posibilidades o desconocen el potencial en todos los bandos de actores del círculo de la eSalud. Los que ya son conscientes de que este factor existe, tienen mucha ventaja. Y los que no lo son o no quieren serlo, están estancados dando la espalda a la realidad. 

4. Pocos nativos tecnológicos
Se consideran nativos tecnológicos o digitales todas las personas que han nacido tras el desarrollo de la tecnología, sobre todo a partir de los años 80 y 90. No hay una fecha concreta, aunque hay teorías que datan los nativos digitales los nacidos después 1979, cuando se dice que empezó a utilizarse tecnología que se usa hoy día y luego verían durante su niñez en los hogares. El caso es que un nativo digital tiene la ventaja de estar habituado al a tecnología y a integrarla en su vida diaria, entiendo la función que realiza. Sin embargo, España es el país más envejecido de Europa, por lo que a pesar de que cada vez que nace una nueva persona ya se puede considerar un nativo tecnológico, la mayoría de los españoles aún no lo son, y tendrán que pasar todavía algo de tiempo para que se impongan, y con ello se acabe con la brecha digital y mejore el acceso a Internet. 

5. Poca implicación de algunos actores
Tras cuatro puntos apoyados en la objetividad relativa que pueden aportar algunos datos, este factor no deja de ser subjetivo. Se ha puesto en duda varias veces la escasa participación de algunos actores de la eSalud en el proceso de implantación de la tecnología en la salud. Por el motivo que sea, como por ejemplo, edad. Tanto por parte de los profesionales sanitarios como de los pacientes. Existe un número considerable de profesionales sanitarios que prefiere no identificarse con ese proceso o hacerlo de una forma mínima, al igual que existen pacientes que todavía prefieren huir de canales o vías en las que la tecnología puede tener presencia para establecer su relación con el sistema sanitario en la mayoría de sus acciones. O enfocarlo de otra manera, existen pacientes que está fuera del acceso a Internet o profesionales sanitarios muy alejados de los nativos digitales. Negar que este punto existe puede ser un error para las iniciativas de eSalud.

6. Coyuntura actual del sector público
El sector sanitario público lleva unos años, como otros sectores, muy afectado por la crisis económica y coyuntural que se ha vivido en el mundo en los últimos años. En esta tesitura, en España ha tenido que afrontar varios recortes. A pesar de que la tecnología se ve como una fortaleza para el propio sector público, aún no es una prioridad, y aunque se han hechos avances, se podrían hacer muchas más cosas si el propio sector público encabezara el proceso, algo que de momento no está pasando, ya que está siendo el sector privado el que está apostando de verdad por la tecnología como motor de cambio en la salud.

7. Burbujas de ideas
A pesar de que se vive una auténtica revolución de ideas e iniciativas en muchos campos relacionados con la eSalud, como es el campo de las Apps sanitarias,  puede ser que los árboles no nos dejen ver el bosque. Muchos proyectos puede alejar a la eSalud de la línea de la calidad y la eficiencia necesaria para seguir avanzando. El caso de la burbuja de las Apps sanitarias lo refleja bien. Un mercado muy creciente donde no todas sirven, y la mayoría apenas tienen pocas descargas, y solo un % bajo se usan con asiduidad. 

8. Falta de indicadores
Tener indicadores en la eSalud sería una buena forma para saber si lo que se está haciendo se está haciendo bien y avanzar por un camino más seguro con cierta certeza basada en datos, como se hace en otros ámbitos. De momento, existen pocos y eso crea cierta incertidumbre que no suma en el procesoLos indicadores no son otra cosa que cuantificadores que dejan ver algún dato de acuerdo a un elemento para cuantificar la dimensión que realmente tiene lo analizado y poder compararlo en diferentes periodos de tiempo para saber si ha crecido o ha decrecido en relación a varias que han sido preestablecidas.

Este listado no es una declaración de pesimismo contra la eSalud, todo lo contrario, pretende ser una identificación de factores a tener en cuenta para abordarlos y poder construir un modelo sanitario más efectivo con el apoyo de la eSalud.

¿Conoces algún factor más? ¿Cuáles son? ¿Por qué?

Los actores que mueven el círculo de la eSalud

De la eSalud y lo que supone ya hemos hablado muchas veces, del nuevo escenario en el que está sucediendo todo el movimiento de tecnología aplicada a la eSalud, también, pero... ¿Quiénes son los actores que la componen? ¿Están todos representados? Siempre se habla de pacientes, profesionales sanitarios, e instituciones como actores más llamativos. Sin embargo, ¿son solo esos? ¿Hay más?

A continuación vamos a representar los que consideramos como los principales actores de la eSalud y el rol que ocupan en el escenario actual:

Potenciales pacientes: Todas las personas susceptibles de recibir servicios del sistema sanitario apoyado por la tecnología en algún momento de su vida. Se sitúan en el centro de la eSalud, como los pacientes de la salud. Sin ellos, ningún sistema sanitario tendría sentido.
Pacientes 2.0: Pacientes empoderados, pacientes que utilizan la eSalud, pacientes conscientes de que la tecnología aplicada a la salud puede mejorar el rendimiento de un sistema sanitario... Los que son conscientes de ello, que ya han implementado la eSalud en sus vidas y de alguna manera pueden contribuir a atraer a otros pacientes para que confíen en la tecnología aplicada a la eSalud y aprovechen las ventajas que ésta otorga. Claves y esenciales para fidelizar al resto. Son el mejor ejemplo de lo poderoso que puede ser el futuro y lo beneficioso para ellos. 
Profesionales sanitarios: Todos los profesionales que trabajan en el ámbito de la salud, tanto médicos, como enfermeros, fisioterapéutas, celadores, etc. Cualquier personal sociosanitario que participe en el proceso y que utilice la tecnología en su día a día. Y que por supuesto, crea en que con ella se mejora el sistema sanitario.  
Organizaciones sanitarias: Las organizaciones sanitarios y Administraciones locales, regionales y nacionales que velan por la salud de los ciudadanos de una localidad, región o Estado, y que lo hacen con iniciativas impulsadas con incentivos tecnológicos para mejorar su servicio. Un actor decisivo en cuanto a implementar iniciativas de éxito que lleguen a la mayoría de los potenciales pacientes y el que debería ser motor de desarrollo de los demás. 



Sector privado: Las empresas del sector privado y los emprendedores que a través de diferentes iniciativas independientes están luchando contra viento y marea para implementar sus ideas y hacer que iniciativas enfocadas a pacientes y a profesionales sanitarios mejores la atención de la sanidad y en definitiva mejoren la calidad de la atención, y a la vez el propio sistema sanitario. Empresas y muchas startups que están desarrollando ideas y conceptos que puede revolucionar el sistema sanitario en pocos años. 

Comunicadores: Un actor que no se tiene tanto en cuenta y que puede jugar un papel muy importante. Los comunicadores, los nuevos canales y medios de comunicación que con su labor de difusión, explicación e información generan confianza para que los potenciales pacientes sean conscientes de los beneficios de la eSalud. Un papel en otra época pre-tecnológica jugado por el denominado cuarto poder, los medios de comunicación tradicionales, hoy día demasiado politizados y vendidos a los poderes fácticos como para poder jugar este papel por sí solos, y demasiado alejados del día a día de los usuarios de a pie, beneficiarios de la eSalud. Este actor engloba a los nuevos medios online nacidos al auspicio de Intenet, los especialistas de la blogosfera y los nuevos comunicadores especializados. 

La labor de concienciación de todos los actores representados en el círculo exterior para lograr que los potenciales pacientes sientan que un sistema sanitario mejorado con la tecnología les beneficia es esencial para que el proceso tenga éxito. Deben participar en las labores de concienciación y sensibilización, cada uno desde su rol, para que la eSalud sea percibido como algo que mejora el sistema sanitario y que beneficia a todos. 


El nuevo escenario de la eSalud: ¿Dónde está, qué ofrece y quién lo compone?

La tecnología aplicada a la eSalud, a veces, conlleva un problema de abstracción. Es decir, cuesta entender dónde sucede. Comprender dónde tendrán lugar todos los cambios del sistema sanitario gracias a la implementación de las mejoras tecnológicas puede ser ciertamente complicado para algunos actores, y muy peligroso, sobre todo, si éstos son pacientes.



¿Cómo es?

Hemos intentado definir el nuevo escenario en el que van a suceder todos estos cambios que la tecnología va a aportar a la esalud. Ese escenario viene con una característica intrínseca que prima sobre las otras: su carácter físico-virtual. El nuevo escenario ya no será un lugar en el que tendrán que converger obligatoriamente en tiempo y espacio los actores sanitarios para que el modelo tenga sentido. Todo lo contrario, es un escenario en el que  no es necesario, si los actores lo deciden, tener que estar a la vez ni en el mismo sitio, ni al a misma hora. Permite realizar un servicio sanitario, que se establezca una relación, por ejemplo, entre médico y paciente, sin tener que obligar a los dos a estar en el mismo espacio físico en el mismo momento.

Este nuevo escenario tiene otras características muy importantes y que también ayudan a definirlo. Es un escenario optimizado y eficaz, en el que todo está planificado para obtener los mejores resultados, y enfocados a ellos con la virtud de producir el efecto deseando en todos los actores del sistema sanitario que están dentro de él.

¿Qué ofrece?

Ofrece nuevos y mejores canales entre actores sanitarios, dotándolos de más herramientas para mejorar su comunicación y en fin último mejorar la calidad en su atención y para estar, a la vez, mucho más conectados entre ellos que hasta ahora.

¿Quién lo compone?

Los protagonistas de este nuevo escenario son tres grandes grupos de actores sanitarios. Por un lado, las instituciones u organizaciones sanitarias que quieren que la tecnología mejore su servicio a la sociedad. Por otro, todos los profesionales sanitarios que quieren usar la tecnología para mejorar la calidad en su atención pacientes. 

El tercer componente del nuevo escenario de la eSalud son los pacientes. Y se colocan representados en un triángulo encima de los otros actores. Precisamente se utiliza un triángulo - y no un círculo, por ejemplo- porque los pacientes tienen que estar en la parte de arriba debido a su importancia: sin pacientes, sin personas que necesiten, que consuman sanidad, no podría existir el sistema sanitario. Por ellos y para ellos existe, y por ellos y para ellos se aplica la tecnología. Si las personas no necesitáramos sanidad porque no enfermáramos, nunca seríamos pacientes, y la sanidad no existiría como tal.

¿Crees que estás dentro o fuera de este nuevo escenario? ¿Hay alguna razón por la que no te gustaría estar dentro? 

Cinco características básicas para construir un modelo de eSalud con garantías

Cada vez se habla más de cómo implementar un sistema sanitario en el que la eSalud tenga un papel fundamental. Es decir, en el que la tecnología aplicada a la salud sea el nuevo motor que mejore el sistema actual, que consiga hacerlo más efectivo, tener más impacto y aumentar la consecución de los objetivos marcados por todos los actores de sistema sanitario. Un sistema en el que tanto profesionales sanitarios como pacientes mejoren su relación y multipliquen los beneficios que el mismo les ofrece.

Vamos apuntar 5 características que consideramos fundamentales para que un sistema sanitario apoyado por la tecnología consiga mejorar el actual. Son las siguientes:

1. BENEFICIOSO 
Debe beneficiar a todos los actores del sistema sanitario, tanto a pacientes, como a profesionales sanitarios e instituciones o administraciones. No puede beneficiar solo a una parte de ellos. Si beneficia solo a instituciones, o a profesionales sanitarios, pero no hace lo propios con los pacientes, no será un sistema que mejore el actual modelo, y por tanto, no será efectivo ni mucho menos eficiente.

2. ACCESIBLE 
Debe llegar a todos los actores del sistema sanitario de una forma fácil, directa y, sobre todo, llegar donde el modelo sanitario actual no llega. Es fundamental que los pacientes y los profesionales sanitarios pueden acceder a él sin encontrarse obstáculos que dificulten la accesibilidad al mismo, ya que se podría poner en peligro su impacto final.

3. SOSTENIBLE 
Cualquier modelo que se precie tiene que ser económicamente sostenible, sin que eso incida en una peor calidad. Con la actual coyuntura de crisis, el propio sistema tiene que ser sostenible para el Estado que lo implemente, la empresa que apueste por él y el actor que quiera usarlo. No se puede gastar una cantidad enorme que comprometa su propia sostenibilidad y que hipoteque el propio futuro de todos los actores que se puedan beneficiar de él. La transparencia para evitar especulaciones también es un valor en alza en esta característica.

4. ADAPTABLE 
La sociedad cambia, y lo hace porque cambian las necesidades de los que conforman esa sociedad. Por tanto, es muy importante que la tecnología implementada a la salud permita crear un sistema sanitario que acepte bien los posibles cambios, en el que se puedan aprovechar los recursos existentes en el caso que haya que variar el modelo. Hacer algo férreo sin margen, puede ser sinónimo de fracaso en caso de que haya un cambio de paradigma en las necesidades de los actores.

5. PERSONALIZADO 
La tecnología aplicada a la salud permite que cada vez los actores sanitarios se puedan amoldar más a las necesidades actuales de los pacientes, y eso consiga que los propios pacientes estén más contentos, y, por tanto, perciban que la atención sanitaria es mejor y de más calidad. Las TIC en salud pueden hacer que se llegue más a la personalización de lo que necesita el paciente y haya menos estandarización. Un sistema sanitario que se amolde más a un paciente, dará más con la tecla del éxito que uno que no profundice tanto en ella.





¿Crees que existen más? ¿Cuáles apuntarías? 

Cada vez más cerca del modelo de eSalud que queremos en #eSaludAST

Las I Jornadas de la eSalud de Asturias se inauguran hoy en Oviedo en lo que será una cita para los impulsores de la tecnología aplicada a la salud y que congregará a gran parte de los especialistas en esta cita en nuestro país. La cita además será retransmitida en streaming por Medicina TV.

Las Jornadas, celebradas en el Auditorio Príncipe Felipe de la ciudad, empieza hoy y se postergan hasta el sábado, con tres días dedicados a contar iniciativas de los actores implicados en la eSalud, tanto como profesionales sanitarios, como de pacientes y emprendedores.

El jueves se inaugura la cita con un programa lleno de participación, en el que precisamente pondremos nuestro granito de arena desde este blog, haciéndonos esta pregunta: ¿Estamos cada vez más cerca del modelo de eSalud que queremos?

Nuestra intervención será a la 13.00 horas, pero antes, habrán ya intervenido Ignacio Albertí, CEO y fundador de Salud Social Media; Oscar L. Castro, decano de CITIPA y fundador de Impulso TIC y José Ávila Tomás, Responsable de Nuevas Tecnologías de SoMaMFyC. También antes de la intervención de La eSalud que queremos habrá un interesante debate sobre La eSalud como complemento para la actividad sanitaria ¿O un instrumento que acabará relegando a los profesionales de la salud?, entre otras ponencias.

Resto del programa 

Publicamos el 'Primer ensayo sobre la eSalud española'

Desde hoy ya se puede adquirir el eBook 'Primer ensayo sobre la eSalud española',  escrito por Javier J. Díaz, autor de este blog, y prologado por el pediatra Jesús Garrido. El importe íntegro de los 100 primeros ejemplares irá destinado a la Fundación Recover, hospitales para África. Haz clic sobre la imagen para acceder a él.







Celebramos 100.000 visitas publicando el eBook solidario 'Primer ensayo sobre la eSalud española'

La salud de la eSalud española sigue en perfecto estado. No solo están a punto de inaugurarse las I Jornadas de la eSalud en Asturias y aún tenemos en la retina el evento Healthees Europe, la presentación del 'Manual de inmersión 2.0 para profesionales de la salud' y el informe de Siemens 'Aportación de las tecnologías en el sector sanitario', que se presentaron la semana pasada. La eSalud de nuestro país suma y sigue. Mañana 8 de abril se publicará el Primer ensayo sobre la eSalud española, escrito y editado por el autor de este blog, y prologado por uno de los médicos que mejor marketing de contenidos realiza en Europa, el pediatra Jesús Garrido, autor de varios eBooks y del proyecto Mipediatraonline.com, bajo el título 'La revolución digital en sanidad'. 

Adquiere el eBook desde aquí 

La reflexión, disponible para Kindle y para el resto de lectores de eBooks en dos formatos, ha sido concebida como un ensayo, para hacer el libro electrónico más divulgativo y entretenido aglutinando tecnología y comunicación con la nueva relación entre el médico y paciente tras el auge de las TIC.

El eBook contiene una primera parte, dedicada a la eSalud, para profundizar en el concepto a través de una construcción del mismo formada por sus principales características. Y otra, dedicada al papel de los médicos y los pacientes en este nuevo entorno.

El trabajo, que incluye además ampliados y mejorados algunos de los ensayos publicados en este blog, destinará el 100% de los recaudado con sus 100 primeras descargas a la Fundación Recover, hospitales para África, una organización sin ánimo de lucro que tiene proyectos de telemedicina entre España y el continente africano. 

Por último, incluye también análisis de iniciativas para médicos y pacientes 2.0, y algunas reflexiones de los actores más importantes de la eSalud española, destacando a algunos de sus protagonistas. 

Adquiere el eBook desde aquí 

Indicadores y mecanismos de control: ¿un apoyo para la eSalud que apuntale la sanidad?

El fabuloso y extraordinario mundo de los indicadores tendrá que llegar tarde o temprano a la eSalud. Todavía no lo ha hecho, o si lo ha hecho ha sido de forma esporádica y puntual, pero en algún momento se tendrá que aceptar que para medir impacto y beneficio de la tecnología en la salud hay que establecer indicadores, por lo que es cuestión de tiempo de que esto suceda.

Los indicadores no son otra cosa que cuantificadores que permiten valorar con acuerdo a algo un elemento. Es decir, cuantificar la dimensión que realmente tiene lo analizado y poder compararlo en diferentes periodos de tiempo, para saber si ha mejorado o ha empeorado en relación a unas variables preestablecidas. Los indicadores al aplicarse, normalmente se contabilizan con números con lo que se puede cuantificar mejor.  

Por este mismo motivo, poder aplicar indicadores a la eSalud sería una buena forma para saber exactamente lo que se está haciendo y, aún mejor, si se está haciendo bien, entendiendo por bien si realmente se está avanzando. En pocas palabras, si tiene alguna meta final definida o solo es una industria que produce sin pies ni cabeza aprovechando un boom concreto, como la del ladrillo, por ejemplo, que acabó estrellada. 

La eSalud es un ámbito cada vez más amplio, que aborda más campo de acción, y que está siendo más usado tanto por los propia tecnología como por los propios usuarios que la utilizan (profesionales sanitarios, organizaciones, usuarios finales pacientes, etc.). Sin embargo, en los últimos años, en los que se está produciendo una verdadera revolución, se echa de menos información fiable y que se pueda comparar y almacenar sobre el proceso en sí. El archirepetido titular "La eSalud avanza", archiutilizado incluso por nosotros mismos, carece de sentido si no sabemos con respecto a qué avanza, y hacia dónde avanza, ya que es obvia la necesidad de establecer comparaciones en diferente tiempo entre elementos, para conocer así su verdadera evolución, y certificar si es que lo ha sido, cómo se perfila.

Una excepcional manera para dejar de hablar en términos abstractos y poco tangibles sobre la eSalud  y para tener la certeza de que realmente está creciendo, es aplicar indicadores a ella misma, los cuales poder comparar año tras año para sí ver la evolución real en una curva gráfica. ¿Es posible hacer esto con algo como la eSalud? ¿Podemos medirla para así poder evaluarla? 

Otros casos

Vamos a utilizar un ejemplo de otro ámbito, que poco tiene que ver, pero en el que a raíz de que se utilizaran indicadores para cuantificar y contabilizar lo que se estaba haciendo, comenzó a evaluarse, lo que supuso una mejora en le impacto: la cooperación internacional al desarrollo. Explicado brevemente: la cooperación al desarrollo comenzó tras la creación de la ONU a destinar miles de millones a países con economías y sociedades pobres, para ayudarlos. Años después, se llegó a la conclusión de que a pesar de los múltiples esfuerzos realizados (grandes sumas de dinero), el impacto real había sido casi nulo, debido a la falta de control y de mecanismos en los países en los que se aplicaba. Tras la instauración poco a poco -y sobre todo en los últimos 20 años- de mecanismos de control, la relación entre inversión-acción-consecución ha ido mejorando hasta conseguir mejoras que justifican el esfuerzo en algunos casos.





Este razonamiento aplicado a la eSalud ¿Es posible? Es el momento de preguntarnos ¿Es posible elaborar mecanismos de control sobre la eSalud que nos permitan saber realmente si está creciendo? Un ejercicio que se antoja difícil, pero que no lo es tanto si nos ponemos manos a la obra. 

Un propio indicador puede ser los ingresos de un sector concreto en un país relacionados con las TIC en salud durante un periodo de tiempo, o los usuarios de un servicio de salud apoyado en la tecnología, o incluso las descargas de una App, el número de herramientas tecnológicas que usan los médicos en un quirófano, las consultas online realizadas por un sistema público durante un año, o la inversión en telemedicina por un hospital durante un ejercicio. Y así, podemos obtener muchos, y muy válidos.

Unos indicadores que para que tengan sentido hay que encuadrarlos dentro de mecanismos de control que deben ser ejecutados por organizaciones relacionadas con el sistema sanitario y que busquen el beneficio general del mismo. En este punto, si aceptamos indicadores y mecanismos de control, debemos preguntarnos... ¿Y quién se va a hacer cargo? 

La respuesta, si nos acercamos a otro ámbito dejando de lado el de la cooperación al desarrollo, puede estar más cerca. En el mundo del cine, cada año el Estado detalla datos tanto públicos como privados de la propia industria (subvenciones, espectadores, recaudación, etc.), lo que otorga un valor en conjunto para poder realizar una valoración de cómo está ese mercado y hacia donde va, que a la vez conciencia a actores tanto públicos como sanitarios, incluyendo a los propios usuarios (trabajadores como espectadores).

¿Se podría aplicar algo parecido a lo que se hace en el mundo del cine y en la cooperación al desarrollo a la eSalud? ¿Podríamos tener una eSalud completamente catalogada y marcada en la que controlemos con datos reales cómo están avanzando las cosas? ¿Lo debe hacer el Estado?

La respuesta a esta última pregunta puede generar otro debate aún más abierto que el de los propios indicadores o mecanismos de control, pero lo que está claro, es que un Estado es el encargado de velar por los derechos de todos los tipos de sus ciudadanos, incluso los sanitarios, para que todos los potenciales pacientes que engloba puedan recibir la mejor atención, tanto pública como privada. Y así no nos quedaremos en datos geniales, sin saber si esa genialidad le llega transformada al paciente y al propio médico en nuevos servicios que los empoderen, a ellos, y al propio proceso sanitario inducido por la tecnología.

Se publica el primer eBook sobre la eSalud española

La eSalud made in Spain sigue creciendo y fijando unas bases que sustenten el futuro. Y lo va haciendo con las piezas que poco a poco van aportando todos los actores. Precisamente 'La eSalud que queremos' quiere contribuir con el primer libro electrónico que recogerá todas las claves sobre esta materia en forma de ensayo. El eBook, un documento que pretende ser divulgativo y constructivo, profundiza y define la versión española de la eHealth y se centra en el papel que juegan en ella dos de los actores sanitarios más importantes que la componen, como son los pacientes y los profesionales sanitarios. La publicación, que se pondrá a la venta las primeras semanas de abril, tendrá un importe simbólico y solidario que irá destinado a una ONGD.

El primer ensayo sobre la eSalud de nuestro país está escrito y editado por el autor de este blog, Javier J. Díaz, y ha sido concebido como un ensayo, para hacer el libro electrónico más divulgativo y entretenido aglutinando tecnología y comunicación con la nueva relación entre el médico y paciente tras el auge de las TIC.

El libro electrónico ha sido prologado por uno de los profesionales sanitarios considerado por los especialistas como uno de los que mejor dominan los nuevos canales. El mismo, titulado 'La revolución digital en sanidad', se centra en analizar lo que ha supuesto para la sanidad la aparición de Internet desde la perspectiva de un profesional sanitario. 

Adquiere el eBook desde aquí 

Indicadores para que las Apps de salud sean fiables y accesibles

Hace pocos días, The App Date presentó el informe sobre las 50 mejores aplicaciones de salud en español, un ejercicio muy necesario y loable, y que comienza a poner las bases para saber cuáles son las apps sanitarias que están totalmente avaladas para ser usadas con garantías y cuáles son fiables, haciendo una depurada y pionera selección de 50 apps en castellano mejor consideradas en base a unos criterios concretos preestablecidos por ellos y explicados en el mismo.

La regulación de las apps sanitarias y los criterios para que sean fiables sigue siendo todavía un terreno vetado para muchos al que solo muy pocos se atreven a entrar. Este informe se suma a otras iniciativas como AppSaludable, de la Junta de Andalucía, que van poniendo las primeras piedras para hacer una criba de aplicaciones sanitarias que sí cumplen los requisitos para estar a la altura de lo que los usuarios de las mismas demandan, o a todos las personas que han intentado dar pistas y orientar a los usuarios sobre la fiabilidad de las apps sanitarias, como ya hemos hecho en este blog.

En cualquier caso, a continuación vamos a presentar algunos indicadores que consideramos que si se cumplen harían de las apps sanitarias lugares muy fiables para los usuarios. Los indicadores son un procedimiento que permite cuantificar alguna dimensión cuando se aplica, y que al hacerlo, produce un número que nos sirve para comparar y poder clasificar el ente sobre el cual extraemos el indicador. Entre los mismos podemos detectar cualitativos (2) y cuantitativos (5):

1. Número de descargas.  No es lo mismo que una aplicación tenga 3 descargas, que 300.000. Las descargas de una app no implican que sea un ente perfecto, pero sí que es demandada por los usuarios. Y eso debe tenerse muy en cuenta. Este indicador necesita de otros para tener valor, pero es muy importante contar con él.
2. Número de actualizaciones. En otros ámbitos no tiene tanta importancia, pero en sanidad sí porque se convierte en un aspecto básico. La medicina cambia, existen avances, salen nuevos medicamentos, etc. y eso debe reflejarse siempre. Una aplicación sanitaria que no se actualiza puede bajar su fiabilidad. Además, no solo las actualizaciones de contenido son importantes, sino también las de diseño y software de la propia app, para ganar usabilidad.
3. Garantías científicas. Este requisito es uno de las más importantes. La garantía científica implica que la App de salud esté basada en una o más fuentes de información fiable y que la información por tanto sea segura. Toma en consideración evidencias científicas disponibles. Este indicador puede ser tanto cuantitativo como cualitativo.
4. Certificaciones obtenidas. Todavía no existen muchas ni de muchas organizaciones que las expidan, pero ya empiezan a existir algunas. La propia AppSaludable es uno de ellas. Y los premios que ortogan algunas entidades también sirven de indicador para sabe si una app cumple con los requisitos mínimos o no. Un ISBN o un distintivo como la Web Sanitaria otorgado por alguna entidad sanitaria, por ejemplo,  mejorarían mucho este proceso. 
5. Precio establecido. No es el indicador más relevante, porque que cueste la descarga 0 € o que cueste 3 € no implica que sea más o menos fiable, pero si el precio puede ser un factor orientativo por su capacidad inclusiva. Es decir, una app que cueste un precio muy elevado puede convertirla en inaccesible.  O una gratis que no esté bien identificada podría no ser fiable.  
6. Autores identificados. Este indicador tiene una dimensión cualitativa más que cuantitativa. No es más importante o más fiable porque tenga más autores. En este caso, la fiabilidad vendrá dada por el prestigio de los autores de la misma, sean 1 o 25.

¿Crees que existen más indicadores cuantificables para saber si una App es fiable?